Publicidad
Los programas electorales, protagonistas en recta final de campaña presidencial

Los programas electorales, protagonistas en recta final de campaña presidencial

El debate electoral televisado de este lunes, el último de la primera vuelta, se perfila como una excelente oportunidad para que los candidatos desgranen su programa de gobierno ante los ciudadanos, siempre y cuando no caigan en la provocación y las descalificaciones.


Los programas electorales de los candidatos presidenciales, con presentaciones atrasadas, propuestas de acciones ya ejecutadas y promesas de dudoso encaje presupuestario, se han convertido en los protagonistas de la campaña para los comicios del próximo día 19.

A diferencia de lo que sucede en la mayoría de los países de América Latina, las contiendas electorales históricamente se han caracterizado por la ausencia de ataques personales y el insólito reconocimiento del ganador cuando aún no ha concluido siquiera el recuento de votos.

La actual campaña se desarrolla con unas nuevas reglas del juego que suponen una severa restricción de los gastos y mayor transparencia en la financiación, lo cual obliga a los candidatos y sus comandos a intensificar esfuerzos para participar en numerosos debates sectoriales, conceder entrevistas y multiplicar los actos de campaña.

El pasado lunes, el candidato presidencial de Chile Vamos, el ex mandatario Sebastián Piñera, presentó su programa de gobierno en caso de ser elegido, que representa un costo fiscal de 14.000 millones de dólares, es decir un 5,5 del producto interno bruto (PIB) anual.

La mitad de este presupuesto, explicó el ex jefe de Estado, se financiará mediante «reasignaciones de presupuesto provenientes de programas mal evaluados».

Para sumar esos 7.000 millones de dólares, Piñera anunció además que pondría en marcha «estrictas medidas de austeridad fiscal y un programa de reducción de gastos innecesarios en el sector público», que incluye la supresión de nuevas contrataciones de empleados públicos y asesores y la disminución de dietas, viajes y horas extra.

El ex presidente aprovechó el lanzamiento de su programa para calificar de irresponsables las políticas implementadas por el gobierno de Michelle Bachelet y de demagógicas las propuestas de sus contendientes.

Como era de prever, las críticas de Piñera desencadenaron una andanada de reproches de los sectores afectados, entre ellos varios ministros del gabinete de Michelle Bachelet.

Uno de los más ácidos fue el titular de Obras Públicas, Alberto Undurraga, quien calificó de «insólito» el programa toda vez que, según dijo, contiene «21 obras empezadas y/o licitadas» por el actual Ejecutivo, un reproche muy similar al que le dedicó el responsable de Agricultura, Carlos Furche.

También la ministra de Educación, Adriana del Piano, arremetió contra el candidato conservador, quien actualmente lidera todas las encuestas. De las 25 medidas en materia educativa, «18 ya existen, 2 se tramitan en el Congreso y 3 son retrocesos sociales», aseguró Del Piano.

Y para cerrar las recriminaciones del oficialismo, el ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, comparó las medidas de disminución de gastos y rebaja de impuestos de Piñera con las promesas electorales de Donald Trump.

A la ola de recriminaciones se sumaron los contendientes del exmandatario Beatriz Sánchez (del Frente Amplio), Alejandro Guillier (de Fuerza de la Mayoría) y Carolina Goic (de la Democracia Cristiana), quienes le exigieron que explicara «de dónde va a sacar la plata».

Pero es el candidato de la coalición gubernamental Fuerza de la Mayoría quien más reproches está recibido de sus adversarios a causa de su decisión de dar a conocer en su totalidad su programa de gobierno una vez que concluyan los comicios del 19 de noviembre.

Convencido como está Alejandro Guillier de que será él quien dispute la presidencia en una eventual segunda vuelta el próximo 17 de diciembre, el senador independiente sólo ha dado a conocer hasta ahora un compendio de las medidas que pondrá en marcha en caso de ganar.

A Guillier le han llovido críticas de la izquierda y el centro. La candidata democristiana, Carolina Goic, insinuó que el retraso se debe a que el Partido Comunista (una de las seis formaciones que lo respaldan) está vetando algunas de sus propuestas.

El aspirante presidencial del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami, dijo que es «indigno» que a menos de dos semanas de las elecciones, Guillier no haya presentado un programa de gobierno a la ciudadanía.

Y desde las filas de Chile Vamos aludieron a una supuesta falta de consistencia de la candidatura de Guillier, de quien dijeron que «no está a la altura de Chile».

El comando electoral también ha arremetido contra el programa de Beatriz Sánchez, la candidata de la coalición izquierdista Frente Amplio, que han calificado como una «lista de ofertones».

«Lo de ella es sólo ofrecer, porque sabe que no le va a tocar la oportunidad de gobernar», declaró el diputado de Renovación Nacional Nicolás Monckeberg.

El parlamentario emplazó a Sánchez, tercera en las encuestas, a no hacer ofertas imposibles de cumplir, en alusión a los 13.000 millones de dólares al año que costará su programa y que incluye una reforma tributaria con impuestos a los «súper ricos», el fin del sistema privado de pensiones y la supresión de la exención fiscal de la Bolsa.

Así las cosas, el debate electoral televisado de este lunes, el último de la primera vuelta, se perfila como una excelente oportunidad para que los candidatos desgranen su programa de gobierno ante los ciudadanos, siempre y cuando no caigan en la provocación y las descalificaciones.

Publicidad

Tendencias