Marco Kremerman: «En los últimos 6 meses se han jubilado casi 35 mil mujeres por el sistema de AFP y el 50% solo pudo recaudar una pensión menor a $25.000»

Este 8 de marzo se conmemora nuevamente el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras. Para el investigador de Fundación SOL, Marco Kremerman, esta fecha no es para celebrar, sino que, para recordar, reflexionar y actuar, ya que hace referencia a un hito sangriento ocurrido a comienzos de la segunda mitad del siglo XIX, cuando más de 100 trabajadoras de una fábrica de textiles de Nueva York son asesinadas por la fuerza policial, por marchar y protestar en contra de los bajos salarios que recibían.

Contactado por El Mostrador, el economista plantea que el Capitalismo Histórico ha utilizado a las mujeres como una especie de «carne de cañón» para los procesos de acumulación cada vez más flexibles, es decir, aquellos que necesitan de nuestro trabajo de reproducción (no remunerado) y producción (remunerado) dependiendo de las necesidades históricas.

-¿Cómo podrías explicar el impacto que tiene este Capitalismo Histórico y cómo se ha convertido en un sistema que reproduce precarias condiciones laborales para todos, pero que recae doblemente sobre las mujeres ?

-Nuestro Capitalismo neoliberal, hoy necesita que más mujeres se incorporen al «mercado» del trabajo y utiliza las banderas de la equidad de género y la libertad de elegir. Sin embargo, al mismo tiempo requiere que su trabajo reproductivo, que no tiene remuneración, no se detenga y como ha ocurrido históricamente, sirva de combustible vital para el funcionamiento del proceso de acumulación. Vale decir, necesita asalariar a la mayor cantidad de personas, pero no a cualquier precio.

Sin duda hay una brecha salarial entre hombres y mujeres, pero la precariedad es global, y respecto al problema de las condiciones salariales a las que se enfrentan las mujeres, estas son peores que la de los hombres.

Según la Encuesta Suplementaria de Ingresos del INE, el 60% de las mujeres que tienen un trabajo remunerado ganan menos de $350.000 líquidos y sólo un 15% gana más de $650.000 líquidos.

En el caso de las pensiones, la situación es aún más grave. En los últimos 6 meses, se han jubilado casi 35 mil mujeres por el sistema de AFP y el 50% sólo pudo obtener una pensión menor a $25.000. Con la ayuda del Estado y sólo si demuestran que pertenecen al 60% de los hogares más pobres de Chile, pueden acceder a una pensión que supere levemente los $100 mil a cargo del Pilar Solidario.

Incluso, en el caso de las mujeres que cotizaron entre 30 y 35 años (casi toda su vida laboral remunerada potencial), la mitad de ellas pudo autofinanciar (considerando sus ahorros en su cuenta individual y la rentabilidad que les brinda las AFP) una pensión menor a $225.000.

-¿Por qué crees que las mujeres han sido utilizadas como una especie de «carne de cañón» para los procesos de acumulación que conlleva el capitalismo?

La fuerza de trabajo necesita alimentarse, tener la ropa lavada, la vivienda limpia, y tener cubierto el cuidado de niños y adultos mayores para poder acudir día a día a la oficina, a la fábrica, o al call center. Si los salarios y pensiones son bajas y no existe salario social (educación y salud pública gratuidad de altos estándares), al hogar «no le queda otra» que precarizar sus tiempos vitales de convivencia familiar, endeudarse para llegar a fin de mes y pagar las labores domésticas que no alcanza a realizar (labores que principalmente son ejecutadas por otras mujeres). Los hogares están tensionados por múltiples frentes.

-¿Consideras que el feminismo ha irrumpido en la forma que se estructura la sociedad, más allá de ser una lucha sectorizada?

Las corrientes feministas que vienen desde hace tiempo quieren transcender en el Capitalismo Histórico. El feminismo está planteando como una formar distinta de entender la vida, y por eso no sólo las mujeres deberían luchar, si no que todos. La propuesta feminista, en una propuesta por un mundo distinto. Cuestiona la manera en que se organiza el Estado, el sistema económico, el sistema de AFP, porque evidentemente castiga a las mujeres ya que aparece como un costo el que vivas más que los hombres y que tengas una pensión más baja.

El feminismo cuestiona las condiciones de trabajo en general. La lucha por igual salario entre hombres y mujeres que realizan el mismo trabajo, por derechos reproductivos paritarios (posnatal, prenatal, requisitos para acceder a sala cuna gratuita en el espacio de trabajo) o pensiones dignas, corresponde sólo a una parte de una lucha estructural que pone en cuestión la forma en que nos organizamos como sistema mundo y como sociedad, vale decir, cómo vivimos y queremos vivir.

Dado que las mujeres han tenido que padecer de forma amplificada los efectos precarizantes del capitalismo histórico, involucrarse en la propuesta feminista, significa tomar partido por una forma distinta de vivir, que cuestiona la manera en que se estructuran los espacios productivos y cómo estos terminan moldeando los espacios domésticos y nuestro tiempo de vida. Es la lucha de mujeres y hombres por un mundo mejor.

-¿Este sistema Capitalista Histórico va de la mano con una manera patriarcal de vivir?

Hay que entender que el feminismo es una propuesta importante para vivir de una forma distinta, distinta a la forma de vivir patriarcal, entender que el hombre no es que ayude a la mujer, porque son las mujeres son quienes al mismo tiempo siguen haciendo trabajos reproductivos domésticas. Es entender que esto se debe construir de una manera más colectiva.

-¿Crees que la sociedad chilena es un fiel reflejo de ello, o más bien es una realidad global?

Es una realidad global, pero este sistema capitalista está interconectado entre unos países y otros. Esto hace que en países más desarrollados, por ejemplo, las condiciones laborales sean un poco mejor, permite que las brechas entre hombres y mujeres no sean tan grandes, pero es porque en otros países menos desarrollados se mantienen estas condiciones de precariedad muy grandes.