El presidente de Bolivia conversó con los medios minutos antes de abordar el avión que lo llevará de regreso a su país.
Uno de las autoridades extranjeras que vino al cambio de mando fue el Presidente de Bolivia, Evo Morales. A una semana de los alegatos en La Haya, el altiplánico estuvo en el Congreso – donde fue de los más saludados – y partió raudo a Santiago para abordar un vuelo a su país.
Antes de subirse, respondió preguntas de la prensa, donde llamó a «resolver heridas heredadas» con respecto a la demanda marítima. «Acompañamos el proceso (de cambio de mando) y a nombre del pueblo boliviano traigo un mensaje de fraternidad y de integración», dijo. «La geografía nos hizo pueblos vecinos, hago un llamado para que no escuchemos las voces de quienes quieren convertirnos en enemigos», señaló, agregando que «tenemos la obligación de dejar a nuestros hijos y próximas generaciones con una relación más fraterna entre ambos países».
También se refirió a las polémicas declaraciones que a menudo a puesto en sus redes sociales, pidiendo disculpas a los chilenos si se sintieron ofendidos. “Siempre Bolivia intenta tener buenas relaciones con todos los presidentes del mundo. Entiendo perfectamente la preocupación sobre los mensajes en redes sociales”, indicó. “Pueden hacer interpretaciones, tergiversaciones, si algo está equivocado, solo quiero decir que le pido disculpas al pueblo chileno, nunca ha sido mi intención ofenderlo ni agredirlo”, puntualizó.
“Hermanos chilenos, algunos me tratan también de indio sin pluma. No estoy resentido, no estoy molesto: entiendo perfectamente, somos tan diversos en América Latina”, sentenció.
