Ante cerca de un millar de adherentes que llegaron hasta el Anfiteatro de La Florida, el senador ex RN presentó las bases programáticas de su campaña y no dudó en aludir a quienes serán sus rivales en las Primarias de Chile Vamos. «Tengo las manos limpias» y «no me disfrazo», fueron algunas de sus frases.
Con un discurso en el que no faltaron alusiones a quienes serán sus rivales en las primarias legales de Chile Vamos, el senador por Santiago Oriente Manuel José Ossandón lanzó este viernes las bases programáticas de su precandidatura.
Dirigiéndose a los más de 800 adherentes suyos que se dieron cita esta noche en el Anfiteatro de La Florida, Ossandón manifestó que “nadie me puede callar, nadie me cerrará la boca para denunciar lo que creo que es incorrecto y para defender con entereza y hombría lo que, estimo, se amolda mejor a mi país, porque necesitamos forjar un mejor futuro”.
En la oportunidad, aunque sin mencionarlo, el parlamentario y ex alcalde de Puente Alto volvió a aludir al escenario judicial que enfrenta el ex presidente Sebastián Piñera por casos como el de Exalmar, y que sin ir más lejos le significó declarar como imputado ante el titular de la Fiscalía Metropolitana Oriente, Manuel Guerra.
“La verdad es que yo no tengo nada que esconder, acá están mis manos, con defectos, con virtudes, grandes, gordas, pero limpias”, expresó.
También reconoció que “no es fácil pelear contra los poderes que se coluden y los grandes poderes económicos. En mi última candidatura senatorial fueron testigos que tuve muchas empresas en contra, a todo el aparato del gobierno y lanzaban cohetes de corto y largo alcance contra nosotros. Intentaron ahogarme y no les fue bien. Tomé el oxígeno que me entgregó mucha gente como ustedes y sacamos adelante una campaña limpia, honorable que me convirtió en el senador que tiene más votos en la centroderecha de Chile”.
También se refirió al diputado de Evopoli Felipe Kast, indicando que «ustedes me conocen. No me disfrazo para mostrarme como una persona como no soy, no me disfrazo de nada, ni de mujer ni de nada. No necesito disfrazarme para defender lo que creo, lo hago a la cara y mirando a los ojos. No uso un traje a la medida, nunca me he vestido distinto para defender una causa ni he dicho lo que no soy».
El parlamentario afirmó además que «voy para adelante defendiendo mis principios y mis convicciones, aunque a veces me cuesta caro y soy objeto de algunas críticas de algunas elites de mi sector, y también del otro”.
