Varios personeros de Chile Vamos participarán en los cabildos ciudadanos
Felipe Kast de Evópoli, Manuel José Ossandón y el propio secretario general de RN, Mario Desbordes, se descolgaron de la estrategia del ex Presidente Sebastián Piñera y del propio conglomerado opositor, que ayer resolvió restarse del proceso.
En las últimas semanas, el ex Presidente Sebastián Piñera ha centrado sus esfuerzos en cuestionar el proceso constituyente impulsado por el gobierno de la Presidenta, Michelle Bachelet.
Para ello, convocó a mediados de abril a los presidentes de los cuatro partido de Chile Vamos -en su casa- para coordinar una única postura frente al tema.
Según el ex mandatario, la iniciativa centra su atención en el mecanismo y no en los contenidos, no da garantías de transparencia y crea el mito de que el modelo neoliberal es la causa de los problemas.
«Mientras estas tres situaciones no sean enfrentadas y resultas satisfactoriamente, seguirá cuestionada la legitimidad y finalidad del proceso de participación ciudadana impulsado por la Nueva Mayoría», dijo.
Si bien el conglomerado opositor resolvió ayer no participar en el proceso constituyente ideado por el Ejecutivo y levantar uno propio paralelo, varios de sus personeros anunciaron que -de todos modos- participarán en los cabildos ciudadanos para debatir sobre las bases de una nueva Constitución.
Felipe Kast de Evópoli, Manuel José Ossandón, y el propio secretario general de RN, Mario Desbordes, han manifestado esa intención.
«Tal como lo hemos planteado hace varias semanas Evopoli va a ocupar todos espacios disponibles para promover las ideas de la libertad, y esperamos fiscalizar activamente participando en los cabildos a lo largo de Chile», declaró Kast a La Tercera.
Quienes han manifestado su intención de participar en los encuentros ciudadanos han argumentado que el proceso «ya está instalado» y que «restarse sería una vez más entregarle toda la cancha a la izquierda para que imponga sus ideas a la ciudadanía mediante este mecanismo».
De igual modo, aseguran que después difícilmente podrán denunciar eventuales irregularidades o continuar criticando el proceso, dejando espacio para que el oficialismo los acuse de torpedear los intentos por contar con una nueva Carta Fundamental, así lo consigna el sitio electrónico El Muro.
«Cada vez que la centroderecha ha decidido pasar por alto la discusión de ciertos temas, termina trasquilada, ya que cuando decide hacerlo forzado por las circunstancias, llega tarde a la discusión, y la batalla de las ideas está perdida», señala.
Un planteamiento opuesto tuvo el senador Andrés Allamand: «Chile Vamos ha terminado con la ambigüedad . No participamos de un proceso tramposo y manipulado por el gobierno. Tendremos nuestra propuesta y debatiremos el fondo del tema en el Congreso y ante la opinión pública».
A esa altura la fractura estaba expuesta. Incluso, la idea de llamar a participar con el fin de realizar una fiscalización desde adentro, agrandó aún más la grieta. Podía ser interpretada como un respaldo al plan del gobierno.
De esta forma, se vino a bajo el plan del ex Presidente Piñera de liderar una postura única frente al proceso constituyente. Así llegaría fortalecido a la hora de entregar una propuesta alternativa al Ejecutivo.
Para algunos, el camino que le queda a Chile Vamos es que al institucionalizarse el rechazo al proyecto constituyente, «los que están dispuestos a participar se vean presionados a no hacerlo, por el costo que tendría para ellos aparecer como díscolos dentro del conglomerado».
Esto, a juicio de ellos, obligaría a los representantes de la coalición en el consejo de observadores a retirarse de esa instancia, provocando un quiebre a dos bandas: con el gobierno y al interior del conglomerado.
