Ejecutivo apostaría a vetar solo los temas impugnados por el TC
Una minuta que entregó la multisindical a la administración Bachelet establece que el veto sería el mejor mecanismo que una ley corta, ya que solo a través de éste se puede “salvaguardar parte de los pilares del proyecto original” y porque “permite buscar consensos solo al interior de la Nueva Mayoría, sin tener que recurrir al debate de la oposición”.
La CUT acusó un desorden y “poca claridad” al interior del gabinete sobre la presentación del veto presidencial que el gobierno hará sobre la reforma laboral, ya que existen posturas de suprimir seis puntos mientras que otros apuestan por tocar solamente los temas impugnados por el Tribunal Constitucional.
La multisindical se reunió el viernes con el comité político y la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, para abordar el tema, debido a que a última hora de hoy expira el plazo para que el gobierno presente un veto presidencial ante el fallo del TC sobre la titularidad sindical y la extensión de beneficios por afiliación.
A la salida del encuentro, Rincón dijo que el Ejecutivo aún no tenía una definición respecto a la fórmula que se utilizará para “reequilibrar” la reforma, mientras que la titular de la multisindical, Bárbara Figueroa, manifestó si molestia por la “poca claridad” del gobierno e indicó que “en esta reunión no vimos una posición única, y eso nos preocupa”.
“Es del todo evidente que los ministros no tienen una posición unívoca en esta materia”, expresó Figueroa en declaraciones que consigna El Mercurio.
El fallo del TC reavivó las diferencias que se manifestaron a lo largo de toda la tramitación de la reforma laboral entre el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, y Rincón, ya que ahora se expresa a través de los mecanismos que se utilizaran para enfrentar la decisión del tribunal y qué puntos se abordarán.
Valdés apuesta por acotar al máximo cualquier cambio a la reforma, la titular de la cartera del Trabajo se inclinaría por hacer cambios más allá de lo que fue impugnado por el TC.
La información señala que en el Ministerio del Trabajo resienten un quiebre del acuerdo por parte de Valdés, con quien existiría profunda molestia.
El jueves pasado se llevó a cabo una reunión entre Rincón, Valdés y el ministro de la Segpres, Nicolás Eyzaguirre, en donde se habría llegado a un acuerdo para enviar un veto y anunciarlo prontamente para dar una señal de tranquilidad.
La propia Rincón salió a hablar públicamente e indicó que “el gobierno ha decidido vetar el proyecto de ley”, pero 24 horas después, dicho mecanismo fue relativizado por parte de Valdés y del ministro de la Segegob, Marcelo Díaz.
La CUT presentó en la cita una propuesta para redactar una ley interpretativa de la Constitución para reintegrar la titularidad sindical y eliminar seis puntos de la reforma a través del veto, lo cual a juicio de Figueroa corresponden a “concesiones que se hicieron en la última etapa de tramitación del proyecto como una señal al empresariado y a la derecha política”.
La minuta que entregó la CUT al gobierno establece que el veto sería el mejor mecanismo que una ley corta, ya que solo a través de éste se puede “salvaguardar parte de los pilares del proyecto original” y porque “permite buscar consensos solo al interior de la Nueva Mayoría, sin tener que recurrir al debate de la oposición”.
En tanto, el secretario general de la multisindical, Arturo Martínez, el Ejecutivo no se habría mostrado abierto a acoger la propuesta de la CUT, sino que habría señalado que el veto sería presentado para eliminar únicamente los dos puntos impugnados por el TC.
“Los ministros fueron precisos en decir que van a vetar solo los temas que son objeto de sanciones, pero que después con una ley corta es posible que aborden los temas que nosotros planteamos”, sostuvo.
