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Carlos Peña opina sobre el legado de Bachelet: «En la hora de la vejez de su gobierno, queda al debe»

Carlos Peña opina sobre el legado de Bachelet: «En la hora de la vejez de su gobierno, queda al debe»

El columnista destacó que «el resultado, el principal de todos, el juicio de los ciudadanos, está a la vista. La coalición que gobernó durante dos décadas, la más exitosa de la historia política, la que modernizó el país, está ahora dividida, envejecida de proyectos, avergonzada, muda, carente de ideas y de discurso».


«No sólo algunas personas envejecen mal. También le ocurre a las obras. Y para qué decir a los gobiernos», señaló el rector de la Universidad Diego Portales, Carlos Peña, quien en una columna publicada este domingo por El Mercurio hizo un duro balance sobre el legado que dejará la Presidenta Michelle Bachelet.

Al respecto, el abogado argumentó que «una persona envejece mal cuando además de padecer la herida del tiempo, su carácter se agria. Una obra, un libro por ejemplo, envejece mal cuando sus lectores ya no experimentan el mismo goce que sintieron cuando lo leyeron por primera vez».

Agregó: «¿Y los gobiernos? Bueno, los gobiernos envejecen mal cuando se esmeran en sus últimos días por inventarse un pasado, un legado. En otras palabras, cuando carentes de perspectiva futura buscan en los días que dejaron atrás algo que rescatar».

A su juicio, «es lo que ocurre al gobierno de la Presidenta Bachelet: languidece. Tiene el sabor de la oportunidad perdida, malograda. Y por eso el esfuerzo de estos días por hacer las sumas del triunfo y del naufragio. ¿Es mayor el debe o el haber de su existencia? Mitterrand solía demandar que se le juzgara por sus resultados».

«Cuando se atiende a esta variable en el gobierno de Bachelet, el resultado, no vale la pena engañarse, es más bien magro. Ella gusta decir, en un deslavado recuerdo de Gramsci, que el proyecto que impulsó logró mover el muro donde termina lo posible. Y hasta cierto punto eso es cierto», indicó.

No obstante, Peña recalca que «lo que se vio al otro lado del muro -luego de movérsele apenas unos cuantos centímetros- persuadió a los ciudadanos de retrocederlo un poco. Y es que la retórica y la torpeza que acompañaron a un conjunto de reformas en principio sensatas, acabaron desproveyéndolas de atractivo».

«Y el resultado no pudo ser peor. Si en el primer gobierno de Bachelet despertaron los díscolos (como consecuencia de un flojo control conceptual e ideológico por parte de la misma Presidenta) en su segundo mandato el asunto comenzó mal (ocultando a los partidos) y terminó peor (con partidos desorientados que andan a tientas)», dijo.

El columnista destacó que «el resultado, el principal de todos, el juicio de los ciudadanos, está a la vista. La coalición que gobernó durante dos décadas, la más exitosa de la historia política, la que modernizó el país, está ahora dividida, envejecida de proyectos, avergonzada, muda, carente de ideas y de discurso».

«La Presidenta Bachelet principia así su vejez política con un récord difícil de igualar. En la historia política será la única Mandataria que logró corroer dos veces seguidas la coalición que la apoyaba y la única que habrá entregado dos veces el poder a la derecha (…) en la hora de la vejez de su gobierno, queda al debe», concluyó.

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