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Gumucio critica la falsa conciencia moral de Büchi su anuncio de autoexiliarse en Suiza

Gumucio critica la falsa conciencia moral de Büchi su anuncio de autoexiliarse en Suiza

El escritor sentenció que «la miseria de un viejo lleno de arruga con un peinado de veinteañero, incapacidad para producir otra cosa que cifras, sin país, con un pasado que da vergüenza, y un futuro que no existe. Un pobre deshecho de nada lanzado en el torrente de un ego sin fundamento. Una hormiga subiendo sola el Aconcagua».


El escritor Rafael Gumucio Araya, se refirió al autoexilio de Hernan Büchi, quien decidió irse a vivir a Suiza, debido a que se sentía «incómodo en este país».

«¿De donde vienes la compulsión de los millonarios chilenos por exhibir como actos de virtud moral, de ejemplo patriótico, sus miserias, sus intereses cruzados, sus humanas bajezas? ¿Por que además de violar la ley les resulta lógico luego pontificar sobre la ley? ¿De donde nace esa ansia loca de ganar millones y tener al mismo tiempo la razón, eso que justamente se pierde después de una determinaba cantidad de millones? ¿Por que sus vidas, tan anomalas, tan distintas a los de los chilenos, debería en su cabeza ser un ejemplo que nadie puede seguir (¿quien puede irse a Suiza porque Chile no le gusta? Ni Cisneros, ni Macri hicieron declaraciones como la de Büchi. Por otro lado muchos millonarios del mundo hacen lo que hace Büchi sin sentir que deben declararlo ni dar el ejemplo para nada», aseguró el escritor.

Para Gumucio es claro, «la interpretación freudiana es simple: Los millones provienen de un crimen. Ese crimen, la dictadura, la exclusión, el exilio, no sólo se puede olvidar sin transformarlo en virtud primero. Si se mató o se calló, o se dejo matar era por algo. Ese algo no puede ser, si se quiere dormir bien, el interés propio. Se debe entonces inventar una excusa a nivel país. Es esa la que esta fallando ante sus ojos».

«No solo ya no nos consideran buenos, eso ya lo sabíamos, si no que no nos consideran útil y eso no lo sabiamos. Las utilidades no son utiles al país sino a nosotros y ¿quienes somos nosotros, el Ministro de Hacienda de una dictadura, un inmigrante sin mucha raíz ni mucho capital cultural que tuvo ingenio para sacar el país de una crisis inventadas por tus maestros que se hizo rico, muy ricos gracias a ciertas ortodoxias técnicas pero que carece de todo entrenamiento intelectual para entender ningún debate intelectual profundo? O sea, un tonto con alto coeficiente intelectual sin espesor, ni tradición, ni real conocimiento que tres o cuatro verdades que no son más que esloganes que tienen además de la desventaja de ser fragiles y fáciles, la otra desventaja de ser perfectamente útiles para ti y solo para ti», continuó.

Finalmente el escritor sentenció que «la miseria de un viejo lleno de arruga con un peinado de veinteañero, incapacidad para producir otra cosa que cifras, sin país, con un pasado que da vergüenza, y un futuro que no existe. Un pobre deshecho de nada lanzado en el torrente de un ego sin fundamento. Una hormiga subiendo sola el Aconcagua».

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