El periodista deportivo calificó como «insólito» que exista una sensación de «sorpresa» ante el informe sobre la administración de Sergio Jadue al mando de la ANFP.
Felipe Bianchi está atento a la contingencia futbolera nacional pese a estar lejos de Chile. En especial, sigue paso a paso, lo ocurrido con la crisis ocurrida al interior de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional de Chile.
En entrevista con La Segunda, se refiere en específico a la auditoría forense realizada por una consultora internacional a la administración de Sergio Jadue al frente de la ANFP que reveló graves irregularidades que incluyen el uso de recursos del organismo para fines personales y millonarios préstamos a clubes otorgados sin supervisión.
Al respecto, califica como «insólito» que exista una sensación de «sorpresa» ante el informe, ya que «la auditoría no revela cosas nuevas, más bien le pone números a delitos ya conocidos y denunciados».
«Los primeros comentarios de radio y TV y las primeras columnas revelando quiénes eran Jadue, Jaque, Etcheverry y los demás datan de principios del 2011. Con pruebas incluidas. Pero no quisieron escuchar. Les dio lo mismo porque les convenía el escenario. Al punto que luego lo reeligieron y hasta crearon una comisión falsa para lavarle la imagen. El estupor es tan ridículo y obsceno como el de los que se «sorprendieron» por los detenidos desaparecidos en la dictadura. Un insulto a la inteligencia humana. Supongo que nadie les cree», arremete.
Ante la consulta de si «un desfalco de este nivel sólo puede explicarse por un problema estructural mayor», Bianchi responde de inmediato que «por supuesto».
«Todo el Consejo de Clubes, todo el directorio de la ANFP antigua y parte del actual, casi todos los gerentes, casi todos los funcionarios de los últimos dos gobiernos, todas las instituciones que debían vigilar, las empresas que aceptaron contratos manipulados o sin licitación, muchísimos periodistas y muchos jugadores y miembros de la Familia del Fútbol miraron para el lado y son culpables por obra u omisión. Nadie puede decir que no estaba sobre aviso. Todo pasó porque dejaron que pasara», agrega.
En ese sentido, dice que «la actual clase dirigencial es completamente responsable (…) ellos los pusieron ahí, participaron, los reeligieron y negaron los hechos una y otra vez. Hasta que, gracias al FBI, fue imposible seguir mintiendo».
«Nadie da garantías. Ninguno. Lo razonable, inteligente y sano hoy es seguir dudando. Se avanzó algo con la publicación de la auditoría, pero la verdadera medición tiene que ver con el peso de los castigos…si lo hay. Hay que fijarse en cuánto presionan y trabajan recuperar la plata robada y para que varios dirigentes vayan a la cárcel, que es donde tienen que estar. De los clubes chicos… y de los grandes», declara el periodista deportivo.
Frente al hecho de que la comisión auditora encabezada por Jaime Estévez no encontrara nada, Bianchi sentencia: «Es una vergüenza espantosa y acaso criminal. Es de los muchos que ahora tiene que demostrar que no estuvo involucrado. Resulta vergonzoso que aún siga ligado a Universidad Católica y al fútbol».
