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Piñera resta importancia a decisión de Lagos y juega al misterio: “Lo que haga no altera mis decisiones. Yo he dicho que en el mes de marzo voy a evaluar la situación del país” Dice que determinación de ex mandatario es un “estímulo más que un disuasivo”

Piñera resta importancia a decisión de Lagos y juega al misterio: “Lo que haga no altera mis decisiones. Yo he dicho que en el mes de marzo voy a evaluar la situación del país”

“No hay ningún cambio de escenario. El ex Presidente Lagos ya había anticipado su voluntad de explorar una candidatura presidencial. Y con esta declaración lo que está haciendo es ajustando el escenario, midiendo el agua en la piscina, pero no he tomado una decisión definitiva”, explica el ex Presidente.


El ex Presidente Sebastián Piñera se refirió a la decisión del ex mandatario Ricardo Lagos de participar en la carrera presidencial, afirmando que competir con él es “un estímulo más que un disuasivo”, pero también juega al misterio al señalar que en marzo próximo definirá sus aspiraciones para regresar a La Moneda.

El ex jefe de Estado aún no es candidato, pero actúa como si lo fuera, ya que participa activamente en las campañas municipales de los aspirantes de Chile Vamos y en una gira por el país, en la que se incluyen a ex ministros de su gobierno.

En entrevista con La Tercera, Piñera asegura que su decisión de regresar al poder, a pesar que las encuestas lo posicionan como el abanderado con mejores opciones, la hará en marzo de 2017 a pesar que la determinación de Lagos adelantó los tiempos políticos de definición.

“No hay ningún cambio de escenario. El ex Presidente Lagos ya había anticipado su voluntad de explorar una candidatura presidencial. Y con esta declaración lo que está haciendo es ajustando el escenario, midiendo el agua en la piscina, pero no he tomado una decisión definitiva. Y lo que haga el Presidente Lagos no altera mis decisiones. Yo he dicho que en el mes de marzo voy a evaluar la situación del país, voy a conversar con mucha gente, con los partidos de Chile Vamos, con muchos independientes, y voy a tomar la decisión basada en un solo principio: cuál es mi deber, cuál es mi responsabilidad con Chile y con los chilenos”, explica.

Y añade que “yo soy amigo y le tengo aprecio y respeto al Presidente Lagos. Y yo dije cuando me preguntaron hace un tiempo por una eventual candidatura Lagos-Piñera que sería un clásico por muchas razones, entre otras, porque sería la primera vez en la historia de Chile que dos ex presidentes se enfrentarían en una elección presidencial”.

En ese sentido, Piñera ningunea a los demás aspirantes a La Moneda, indicando que “siempre prefiero competir con buenos candidatos y no con malos candidatos. Y desde ese punto de vista, el hecho de que el Presidente Lagos tenga la experiencia de un ex presidente, igual que yo, sería un estímulo más que un disuasivo”.

Además, dice estar seguro de triunfar en los próximos comicios, porque “creo que nosotros podemos ganar la próxima elección presidencial. A lo que menos temor le tengo es a la competencia democrática y a que la gente decida”.

“Al tomar una decisión uno tiene que sentir que puede hacer un aporte grande, significativo. Muchos piensan que el objetivo es llegar a la presidencia. No. Ese es el comienzo. Mire, yo siento que para mí sería mucho más fácil ganar la próxima elección que lograr volver a poner a Chile en el camino de la senda del progreso y el desarrollo”, explica.

“La única razón por la cual yo asumiría un desafío presidencial es si yo siento que es una responsabilidad. Que yo pueda ser un aporte, que haya una misión a cumplir”, expone.

Piñera también aborda la situación que atraviesa el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet y la baja aprobación expresadas en la encuesta CEP, señalando que a pesar de sentirse “optimista y un gran creyente del país”, el daño infligido por la actual administración “es grave”.

“Este gobierno partió con un diagnóstico equivocado. Este gobierno, por alguna razón que no logro comprender, se avergonzó de lo que juntos habíamos logrado en los últimos 24 años y creyó que había que desmantelarlo todo, partir de cero, con ese infantilismo refundacional que ya existió en el pasado. Segundo, aplicó una ideología equivocada. El actual gobierno confunde lo que es público con lo que es estatal. Lo público nos interesa a todos, la educación es un tema público, la salud es un tema público, nos interesa a todos. Pero eso no significa que el Estado tenga que monopolizar la educación o la salud. En tercer lugar, aplicó, a mi juicio, reformas con un tremendo grado de improvisación”, sostuvo.

Y explica que la reforma educacional “separó a los padres de la educación de sus hijos. La reforma laboral les quitó poder a los trabajadores para entregárselo a las cúpulas sindicales. Pero así y todo, confío en lo que Chile pueda hacer. La madera de la cual estamos hechos nos ha permitido enfrentar grandes desafíos y alcanzar grandes cumbres. Fuimos por lejos la colonia más pobre de España en América Latina y hoy somos el país de mayor ingreso per cápita y desarrollo humano de la región. Eso es mérito de todos los chilenos y, por tanto, creo que un futuro gobierno, cualquiera que sea, lo que tiene que hacer es plantear un proyecto de unidad nacional. No un proyecto de división entre los buenos y los malos, sino un proyecto que incorpore, motive y entusiasme a todos los chilenos de buena voluntad”.

Y reitera que “también tendrá que restablecer la capacidad de diálogo y guardar para siempre la retroexcavadora. Si quiere igualar, tendrá que entender que debe hacerlo hacia arriba, no hacia abajo y, por tanto, lo que ha hecho este gobierno de quitarles los patines a los chilenos es incomprensible. Chile es capaz de resistir cualquier cosa: terremotos, maremotos, inundaciones… Lo que no es capaz de resistir es un mal gobierno”.

Asimismo, sostiene que el país se ha tornado difícil de gobernar, explicando que se debe a dos factores: “Por una parte, tenemos una ciudadanía cada vez más informada, empoderada, exigente, impaciente, muy consciente de sus derechos, no tan consciente de sus obligaciones, y esto es un fenómeno universal. Por otro lado, lo que ha hecho difícil gobernar es que este es un gobierno que se divorció de las prioridades y necesidades de la gente. Y está aplicando una ideología, a mi juicio, muy trasnochada y que la gente rechaza. ¿Es razonable que en un tema como la reforma de las pensiones, que es necesaria, tengamos al ministro de Hacienda diciendo una cosa, a la ministra del Trabajo otra, al de Economía una tercera y el de Desarrollo Social una cuarta, a vista y paciencia de la Presidenta. No hay vuelta: cuando el gobierno es malo se hace muy difícil gobernar. Cuando un país tiene un norte claro, la cosa se facilita”.

Sobre la Presidenta Bachelet, Piñera arguye que ella está actuando bien intencionada, pero “está muy equivocada. Está haciendo cosas muy negativas para los chilenos. Está conduciendo a Chile por mal camino. A mí me dan ganas de decirle al gobierno abra sus ojos y vea que hay un mundo nuevo que viene y que va a ser lleno de oportunidades para los países que sean capaces de aprovecharlas y que va a significar mucha frustración para los países que las dejen pasar. Y Chile tiene que estar a la vanguardia”.

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