«No pesa sobre ella ninguna orden de aprehensión ni de captura ni de detención y por lo tanto ella está haciendo uso de su libertad», dijo.
La machi Francisca Linconao, quien había sido absuelta del crimen del matrimonio Luchsinger-Mackay ocurrido hace exactamente cinco años, estará presente el próximo 26 de febrero en la audiencia que dará inicio a un nuevo juicio por ese crimen, después de la anulación del anterior.
Así lo aseguró la vocera de la mujer, Ingrid Conejeros, quien explicó en declaraciones a Radio Cooperativa que su viaje a Bolivia, que se materializó al no tener medidas cautelares en su contra, fue posible porque «no pesa sobre ella ninguna orden de aprehensión ni de captura ni de detención y por lo tanto ella está haciendo uso de su libertad».
Indicó que lo hizo respondiedo a la invitación de algunos amigos, pero que en ningún caso su intención es evadir la acción de la justicia.
«Es importante mencionar que ella, como es una persona que ha pasado por un proceso de persecución importante y es reconocida como machi, como autoridad ancestral y protectora del territorio ha recibido desde hace mucho tiempo invitaciones tanto nacional como internacionalmente», dijo, agregando que «lo que sí está absolutamente confirmado es que ella va a estar el 26 de febrero, el día que se inicie el juicio».
El Ministerio Público, en tanto, que al enterarse de que Linconao estaba en el aeropuerto intentó sin éxito que se cursara una orden de detención en su contra, la instó a adelantar su regreso al país para comparecer en una audiencia de revisión de cautelares que se adelantó para el próximo lunes.
Ingrid Conejeros aseguró que no en diciembre la machi también viajó a la ciudad argentina de Bariloche, también para visitar a algunos amigos.
En tanto, el diputado Jorge Tarud cree posible que el gobierno de Evo Morales le otorgue la calidad de asilada política para eviar que vuelva a enfrentar a la justicia. Además considera prácticamente imposible que, en ese escenario, vuelva por la vía de la extradición.
«Todos sabemos que una eventual extradición solicitada a Bolivia no sería admitida, sabiendo cómo Evo Morales maneja el Poder Judicial y el Tribunal Constitucional en su país», sostuvo.
