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Venta de terreno en Isla de Pascua pone nuevamente a CEMA Chile bajo la lupa Fundación la dirigió hasta agosto pasado Lucía Hiriart de Pinochet

Venta de terreno en Isla de Pascua pone nuevamente a CEMA Chile bajo la lupa

Alejandra Carmona López
Por : Alejandra Carmona López Co-autora del libro “El negocio del agua. Cómo Chile se convirtió en tierra seca”. Docente de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile
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El año 2004, Entel compró por 10 millones de pesos uno de los tantos terrenos que la fundación recibió en dictadura con fines no comerciales. El entonces gerente general de Entel, Richard Büchi Buc –hermano de Hernán, el último ministro de Hacienda de Pinochet– fue quien selló el acuerdo por parte de Entel, por el terreno donde ahora se levanta una antena. “Esto confirmaría que la Fundación CEMA Chile ha devenido en una entidad inmobiliaria”, señalan desde el Ministerio de Bienes Nacionales.


El pasaje Oho Vehi sin número, en Rapa Nui, alguna vez fue un terreno fiscal. Sin embargo, ahora en ese lugar se levanta una antena de Entel Chile S.A.

El 8 de julio de 2004, y según consta en una escritura pública a la que tuvo acceso El Mostrador, Fundación CEMA Chile vendió el terreno a la empresa de comunicaciones que pagó 10 millones de pesos y cuya transacción estuvo liderada por los representantes de Entel, Richard Büchi Buc, y de CEMA Chile, Julia Hormazábal Espinoza.

Ambos firmaron la escritura de la propiedad, que fue enajenada al fisco en 1988, y que forma parte de una larga lista de inmuebles que supuestamente fueron entregados con objetivos sociales y se convirtieron en un jugoso negocio para la fundación liderada por la viuda de Pinochet.

Richard Büchi es uno de los gerentes generales históricos de Entel (1994-2011) y hoy forma parte del directorio de la empresa. Es hermano de Hernán Büchi, quien se desempeñó como ministro de Hacienda en los últimos años de la dictadura cívico-militar. Julia Hormázabal también es un nombre conocido por la familia Pinochet. La abogada se hizo conocida en marzo de 2005, cuando Augusto Pinochet la nombró albacea de todos sus bienes, en reemplazo de Óscar Aitknen.

En la isla comentan que haber adquirido el predio por 10 millones de pesos es un privilegio tratándose de Rapa Nui, donde prevalecen además las “tierras indígenas”, definidas así por la Ley N° 19.253, más conocida, precisamente, como la “Ley Indígena”.

El inmueble era propiedad fiscal y fue transferido en forma gratuita a la Fundación CEMA Chile, mediante Decreto Supremo N° 109 del 10 de febrero de 1988, el que fue firmado por Augusto Pinochet Ugarte y el ministro de Bienes Nacionales de la época.

[cita tipo=»destaque»]En la isla comentan que haber adquirido el predio por 10 millones de pesos es un privilegio tratándose de Rapa Nui, donde prevalecen además las “tierras indígenas”, definidas así por la Ley N° 19.253, más conocida, precisamente, como la “Ley Indígena”.[/cita]

Respecto al tipo de tierra en Rapa Nui, el ministro de Bienes Nacionales, Víctor Osorio, señala además que en el momento de ejecutarse la transferencia gratuita (del fisco a CEMA), se encontraba vigente el DFL Nº 2.885 del 22 de octubre de 1979, que “Establece Normas sobre otorgamiento de Títulos de Dominio y Administración de Terrenos Fiscales en la Isla de Pascua”.

Sus disposiciones establecían que la tierra de Isla de Pascua, aparte de las dependencias fiscales, solo podría ser entregada a particulares que acreditaran pertenecer al pueblo Rapa Nui. “Al dictarse esta disposición solo había dos personas, no originarias de la Isla, en posesión de terrenos en el lugar. En ese contexto, la dictadura habría transgredido esta norma, que fue impuesta por el mismo régimen, dado que la Fundación CEMA era una persona jurídica de derecho privado”, puntualizan desde Bienes Nacionales.

La «inmobiliaria»

La hebra sobre los terrenos de propiedad de la Fundación CEMA Chile es seguida de cerca por el ministro en visita a cargo del caso, Guillermo de la Barra, quien a fines de agosto –y para continuar con la investigación– decretó el embargo de 41 bienes raíces de propiedad de la entidad. Lucía Hiriart se desempeñó como presidenta de la fundación por 43 años y abandonó el cargo a mediados de agosto pasado, producto de la reapertura de las investigaciones por malversación de caudales públicos por la supuesta venta ilegal de inmuebles, donde estarían involucrados más de 6 mil millones de pesos.

Oho Vehi sin número se encuentra el terreno que el año 2004 Fundación Cema Chile vendió a Entel

En Oho Vehi sin número se encuentra el terreno que el año 2004 Fundación CEMA Chile vendió a Entel.

Hace dos meses, los diputados del PC, Karol Cariola y Hugo Gutiérrez, además de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, presentaron una querella en contra de Lucía Hiriart, producto de los 50 mil dólares que el año 1998 recibió de CEMA Chile para gastos asociados, en el contexto de la detención de Augusto Pinochet en Londres. En la oportunidad, Cariola señaló que “el negocio lucrativo que llevó Lucía Hiriart con recursos del Estado no puede quedar impune”. Hoy además, el diputado Hugo Gutiérrez propone revisar todos los contratos firmados por CEMA, no solo el de Entel. “Debería examinarse la legalidad de esos contratos. Todos deben ser revisados, porque a mi entender muchos de ellos podrían ser nulos”, comenta el diputado a El Mostrador.

Víctor Osorio manifiesta que la fecha de enajenación del inmueble –julio de 2004– confirmaría que la Fundación CEMA Chile ha “devenido en una entidad inmobiliaria y que ha incumplido el compromiso formal y legal que asumió con el fisco, en cuanto a destinar los bienes inmuebles fiscales que recibió a fines sociales, consistentes con su objeto social, los que en su momento se consideraron para utilizar el mecanismo de la transferencia gratuita”.

El Mostrador intentó conseguir una versión de Richard Büchi y de Entel; sin embargo, en la empresa no quisieron referirse al tema. Sí argumentaron en privado que, desde la perspectiva de Entel, la empresa compró una propiedad cumpliendo con todos los requisitos legales a un vendedor, que era dueño y que contaba con todos los documentos que acreditaban dicha calidad.

Pese a los insistentes llamados a la Fundación CEMA Chile, fue imposible conseguir una versión.

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