El senador señaló que para “facilitar el tránsito de la gerontocracia imperante” se debiese bajar la edad -de 35 a 30 años- para ser senador y presidente. “No se trata de la edad, se trata de la capacidad, la vocación y el compromiso”, manifestó.
“La juventud no necesariamente significa falta de experiencia o discapacidad” argumentó Alejandro Navarro en una columna de opinión en Cooperativa. Usó como ejemplos a Luis Maira, quien fue diputado a los 21 años, Andrés Zaldívar, que fue ministro de Hacienda de Frei Montalva a los 27 años y Aníbal Palma, que llegó a ser ministro de Educación con menos de 30.
“Creemos que rebajar desde los 35 años actuales a los 30, permitirá eliminar esta barrera de acceso, generando una real igualdad ante la Ley. No es azaroso que en las pasadas elecciones municipales una gran parte de los jóvenes no fuese a votar, pese a que son el mayor grupo etéreo habilitado para sufragar”, añadió luego de que en las votaciones del pasado domingo se alcanzara el 65% de abstención.
Para él, este proyecto no se trataría de privilegios, sino de igualar oportunidades. Cuando Navarro anunció la moción, argumentó que un tercio de los votantes estaba entre los 20 y 24 años de edad, y que para la última elección presidencial un 80% de los jóvenes no fue a votar. “Chile necesita liderazgos frescos”, planteó.
“Tenemos a directores de servicios, seremis o diputados y diputadas como Karol Cariola, Camila Vallejo, Daniella Cicardini, Giorgio Jackson, Gabriel Boric y Vlado Mirosevic, quienes han demostrado estar suficientemente capacitados para ejercer estos cargos en política, por ello la Presidencia de la República no debiese ser una excepción para ellos y para nadie”, continuó el senador.
Añadió que “las ideas no tienen edad”: “Conozco a jóvenes de 70 años vigorosos, creativos, dinámicos, llenos de energía y sabiduría y también conozco a viejos de 30 años, cansados, agobiados, lentos y sin ánimo de luchar y crear”.
El senador ejemplificó con países como Francia, Dinamarca, Holanda y el Reino Unido donde se exigen sólo 18 años para ser Presidente. “Debemos facilitar el tránsito de la gerontocracia imperante y pasar a un sistema democrático que integre y no discrimine por la edad, sino por las ideas, por las capacidades, por los liderazgos”, aseveró.
“La gerontocracia es más peligrosa que el duopolio politíco, pues no es su capacidad para gobernar la que la mantiene, sino su habilidad para impedir el surgimiento de nuevos líderes”, finalizó Navarro.
