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La Semana Política: investigador del PNUD y su diagnóstico de la desigualdad en Chile

La Semana Política: investigador del PNUD y su diagnóstico de la desigualdad en Chile

Raimundo Frei asegura que no es un tema que pueda resolverse en uno, dos o tres gobiernos, pero que era necesario hacer un diagnóstico completo de una problemática que no tiene que ver sólo con una cuestión de ingresos y que al mismo tiempo no debía, a su entender, mezclarse con la coyuntura.


El investigador del PNUD Raimundo Frei, uno de los autores del libro «Desiguales: orígenes, cambios y desafíos de la brecha social en Chile», fue el invitado esta semana del programa La Mesa Política de El Mostrador Televisión.

En una conversación con Iván Weissman y Mirko Macari, Frei entregó algunos detalles del libro, que en 400 páginas aborda una tema que está en la agenda de los candidatos y precandidatos a las elecciones presidenciales de este año. Sin embargo, aclara que se trata de una problemática que se remonta a los tiempos de la colonia y que difícilmente podría abordarse como un tema coyuntural.

«La desigualdad es un tema histórico, que tiene raíces muy profundas y nosotros creíamos que no había información suficiente para tener un buen debate. Muchas veces esa información se traducía en el tema ingresos y para nosotros la desigualdad era mucho más. Por eso hay un capítulo de desigualdad en el trato, de desigualdad política, y de estructura productuva», dijo.

Agregó que «no fue nuestra intención hacer un diagnóstico de la sociedad en un momento, sino que más bien pensar cómo entender y discutir la desigualdad desde una perspectiva más amplia y con bases sólidas».

Frei se refirió principalmente al ámbito de la «desigualdad de estratos, cómo la gente se siente discriminada y menoscabada por su origen, por cómo se viste, por su apariencia física, por el color de su piel, y que requiere de ciertos cambios culturales donde la dignidad sea incorporada a todo nivel. La gente decía en las entrevistas que esto permea toda la sociedad, cuando voy al hospital, o cuando estoy con un funcionario público, en los lugares de trabajo. Esa percepción de sentirse mirado en menos es muy fuerte. Nosotros le pusimos mucho énfasis a este tema, porque en todos los grupos de discusión y en los distintos materiales que reuníamos salía muy fuerte».

«Lo rescatamos porque también la gente tiene mucha mayor conciencia de la idea de dignidad, de su propia dignidad. No es que el trato esté naturalizado que sea malo, sino que todo lo contrario: se desnaturalizó esa idea que es normal que alguien se maltratado porque tiene menos dinero (…) se ha quebrado la conciencia de que eso es natural, y por eso la irritación es muy fuerte en la salud, en el transporte público, en los sistemas burocráticos, en los servicios públicos y en el trabajo», explicó.

Finalmente afirmó que si bien el libro no ofrece una solución, sí da cuenta de los avances para reducir las brechas, aunque puso énfasis en que es una tarea que si no se resolvió en tres siglos, tampoco terminará en pocos años.

«Decimos que se reduce la desigualdad, es una buena noticia. Decimos que hay cobertura de educación (…) Pero este no es un tema coyuntural que se acabe en un gobierno, en dos o tres. Nos ha acompañado durante 300 años, y probablemente nos acompañe un buen tiempo más. Pero así como en pobreza se pusieron ciertas líneas a principios de los 90, ciertos cosensos sociales y políticos que permitían reducirla, es hora de un nuevo consenso en que se ponga la desigualdad, se ponga la problemática y se pueder reducir más».

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