Cinco personas y un bebé por nacer fueron las víctimas de un criminal que nuevamente pone el tema de la violencia machista en el tapete de la opinión pública argentina.
En Hurlingham, ubicada en la zona oeste del Gran Buenos Aires, ocurrió el más reciente acto delictual que tiene horrorizada a la República Argentina. Un hombre asesinó a su mujer y a cinco familiares directos.
Minutos después de las 10 de la noche de ayer, Diego Loscalzo, un empleado de Metrovías Tres de febrero de 35 años, mató a su esposa Romina, una policía de patrulla de San Isidro y a otros cinco familiares usando el arma reglamentaria de ella. Loscalzo sostuvo una discusión con la mujer y le disparó. Al escuchar el balazo, Vanesa la hermana de Romina, fue a ver que sucedía, y al llegar fue también abatida por el sujeto. Luego fue el turno de Darío Díaz, novio de Vanesa, y finalmente de una vecina que llegó tras oir el alboroto, y que se encuentra grave en el hospital.
No conforme con todo esto, Loscalzo salió enajenado de la casa y recorrió 25 cuadras hasta la residencia de sus suegros. Antes les llamó y les pidió que se fueran a su casa porque Romina había tenido un accidente. Les interceptó y disparó al auto en el que iban, resultando fallecido José Eduardo Marguna, hermano de la primera víctima. Otra bala llegó a la esposa de Marguna, Mónica Lloret, quien estaba embarazada y tenía programada una cesárea para hoy. Perdió al bebé y ahora se debate entre la vida y la muerte. El asesino también disparó a una niña de 12 años, hija de Marguna y Lloret, que se encuentra internada fuera de peligro. Por último atacó a su suega, Juana Paiva, quien murió luego en un centro asistencial.
Tras horas de intensa búsqueda, el criminal fue detenido en la localidad cordobesa de Río Segundo
