Economistas del sector aseguran que será un «impuesto al trabajo»
A pesar de la buena voluntad que se ha expresado a nivel político para impulsar los anuncios, técnicamente, los especialistas ligados a la oposición advierten, respecto del aumento de 5 puntos porcentuales en las cotizaciones, que es una nueva reforma tributaria, Aunque se trata de un alza gradual proyectada a diez años, afirman que puede afectar el dinamismo de la economía.
A pesar de que en la oposición política se ha expresado la buena voluntad de concretar lo que la Presidenta Bachelet llamó un «acuerdo nacional» para mejorar el sistema de pensiones, desde la derecha económica y a través de los medios, economistas del sector han criticado la propuesta de aumentar un 5 puntos porcentuales la cotización individual, en un plazo gradual de diez años.
Entre ellos ha estado el ex ministro de Hacienda Felipe Larraín, que concordó en el hecho de que el alza se trata de un impuesto al trabajo. Larraín, ex ministro de Piñera, detalló el costo de la medida, al tiempo de expresar sus reparos. Afirmó que la cifra tendrá un costo de US$2.600 millones anuales para la empresa y «que van a pagar fundamentalmente las pymes de este país, es una preocupación… Esto es un impuesto con todas sus letras», afirmó el economista a Emol.
En la misma línea se expresó Rossana Costa, directora de Presupuestos durante el Gobierno anterior. «Considerando un aporte de 5% a los que hoy están en el sistema de capitalización, el costo es de alrededor de US$ 3.340 millones. Cuando se suma el efecto de subir en 50% el tope imponible da una cifra adicional suma el efecto de subir en 50% el tope imponible da una cifra adicional de unos US$ 907 millones. Estamos hablando de más de US$ 4.000 millones que equivalen en torno a 1,7 y 1,8 puntos del PIB. Desde el punto de vista macroeconómico, esta reforma es un impuesto al trabajo. Si se compara con lo que fue la reforma tributaria, que recaudaba 3 puntos del producto, estamos hablando de un aumento de impuesto al trabajo sustantivo: es más de la mitad de la reforma tributaria», aseguró a La Segunda Costa, quien ejerce como subdirectora en el Instituto Libertad y Desarrollo.
El concepto de «impuesto al trabajo» también lo mencionó el economista José Ramón Valente, uno de los promotores del sistema actual de pensiones, pero que no es cotizante en ninguna AFP. «Es un poco indiferente si lo paga el trabajador o el empleador. Lo que sí es cierto es que es un impuesto al trabajo», dijo Valente a radio ADN.
Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de Corfo durante el Gobierno de Piñera, Hernán Cheyre, explicó por qué a su juicio el aumento del 5 puntos porcentuales en la cotización será en la práctica un impuesto.
“Hoy día las personas cotizan 10% ahora van a cotizar el 15% y este 5% adicional va a ser cargo de los empleadores, de las empresas, por lo tanto, digámoslo como es, es un impuesto al trabajo. Porque cuando alguien cotiza 10% como hoy día, y uno sabe que este 10% va a ir a mi cuenta de ahorro individual, que es mi plata, son mis ahorros, yo no los considero necesariamente como un impuesto porque es plata mía, que algún día se va a reflejar en pensión. Pero si yo voy a tener que imponer 5%, el empleador lo va a hacer a nombre mío en definitiva, pero no va a quedar en una cuenta personal, eso es un impuesto”, concluyó.
