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Fernando Atria califica como un “balde de agua fría” millonarias inversiones del PS y apunta sus dardos a las cúpulas del partido Asegura que no se puede naturalizar el hecho de que el PS “se haya transformado en un fondo de inversiones”

Fernando Atria califica como un “balde de agua fría” millonarias inversiones del PS y apunta sus dardos a las cúpulas del partido

Macarena Segovia
Por : Macarena Segovia Periodista El Mostrador
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“Lo que recorre al partido es un sentimiento de indignación, de que esto es inaceptable”. De esta forma, Fernando Atria describe la reacción de las bases socialistas ante la información de que el PS invirtió sus fondos en empresas como SQM, ligada al ex yerno de Pinochet, Julio Ponce Lerou. A pesar de la indignación, el académico afirma que esto podría significar una oportunidad para un alicaído Partido Socialista, ya que “esta información ha tocado un punto distinto al de todos los otros casos (…) algo más profundo”. El problema, estaría en la falta de claridad desde la mesa directiva, que –a su juicio– han entregado una declaración que “no ayuda mucho, en este caso lo que se necesita es la claridad y transparencia total, aunque duela”.


La información de que el Partido Socialista invirtió durante 13 años parte de su millonario capital –fruto de la indemnización del Estado por los inmuebles quitados durante la dictadura– en empresas ligadas a investigaciones por financiamiento irregular a la política, como la minera SQM –ligada a Julio Ponce Lerou, ex yerno de Pinochet–, Pampa Calichera, entre otras, ha desatado un vendaval al interior de la filas socialistas. Un hecho que no ha dejado indiferentes a los sectores más críticos y ligados a la izquierda más dura del PS, como el grupo liderado por el académico y ex precandidato presidencial Fernando Atria.

Bastante impactado y algo incómodo en la silla de su oficina ubicada en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, Atria asegura que “no teníamos idea de esto. No tenía ninguna información”. Situación que sería extensible a la mayoría de la militancia del partido: “Esto es noticia, la mayoría de los socialistas se desayunaron con esto (…). Se siente como un balde de agua fría, yo he estado viendo grupos de WhatsApp de las bases y otros espacios y lo que recorre al partido es un sentimiento de indignación, de que esto es inaceptable”, afirma.

A pesar de que la información destapada ha significado en las bases militantes, según Atria, “una reacción de shock, indignación y estupor que no había visto en otros casos”, para el académico esto podría significar una oportunidad, ya que “esta información ha tocado un punto distinto al de todos los otros casos, desde que se bajó Isabel Allende, o la consulta, yo creo que esto ha tocado algo más profundo”. El problema, según él, es que ha faltado claridad desde la mesa directiva, que –a su juicio– ha entregado “una declaración que no aclara, no ayuda mucho, en este caso lo que se necesita es la claridad y transparencia total aunque duela, que se sepa todo lo que tiene que saberse”.

[cita tipo=»destaque»]Lo que pasa es que no puede ser tomado como natural que el Partido Socialista se haya convertido en un fondo de inversiones. Los partidos políticos no son entidades que manejen enormes capitales y sobre todo en el caso del Partido Socialista, donde se tienen recursos que se recibieron por indemnización por sus sedes. Ya la idea de que tenga un enorme capital muestra un problema que apunta a la despolitización de los partidos políticos, que ya no son un proyecto político. Lo mismo que decíamos a la interna del Partido Socialista, se está manifestando en este asunto.[/cita]

-Cómo dirigente de una parte importante del PS y hasta carta presidencial en algún momento, ¿cómo esto irrumpe en la base ideológica más profunda del socialismo?
-Es importante ver cuál es el problema de fondo aquí. Creo que hay varios aspectos que comentar, lo primero es la parte que no se discute tanto. ¿Por qué el Partido Socialista tiene que tener la cantidad de dinero que tiene, si no es un fondo de inversiones? ¿Por qué este partido tiene que tener miles de millones de pesos invertidos? El Partido Socialista no debería tener esa cantidad de dinero invertido en capital, porque si tiene esos recursos debería usarlos en financiar la actividad del partido.

Yo sé cuál es la explicación de que los tenga, una indemnización hecha por el Estado por todo el daño que se hizo en dictadura, por el decomiso de sedes, está bien, eso lo entiendo. Pero yo pensaría que si el Partido Socialista se entiende como un partido político, al recibir esos recursos se implementará un plan para gastarlos, no en el sentido de desperdiciarlos, pero cómo hacer para recuperar las sedes.

 –La decisión de invertirlo en empresas como SQM, Pampa Calichera, entre otras, a qué línea apunta, qué camino del socialismo, ¿por qué no invertir en otras empresas, por ejemplo, ligadas al mundo social?
-Si el PS va a tener un dinero, pensaría que en un principio no debería tenerlo, porque no es un capital, un fondo de inversiones. Pero partiendo del hecho de que lo tiene por un tiempo, no creo que sea un problema que, sujeto a reglas de control presupuestario, el Partido Socialista invierta esos fondos para tener utilidades, mientras se realizan los programas para gastarlos, para invertirlos. No creo que el Partido Socialista, por ser socialista, no pueda tener actividades de inversión, pero sí creo que, en el caso de que los tuviera, si hay una decisión política de características generales para las inversiones.

-¿Cuáles son estas características?
-Que no se puede invertir en ciertas empresas, que el PS no puede tener inversiones como Soquimich, Pampa Calichera, todas cuestiones que son extremadamente obvias. A cualquier persona a cargo de las inversiones del Partido Socialista debería serle inmediatamente evidente que esto, si se sabe, es un problema. Entonces, yo creo que aquí falta mucho por saber.

-¿Quién es el responsable, el comité patrimonial, las dirigencias del PS, en dónde se corta esta definición?
-Lo que pasa es que no puede ser tomado como natural que el Partido Socialista se haya convertido en un fondo de inversiones. Los partidos políticos no son entidades que manejen enormes capitales y sobre todo en el caso del Partido Socialista, donde se tienen recursos que se recibieron por indemnización por sus sedes. Ya la idea de que tenga un enorme capital muestra un problema que apunta a la despolitización de los partidos políticos, que ya no son un proyecto político. Lo mismo que decíamos a la interna del Partido Socialista, se está manifestando en este asunto.

Además, hay otras cuestiones que uno podría objetar, por ejemplo, que no haya habido atención al hecho de que no todas las inversiones son iguales, no puedo invertir en empresas que están en licitación con el Estado, investigadas por corrupción, cohecho, empresas que son del yerno de Pinochet, etcétera… Hay diferencias políticas entre las empresas y hay responsabilidades que hay que asumirlas y eso les corresponde a las mesas respectivas y a este comité de patrimonio, pero fundamentalmente a las autoridades del partido.

-¿Han sido suficientes las explicaciones dadas por la mesa directiva?  
-Todavía nos deben explicaciones sobre el estatuto legal de esto, porque nos dicen que se tiene un fideicomiso ciego y por eso no se enteraban de cuáles eran las inversiones. Entonces el partido no tenía un mecanismo legal para enterarse. Eso es verdad desde enero de 2016, porque antes de eso no existía. Entonces, no cubre todo. Y si hay un fideicomiso ciego, ¿cómo los periodistas de Mega se consiguieron la información por Ley de Transparencia?

La declaración de la mesa dice que este capital está en instrumentos de renta fija y luego hablan de que se invirtieron en acciones, probablemente hay un apuro por dar explicaciones, lo que ha llevado a que no sean lo más claras posibles, para distinguir qué es lo aceptable, lo que no es un criterio muy sofisticado, Soquimich, el yerno de Pinochet… estamos hablando de cosas bastante básicas.

-¿De qué forma golpea esto al PS, desde la perspectiva de la imagen, en el contexto de una crisis política y de instituciones, como los partidos, muy fuerte, sumado a un año electoral, con un panorama bastante abierto?
-Lo golpea, no soy inocente respecto a la razón de por qué sale ahora, esto tiene que ver con tapar la repentinamente pequeña fortuna de Piñera, y justo ahora sale esto, no me cabe duda de que hay un cálculo de este tipo. Pero, más allá de eso, que no puede perderse de vista, le afecta al Partido Socialista. Nosotros hemos dicho que los partidos socialistas, en general, son cada vez menos instrumentos al servicio de un proyecto político y, cada vez más, instituciones que están vinculadas a mantener el poder o a llegar al poder por el poder mismo. Y eso se ha manifestado en que, por ejemplo, en la discusión presidencial no fue una competencia de proyectos políticos entre los candidatos, sino, más bien, de los mejores números en encuestas que son de dudosa procedencia. Entonces, yo creo que esto de que el Partido Socialista está transformado en un centro de inversiones, es bien coherente con eso.

-¿Es síntoma de una crisis más profunda?
-Yo creo que es reflejo de eso, más profundo, no es una declaración retórica, son los hechos, son cada vez menos instituciones al servicio de la política. Y lo importante es recuperar a los partidos y su servicio. En el caso del Partido Socialista, es la búsqueda del socialismo, en eso no nos podemos perder, pero está bien lejos de la construcción del socialismo el hecho de que, habiendo recibido una gran cantidad de recursos por una indemnización por haber perdido sus sedes partidarias, en vez de invertirlo en un programa, el Partido Socialista se dedique a invertirlo en la bolsa.

-¿Existe una salida a esta situación, que no es solo del PS sino transversal a otros partidos? Se han hecho cambios a nivel legal, pero ¿ha habido cambios en las estructuras y bases de los partidos?
-Lo que ha pasado hasta ahora es que, como los partidos políticos dejaron de ser instituciones al servicio de un proyecto político, regulémoslos como si fueran empresas. Entonces salen todas estas reglas de transparencia, que está muy bien, pero en el fondo tratan a los partidos como cualquier otro interés particular. Pero el problema de fondo es que tenemos una plataforma política que se ha ido despolitizando, al punto que los partidos políticos cada vez son menos políticos.

-Por eso le consultaba por los militantes de base del partido…
-La base militante entiende que está en el partido por razones políticas, ellos hablan de su militancia en el Partido Socialista de cuando iban marchando con Salvador Allende, eso es lo que en la base militante está.

-¿Y en la cúpula militante queda de eso?
-Bueno, yo no voy a decir ‘no queda nada’, pero cuando uno mira en general el modo en que el partido se despliega institucionalmente, es cada vez más difícil identificarlo con una institución comprometida con el socialismo. El cambio necesario es un proceso de renovación política que tiene que venir desde dentro de los partidos y, si no viene, esos partidos van a desaparecer. Porque en la medida que la ciudadanía empieza a ver a los partidos políticos como empresas, o como fondos de inversión, la ciudadanía se pregunta para qué existen los partidos. Y la respuesta que se dan es que los partidos existen para su propio beneficio o para defender intereses de quienes son poderosos en su interior y todas esas explicaciones hacen que los partidos políticos sean inaceptables, rechazados por la ciudadanía. Y si no se regenera, va a pasar de la indiferencia ciudadana a la indignación ciudadana.

-Como sector al interior del PS han sido bastantes críticos y han hecho hincapié en la distancia entre las bases y las cúpulas del partido. Tras lo ocurrido, ¿existe aún el compromiso por generar un cambio al interior del Partido Socialista?
-Eso es lo que le da sentido a que estemos en el Partido Socialista, porque creemos que es posible y es importante. Si esto no fuera posible, entonces para qué estar, porque no tiene sentido estar en un fondo de inversiones, para eso está la banca comercial. El diagnóstico de la despolitización del Partido Socialista, que hemos levantado, cada cosa que sale es una ratificación de eso.

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