La iniciativa, que se tramita con suma urgencia, fue despachada por la Comisión de Salud de la Cámara Alta. Y si bien los integrantes oficialistas de la instancia celebraron los avances, el senador de RN Francisco Chahuán ya adelantó que si se aprueba en la sala de la Corporación, su sector ya evalúa recurrir al Tribunal Constitucional.
La Comisión de Salud del Senado concluyó el debate en particular del proyecto de ley que despenaliza la interrupción del embarazo en tres causales y, en consecuencia, se despachó la iniciativa -que ahora cuenta con suma urgencia, es decir de 15 días para ser despachada-, a la Comisión de Constitución quienes deberán continuar con el debate del articulado.
Durante la última sesión de la instancia, la discusión estuvo centrada principalmente en la objeción de conciencia que pueden realizar, particularmente los médicos tratantes, que se nieguen a realizar una interrupción del embarazo en los casos de violación, riesgo de vida la madre o inviabilidad del feto.
En todo caso, los recintos de salud, tanto públicos como privados, estarán en la obligación de contar con algún especialista que esté dispuesto a realizar la operación, o de derivar a la mujer que solicita el tratamiento, en caso de que no contarán con éste.
El senador y presidente de la Comisión de Salud, Guido Girardi (PPD), explicó que nadie está por sobre la ley, pero que al ser éste un proyecto que cruza temas valóricos, existiría la opción de excusarse de aquellos médicos que no realicen una interrupción del embarazo.
En consecuencia con esto, afirmó que “aquella mujer si decide interrumpir el embarazo o llegar a término tendrá resguardado el derecho a decidir en el sentido de que tendrá que materializarse este derecho y las clínicas u hospitales podrán tener una objeción de conciencia individual (…), pero resguardando el derecho de la persona (de llevar a cabo la interrupción del embarazo)”.
Por su parte, la senadora del PS Isabel Allende manifestó que «por fin esta sociedad va a llegar a un momento, en que va a permitir que las mujeres puedan tomar sus decisiones frente a tres situaciones extremas como las que se legislan (…). No hay nada más violento, deleznable, que la violación a una mujer, y si producto de esa violación, a la fuerza, brutal, no voluntaria, además se produce un embarazo, creo que a lo menos como sociedad no debemos perseguir a la mujer, ni volverla a victimizar, sino darle la oportunidad de tomar una decisión si quiere seguir o no con ese embarazo. Creo que es tremendamente importante y hoy hemos dado un paso histórico en ese sentido”.
En tanto, el senador Francisco Chahuán (RN) criticó la iniciativa, puesto que en su opinión, se debería haber entregado la posibilidad a hospitales y clínicas a tener objeciones de conciencia de forma institucional, como también hacer extensiva esta opción a todo el equipo sanitario, no solo a los médicos tratantes.
Chahuán explicó al término de la sesión que “lamentamos que el Ejecutivo no haya considerado tal objeción de conciencia (institucional y extensiva al equipo sanitario), y desde ya hicimos reserva de constitucionalidad y no descartamos recurrir al Tribunal Constitucional si finalmente no podemos revertir esta norma en la Sala”.
Tras el fin de este debate, la Comisión de Constitución del Senado será la encargada de revisar en particular el proyecto que despenaliza la interrupción del embarazo en tres causales antes de ser discutido en la Sala.
