Derrota de Jaime Bellolio golpea a ‘los iluminados’
Van Rysselberghe, que está siendo investigada como imputada, por la fiscal Ximena Chong, por una boleta supuestamente falsa de 9 millones de pesos para su campaña senatorial, también se ha mostrado contraria a las llamadas «candidaturas testimoniales», algo que se interpreta, casi con certeza, como un apoyo implícito a la carrera presidencial de Sebastián Piñera, compartiendo así el mismo pragmatismo que caracteriza a su «padrino», el senador Coloma. [ACTUALIZADA]
En la voz de Hernán Larraín, timonel UDI, se dio a conocer la victoria de la senadora Jacqueline van Rysselberghe, con un 62,4% de las preferencias. Su rival, Jaime Bellolio, obtuvo un escaso 37,6%, sepultando, de golpe, su propuesta de “la renovación generacional”.
La histórica jornada se promocionó con el lema “un militante, un voto” y fue la primera ocasión en que el partido que fundó Jaime Guzmán para dar soporte y proyección política a la dictadura de Pinochet se abrió a la participación abierta de su base en la elección interna de autoridades. Pero estuvo marcada por una bochornosa falla del sistema de voto electrónico que retrasó y entorpeció el proceso, especialmente en regiones. Además, de un total de 72 mil militantes que figuran en los padrones de la colectividad, solo votaron 6.828.
Por otra parte, la elección sirvió para encarar distintas visiones de lo que, dicen, debería ser el partido más importante de la derecha de los últimos 40 años. El derrotado diputado Bellolio, por ejemplo, se había mostrado partidario de revisar la declaración de principios del partido, que se remonta a la década del 80 (en el aspecto que menciona la intervención de las Fuerzas Armadas en el quiebre institucional del año 73); la ex alcaldesa de Concepción, por el contrario, fue tajante al decir que no estaba dispuesta a revisar dicho documento.
Otro punto de choque dice relación con los conflictos sobre financiamiento irregular de la política. La recién electa presidenta de la UDI ha defendido la tesis de que es un problema «que ha afectado transversalmente a los partidos políticos» y que, por ende, no se debería congelar la militancia a quienes estuvieran involucrados.
Bellolio, por su parte, defendió la postura de que, si un militante es formalizado, se le debería congelar la militancia hasta que se resuelva la investigación judicial.
Un par de días antes de las elecciones, Moreira acusó a la senadora de estar bajo la sombra de Novoa, “porque las personas que integran esa lista, desde Van Rysselberghe, pasando por tres o cuatro integrantes más, son todos discípulos de Novoa. Entonces, ¿dónde está el cambio? Yo quiero una UDI sin la sombra de un ‘coronel’”, señaló.
En la misma línea, cabe recordar que, durante la campaña, la supernumeraria del Opus Dei pidió expresamente el apoyo a Novoa, condenado por el caso Penta, y a Longueira, formalizado en el caso Corpesca por cohecho y delitos tributarios, excusándose al decir que “están retirados de la política”.
Justamente en esta línea, recibió el apoyo de Cecilia Brinkmann, esposa de Longueira, durante un encuentro entre la senadora y militantes UDI en el Club El Golf 50, en la comuna de Las Condes, lo que fue leído como un abierto respaldo del sector denominado “UDI popular”, cuyo líder histórico es el formalizado ex ministro de Economía.
[cita tipo= «destaque»]Pero el «factótum» detrás de la candidatura de la ex intendenta de la Región del Biobío, como se comenta en los pasillos de Suecia #286, es el vicepresidente de la lista electa, Juan Antonio Coloma, quien desplegó todo el apoyo necesario para lograr posicionar a la ex alcaldesa –reconocidamente pinochetista– como presidenta del partido, movilizando la máquina al interior de la colectividad que controla en varias regiones desde que fue presidente del gremialismo.[/cita]
La derrota del diputado Bellolio, Ingeniero Comercial UC, Máster en Chicago y miembro de Libertad y Desarrollo, de perfil más intelectual que la senadora, representa una fuerte derrota del proyecto generacional que estuvo detrás de la mesa de la colectividad que encabezó Ernesto Silva y que terminó abruptamente su mandato en medio del misil que significó para el gremialismo el Caso Penta. Tras este se agrupaban los llamados diputados sub-40, grupo conocido como ‘los iluminados’.
Un conocedor de la interna partidaria expresa que justamente el apoyo de Silva y ‘los iluminados’ fue un salvavidas de plomo para el candidato. “Esto del grupito de especiales tenía a todos hasta la coronilla, más todavía cuando el resto se enteró que recibían casi toda la plata para las campañas a costa de los otros parlamentarios menos vip”, agrega la fuente.
Van Rysselberghe, que está siendo investigada como imputada, por la fiscal Ximena Chong, por una boleta supuestamente falsa de 9 millones de pesos para su campaña senatorial, también se ha mostrado contraria a las llamadas «candidaturas testimoniales», algo que se interpreta, casi con certeza, como un apoyo implícito a la carrera presidencial de Sebastián Piñera, compartiendo así el mismo pragmatismo que caracteriza a su «padrino», el senador Coloma.
Jacqueline Van Rysselberghe será la presidenta, Pablo Terrazas será el secretario general, mientras los vicepresidentes serán Juan Antonio Coloma, Ena Von Baer y David Sandoval.
En el cargo de prosecretaria postula Viviana Paredes y de tesorera Macarena Santelices.
