Por el contrario, la nueva directora del organismo, Consuelo Contreras, aseguró que hubo problemas de gestión administrativa.
El destituido director del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), Branislav Marelic, declaró ayer ante la comisión de Familia de la Cámara de Diputados sobre el avance del informe del organismo sobre las irregularidades en centros del Servicio Nacional de Menores (Sename).
«Una institución que puede remover a un director de un día para otro claramente es débil y no se va a meter en los temas que son más complejos como los de derechos humanos», sostuvo en la cita parlamentaria.
Ante la consulta de si hubo presiones, Marelic contestó: «Lo que tuvimos fue mucho miedo por parte de los organismos del Estado de lo que pudiera contener y una de las tareas parte de lo cotidiano que uno de esta naturaleza tiene que tratar de ejercer, de explicar cuál es su función. Y la función del instituto no era hacer una comisión Rettig o Valech, sino que era la protección de derecho».
Asimismo, el ahora ex director del INDH denunció los «obstáculos» que tuvo que enfrentar para la elaboración del informe. «Uno de ellos fue la falta de acceso a las bases de datos del Sename, mediante Senainfo», dijo.
«El debate muy profundo era si había que preguntarle a los niños o no, si podían ser objeto de entrevistas. Eso fue muy cuestionado incluyendo la actual directora (…) Pero si no hubiéramos realizado entrevistas, probablemente no hubiéramos sabido que de los 405 niños, cerca de 200 presentaron vulneración de derechos», concluyó.
Por su parte, la nueva directora del INDH, Consuelo Contreras, rechazó que la desvinculación de Marelic tenga relación con el informe sobre el Servicio Nacional de Menores.
Según ella, había problemas en la gestión administrativa: «Creíamos que había lentitud, el Instituto estuvo tomado durante tres meses, los equipos aquí no podían funcionar (…) también hubo retraso de la implementación de algunas sedes».
