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A Sodimac se le desordenó la casa: las razones de los trabajadores para no bajar la huelga Diputado Fuad Chahin alegó al CNTV por escasa cobertura del conflicto en TV

A Sodimac se le desordenó la casa: las razones de los trabajadores para no bajar la huelga

Alejandra Carmona López
Por : Alejandra Carmona López Co-autora del libro “El negocio del agua. Cómo Chile se convirtió en tierra seca”. Docente de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile
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Es el conflicto laboral más grande que ha tenido que enfrentar el grupo Solari desde que se levantó Homecenter Sodimac, hace 27 años. Son más de 8 mil los empleados que persiguen reajustes salariales relacionados con el crecimiento real de la empresa, que –según la Fundación Sol– tiene una ganancia operacional diaria de $396.210.000. Representantes de la compañía se reunieron ayer con el director del Trabajo, a quien le reiteraron que es “imposible hacer un ofrecimiento distinto a la última oferta depositada en la Inspección del Trabajo”.


El sábado pasado, Óscar Astete estuvo durante dos horas con un tarro en la mano. En la esquina de una de las tiendas Homecenter Sodimac de Concepción, donde trabaja, sostuvo uno de los recipientes de metal que han ayudado a paliar el día a día de más de 8 mil empleados de la empresa desde que comenzaron una huelga legal, hace dos semanas.

–Esto nos sostiene. Nos hemos organizado en comisiones y sacamos entre 10 mil y 30 mil diarios. Con eso cocinamos tallarines o porotos –dice Óscar, vicepresidente del sindicato que no ha llegado a acuerdo con el Grupo Solari y ha comenzado, por primera vez en su historia, una huelga que mantiene 30 locales paralizados.

El 6 de octubre comenzaron la negociación colectiva que los sentó a la mesa por primera vez. Los trabajadores pedían un reajuste real de 7% y un bono de término de conflicto de $500.000. Sin embargo, no llegaron a acuerdo y la última oferta de la empresa –según señalan los trabajadores– es un reajuste real de 3,5% y $150.000 en un bono de término de conflicto. Mucho menos de lo que incluso habían conversado en los primeros encuentros.

El presidente del sindicato, José Ortega, cree que esta última oferta es solo parte de una reacción de la empresa por haber votado la huelga. Él ha sido presidente del sindicato durante 22 años y dice que jamás se había llegado a este nivel de distancia con la empresa en una negociación. “Lo que enardeció los ánimos fue que en la primera oferta de la Compañía había respuesta a 35 puntos de 78 y la oferta económica para reajuste salarial era en eslabones: 1% (para quienes tuvieran 3 años en la empresa); 1,5% (entre 3 y 15 años); y 2% (más de 15 años)”, comenta José en un día marcado por la fuerza mostrada por el sindicato: este martes realizaron una masiva marcha por el centro de Santiago y también llevaron una denuncia a la Dirección del Trabajo por “prácticas antisindicales de la empresa”.

Distribuir la riqueza

La huelga de los trabajadores de la empresa, filial de mejoramiento del hogar del Grupo Falabella –uno de los más importantes en Latinoamérica– ha puesto la lupa también en la equidad al interior de las empresas.

Sobre ese foco incluso ha contado con el apoyo de parlamentarios como Camila Vallejo, Giorgio Jackson y Gabriel Boric. Este último escribió en su Facebook hace unos días: “El grupo Solari (de los más ricos de Chile) debe entender que su riqueza la generan l@s trabajadores y que por tanto su expansión internacional y patrón de acumulación no pueden ser a costa de ell@s! Mucha fuerza!”.

La Fundación Sol hizo circular en las últimas horas una cifra que también terminaba apoyando esta idea. Según cifras de los economistas, Homecenter tiene una ganancia operacional diaria de $396.210.000.

Una de las críticas de los trabajadores es que en el último año han salido cerca de dos mil trabajadores, entre despidos y no renovación de contrato. “Sodimac tenía 20 mil trabajadores al 21 de diciembre 2013 y hoy son poco más de 16 mil. Sin embargo, las ventas han aumentado. Fueron de 1 billón 700 mil en 2013 y de 2 mil billones 300 mil en 2016”, detalla José Ortega.

Las críticas no solo cayeron sobre el tema de fondo, sino que también respecto a la cobertura de los medios. “Nos hemos comunicado con el CNTV y le hemos enviado una carta porque no es posible que en Chile, los medios cubran las noticias condicionados a quien les paga un avisaje. Creo que eso no es democracia, no hay democracia sin verdadera autonomía en los medios y esa autonomía no debe ser solo del poder político, sino también del poder económico”, dijo el jefe de la bancada DC Fuad Chahin, luego de reunirse con los dirigentes de Homecenter Sodimac.

[cita tipo= «destaque»]Desde la empresa señalaron a El Mostrador que en el período de Buenos Oficios (7 de noviembre), la compañía presentó una última oferta de 5% por sobre el IPC, además de un incremento en beneficios y un bono de término de negociación de entre $360 mil y $500 mil, según la antigüedad del trabajador. “El sindicato rechazó esta propuesta que a todas luces era muy buena, por lo que se inició una huelga legal. La huelga ha significado costos de toda índole para la empresa y la última propuesta ofrecida el 16 de noviembre reflejaba en parte dichos costos. Tenemos la obligación de ser responsables con las más de 17 mil personas que conforman la compañía”.[/cita]

El apoyo de los diputados, ha sido lo mismo que ají en la boca para los empresarios. «Los parlamentarios son los primeros que deben cumplir la Constitución y las leyes. Y la Constitución dice muy claramente que cesa en el cargo el parlamentario que intervenga de cualquier forma en los conflictos laborales. Los parlamentarios no tienen nada que hacer en una negociación colectiva o en una huelga y ya es hora que respeten la ley», dijo en La Segunda el presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Herman von Mülenbrock.

Ricardo Mewes, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), lanzó críticas en la misma dirección: «No es rol de los parlamentarios participar en las huelgas, ya que se desvirtúa y politiza el movimiento sindical, dejando de lado los legítimos intereses de los trabajadores, siendo reemplazados por motivaciones políticas».

Ambas posiciones no son antojadizas. Tanto Von Mülenbrock como Mewes postulan a liderar la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) y la huelga de Sodimac ha concitado apoyo y críticas que van más allá de la empresa misma y llegan –otra vez– hasta el corazón del modelo económico.

Los descargos de la empresa

Los trabajadores también ingresaron una denuncia ante la Dirección del Trabajo. Luis Alberto Araya, asesor del sindicato, señala que dentro de estas se cuentan modificaciones de turno de trabajadores que estaban al interior de la compañía, negación en pagos de sala cuna y “difusión de un video donde un gerente llama a los trabajadores a no hacer efectiva la huelga”, comenta Araya.

De acuerdo a la empresa, las acusaciones son absolutamente infundadas: “Ya pusimos a disposición de la Dirección del Trabajo todos los antecedentes necesarios para demostrarlo y seguiremos colaborando con absoluta transparencia”.

En el marco de los últimos esfuerzos de diálogo, los representantes de la firma señalan que se reunieron la tarde de ayer con el director del Trabajo, a quien le reiteraron que después de 14 días de huelga (15 días hoy), es imposible hacer un ofrecimiento distinto a la última oferta depositada en la Inspección del Trabajo.

Desde la empresa señalaron a El Mostrador que en el período de Buenos Oficios (7 de noviembre), la compañía presentó una última oferta de 5% por sobre el IPC, además de un incremento en beneficios y un bono de término de negociación de entre $360 mil y $500 mil, según la antigüedad del trabajador. “El sindicato rechazó esta propuesta que a todas luces era muy buena, por lo que se inició una huelga legal. La huelga ha significado costos de toda índole para la empresa y la última propuesta ofrecida el 16 de noviembre reflejaba en parte dichos costos. Tenemos la obligación de ser responsables con las más de 17 mil personas que conforman la compañía”.

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