La muerte de Nisman sigue sin esclarecerse. Ahora aparece una nueva conversación sostenida entre el fallecido fiscal y el director de la Agencia Judía de Noticias Daniel Berliner, en la que menciona la posibilidad de ser asesinado por su investigación.
Las especulaciones respecto a la extraña muerte del fiscal Alberto Nisman continúan en Argentina. El persecutor iba a presentar una denuncia en contra de la entonces Presidenta Cristina Fernández de Kirchner y altos personeros kirchneristas, por encubrir a los autores del atentado a la AMIA en 1994, fue encontrado muerto en su departamento el día antes.
Hoy Radio Mitre ha revelado un audio entre Nisman y el director de la Agencia Judía de Noticias (AJN) Daniel Berliner, en el que habla respecto al informe que presentaría ante el Congreso Argentino. «Hay mucha gente que respalda las pruebas que hay. (…) Esto aunque quieran matarme o sacarme del medio, ya no tiene retroceso y algunos involucrados ya lo saben y no saben cómo salir y están pidiendo salvavidas» dice el fiscal a Berliner en dicha conversación. «Ahora tengo las pruebas y a más de uno le va a temblar el orto» sentenciaba Nisman.
El persecutor culpaba a Irán y al grupo terrorista Hezbolá del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) -una de las más grandes agrupaciones comunitarias de los judíos argentinos- que en 1994 dejó 86 muertos (Entre ellos un chileno y la esposa argentina del ex Gran Rabino de Chile). En 2013 el gobierno kirchnerista firmó un memorándum de entendimiento con Irán para la investigación y juicio de eventuales culpables (hay cinco ciudadanos iraníes con orden de captura internacional por el ataque), sin embargo dicho memorándum era muy cuestionado por su presunta intención de dar impunidad a los involucrados persas, a cambio de ventajas económicas en acceso al petróleo para Argentina.
En el audio, Nisman auguraba que su investigación terminaría «con gente presa», ya que en su opinión había «funcionarios involucrados del Estado».
«Esto es gravísimo. (…) Esto termina mal. (…) Es cuestión de meses», pronosticaba.
En la conversación con Berliner -con quien mantenía una larga amistad-, Nisman aseveraba que no había «dudas» de que «los máximos responsables» de lo que acusaba terminarían «presos en poco tiempo».
«Que me estén escuchando a estas alturas me chupa un huevo porque cada uno sabe lo que hizo, lo que dijo, y dónde quedó registrado. El problema lo tienen ellos, no yo», subrayó.
«Estoy tranquilo. Los que no tienen que estar tranquilos (…) son los que hicieron estas cosas», añadió.
El atentado a la AMIA ha sido hasta hoy el mayor ataque a una institución u objetivo judío desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
