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Laicos de Osorno llegarán hasta la Nunciatura Apostólica en Santiago para pedir la salida del obispo Barros

Laicos de Osorno llegarán hasta la Nunciatura Apostólica en Santiago para pedir la salida del obispo Barros

Más de un año y medio llevan manifestándose públicamente en contra del nombramiento de quien sindican como “cómplice” y “encubridor” del sacerdote Fernando Karadima. “Obispo encubridor, no puede ser pastor”, alegan. El movimiento ha debido lidiar, entre otras cosas, con las palabras del Papa Francisco, quien ha sostenido públicamente que “la gente de Osorno sufre por tonta”, llamando a no dejarse llevar por “zurdos que arman macanas”, refiriéndose a quienes se oponen al nombramiento del obispo.


Hasta Santiago se trasladarán este sábado 3 de septiembre decenas de laicos y laicas de Osorno para sostener, desde las 16:00 horas, una kilométrica caminata desde la Catedral Metropolitana, ubicada en la Plaza de Armas de la capital, hasta la Nunciatura Apostólica, en Providencia, donde realizarán una “velatón de misericordia para Osorno”.

¿La razón? Manifestar, una vez más, su repudio y expresar abiertamente la solicitud de destitución de Juan Barros como obispo de la diócesis osornina, a quien sindican como “encubridor” y “cómplice” del sacerdote Fernando Karadima, condenado por El Vaticano y por la Justicia Civil por abusos sexuales reiterados en la parroquia El Bosque.

El programa incluye un punto de prensa, a realizarse cerca de las 18:30 horas, en el frontis de la Nunciatura Apostólica, en el que los voceros de la agrupación darán a conocer su postura y los argumentos sobre los cuales basan su movimiento.

La comunidad osornina ha recibido el respaldo y apoyo de múltiples voces y personas. Juan Carlos Cruz, conocido denunciante de Karadima y embajador universal para la prevención del abuso sexual, ha estado en diversas oportunidades con la agrupación de laicos y laicas, entregando su apoyo y aportando antecedentes que no solo vinculan a Barros con Karadima, sino que develan cómo –según dijo– el actual obispo actuaba en contra de feligreses para congraciarse con su mentor espiritual.

“Barros estaba al lado mío cuando Karadima abusaba de mí y de otros. También él se tocaba y se besaba con Karadima”, sostuvo Cruz, agregando además que “Barros violaba secretos de confesión y otras cosas más para atormentar a quienes querían hacer frente a Karadima”.

Barros fue nombrado obispo de Osorno a principios de 2015, y desde entonces ha enfrentado una férrea y enérgica oposición ciudadana, debiendo lidiar con una consigna acuñada por la comunidad local: “Obispo encubridor, no puede ser pastor”.

Esta misma comunidad ha debido lidiar, entre otras cosas, con las palabras del Papa Francisco, quien ha sostenido públicamente que “la gente de Osorno sufre, sí, pero por tonta”, llamando a no dejarse llevar por “zurdos que arman macanas”, refiriéndose a quienes se oponen al nombramiento del obispo.

Días atrás, la opinión pública fue testigo de la revelación que hizo el actor Álvaro Gómez, quien reconoció haber sido abusado por un cura en su época escolar en Osorno, hecho que agrava aún más la delicada situación que rodea a la gestión de Barros.

Esto, porque acusaciones de esta naturaleza debiesen ser revisadas por una diócesis dirigida por un obispo sobre quien pesan acusaciones de la misma índole, hecho que se transforma en un aliciente para la agrupación de laicos y laicas que piden su salida.

Además de Barros, en Chile hay actualmente otros dos obispos en ejercicio que fueron formados por Karadima: Horacio Valenzuela (Talca) y Tomislav Koljatic (Linares), además de otros sacerdotes que siguen impartiendo guía espiritual y que también salieron del círculo íntimo del cura abusador, como Diego Ossa, sobre quien también pesan acusaciones de abuso sexual.

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