«Fuimos víctimas y/o testigos de situaciones generalizadas de violencia laboral y psicológica de parte de él en contra de periodistas, radiocontroladores y otros funcionarios», aseguran a través de una carta, haciendo un llamado al rector Ennio Vivaldi a tomar cartas en este asunto.
Hace pocos días se hizo conocida una carta pública escrita por el ex productor periodístico de la radio Universidad de Chile, Nelson Navarro. En la misiva, el ex trabajador denunció malas prácticas laborales, tales como trabajo a honorarios por varios años, incumplimientos a las licencias médicas y despidos arbitrarios.
Y contó que semanas después de haber sido operado por una angioplastía coronaria en la Clínica Tabancura, fue notificado de su despido a través de un correo electrónico. En ese momento, se encontraba en control con su cardiólogo, quien le había otorgado una licencia.
«Son muchas las personas que durante estos más de 10 años he visto pasar por la radio, incluyendo importantes periodistas que se han visto afectados por decisiones basadas únicamente en el temperamento del director Juan Pablo Cárdenas, quien por motivos que muchas veces no son comprensibles para todos, despide o al menos reasigna de funciones sin explicación alguna, provocando desconcierto y temor en el equipo», sostuvo Navarro en la misiva.
Este jueves, se dio a conocer otra carta. Esta vez se trata de un grupo de ex trabajadores de la emisora, quienes manifiesta su respaldo al ex productor y critican de paso al Premio Nacional de Periodismo 2005 y actual profesor de Ética y Tratamientos Periodísticos del Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile.
La carta dice lo siguiente:
«Lamentamos enormemente la desvinculación de Nelson en tan adversas condiciones. Sin embargo, no nos sorprende: lo sucedido con Nelson Navarro está lejos de ser un caso aislado. Durante nuestra permanencia como trabajadores de la emisora, fuimos víctimas y/o testigos de situaciones generalizadas de violencia laboral y psicológica de parte del director en contra de periodistas, radiocontroladores y otros funcionarios. Esto obedece a una conducta permanente de abuso de poder, violencia, misoginia y homofobia que Juan Pablo Cárdenas ha sostenido durante sus 17 años como director designado de uno de los pocos medios de comunicación públicos e independientes del país.
También lamentamos la desafortunada declaración del director en la que invita a Nelson Navarro a “obtener el título de periodista que por largos años nos prometiera exhibir para, de esta forma, ser pasado a contrata dentro del escalafón profesional”. La respuesta de Juan Pablo Cárdenas es indignante y avala el precario modelo laboral que todos los días dice combatir.
Podemos constatar que la amplia mayoría de los periodistas de Radio Universidad de Chile, pese a estar titulados, trabaja bajo la modalidad del convenio de honorarios. Esta situación contractual vulnerable permite abusos como los cometidos contra Nelson Navarro y mantiene a los trabajadores imposibilitados de denunciar los malos tratos a los que son sometidos por miedo a perder sus empleos. La evidente contradicción en las palabras de Juan Pablo Cárdenas responde más a su personalidad violenta y prepotente que a una explicación real que justifique las condiciones de trabajo indignas de Nelson Navarro y tantos otros profesionales.
Durante diez años Nelson fue un trabajador de conducta intachable, cuya labor facilitó nuestro quehacer periodístico y permitió el regular funcionamiento de Radio y Diario Universidad de Chile. No podemos sino respaldar sus declaraciones y poner a disposición nuestros testimonios para cualquier investigación que decida llevar a cabo el Tribunal de Ética del Colegio de Periodistas o el estamento que corresponda en la Universidad de Chile.
Hacemos un llamado a la comunidad de la Universidad de Chile a dignificar su medio de comunicación, y a su rector, Ennio Vivaldi -en su calidad de superior directo de Juan Pablo Cárdenas- a que tome cartas en un asunto que traspasa la ética y honorabilidad que una universidad pública debiera exhibir tanto en su actuar de cara al país como en su funcionamiento interno.
La defensa pública de los Derechos Humanos encabezada por la Universidad de Chile a través de su Radio y Diario Electrónico debe comenzar por la defensa de los derechos y la dignidad de sus trabajadoras y trabajadores».
