Alberto Salas se refirió al piedrazo que recibió el empresario: «Cuando eso no se reconoce y se ataca de esta forma, hay más ideología que ganas de analizar en profundidad, con apertura y con claridad los hechos».
“La violencia siempre es condenable. Los empresarios siempre estamos dispuestos a conversar, a dialogar, sobre nuestros proyectos de inversión y los efectos que tienen. Es muy grave que se coarte esa libertad de inversión por una vía violenta”, afirmó el presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Alberto Salas, al referirse en El Mercurio al piedrazo que recibió Andrónico Luksic a la salida del Centro de Justicia.
Salas agregó que “nos parece muy reprobable y condenable que una persona que va a un tribunal de la República y, siendo él la víctima, no tenga las garantías y los resguardos necesarios que necesita todo ciudadano en el país. Eso es condenable y (expresamos) nuestra solidaridad con Andrónico”.
Luksic es presidente del holding Quiñenco y CCU, además de ser el vicepresidente del Banco de Chile. Cabe recordar que se querelló por injurias graves con publicidad contra el diputado ex RN Gaspar Rivas, luego de que éste lo tratara como «hijo de puta» en la Cámara y en un par de entrevistas, además de decir que es «el máximo delincuente que tenemos».
A la salida de la audiencia, Luksic se encontró con quienes protestaban contra el proyecto hidroeléctrico Alto Maipo, que el grupo, a través de Antofagasta Minerals, desarrolla junto a AES Gener.
Después de la reunión del comité ejecutivo de la multigremial, Salas aseguró que hay «ideologismo» detrás del actuar de los mnifestantes: “Hay un poco de ideología en el tema (…) somos parte de la sociedad y nuestros proyectos tienen que ver y hacerse cargo de los efectos que tienen tanto en el medio ambiente como con la comunidad”. El empresario dijo que «cuando eso no se reconoce y se ataca de esta forma, hay más ideología que ganas de analizar en profundidad, con apertura y con claridad los hechos».
Por último, agregó que los empresarios «no tenemos nada que ocultar. Muy por el contrario, tenemos muchas cosas positivas que mostrar».
