Se lanza hoy en el club nocturno Passapoga
La periodista, que aún no renuncia a su militancia, afirmó que el texto está compuesto por las cosas que vio y vivió mientras estuvo a cargo de las comunicaciones de la tienda. Entre ellas, la formación de firmas de fachada para triangular dinero, entre otras irregularidades. En el partido aseguraron que no eludirán el contenido del volumen.
Lily Zúñiga, la periodista que fue involucrada en el caso SQM por la emisión de una boleta como parte de un supuesto diseño de financiamiento irregular del partido, se autodenominó como «La Negra tatuada» de la UDI a partir de una anécdota en que una diputada rubia se oponía a que fuera candidata de la tienda debido a su color de piel, dando cuenta, de esta manera, del clasismo al interior de la tienda que se promueve como «popular».
Ahora, este episodio que partió como un detalle, forma parte de un relato más amplio que compone el libro Imputada: La Historia de la Negra tatuada de la UDI, texto que se lanza hoy en el club nocturno Passapoga.
«Es una autobiografía: reproduzco lo que vi, lo que viví», dijo la periodista a Radio Cooperativa. La ex jefa de prensa del partido emplazado en avenida Suecia 286 habló además de que detallará «la construcción de empresas de papel para buscar financiamientos para el partido y para campañas».
Otro de los temas incluidos en el libro es un supuesto caso de acoso sexual que involucra al militante Jorge Manzano y el senador Iván Moreira, del que habrían sido víctimas otras personas. «No sé si, para ellos, casos -no solamente míos- (de mujeres) que sufrieron acoso por parte de un funcionario estable de la UDI sean datos rosa», aclaró.
«No sé qué podrían negar. Lo que nieguen y lo que crean que es injuria o calumnia, bueno, serán los tribunales los capacitados para definir eso», agregó.
Desde el partido, su secretario general, Guillermo Ramírez, aseguró que «muchas cosas que ha dicho ella (Zúñiga) en el pasado han resultado ser falsas», dijo, agregando que «cuando llegue el minuto nos vamos a pronunciar, no nos vamos a arrancar».
