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Ex ministro Campos apunta los dardos al entorno de Bachelet: “Desleal es quien sugiere la ejecución de acciones a sabiendas de sus nefastas derivaciones” En respuesta a críticas por polémico video sobre cierre de Punta Peuco

Ex ministro Campos apunta los dardos al entorno de Bachelet: “Desleal es quien sugiere la ejecución de acciones a sabiendas de sus nefastas derivaciones”

«¡Hasta el sentido común indica que eso no se hace y, si ocurre, al menos debiese provocar reproches de conciencia! Si no fuese así, cualquier invocación ética carecería de sentido. Además, es imprescindible armonizar la lealtad con la verdad, puesto que, de contrario, no se manifiesta la una ni la otra y solo confundimos más a la ciudadanía», señaló el ex titular de Justicia en una carta.


A raíz de las críticas que han caído sobre el ex ministro de Justicia, Jaime Campos, producto de sus polémicos dichos respecto a su negativa de cerrar Punta Peuco, asegurando en un video dirigido a la Logia Masónica que se trataba de «un acto ilegal».

Incluso este lunes el ex ministro de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres) de Michelle Bachelet, Gabriel de La Fuente, dijo estar consternado por el video difundido del ministro Campos, «es una deslealtad que no tiene nombre», manifestó.

Ante esto, este martes el ex titular de Justicia, escribió una carta en El Mercurio, donde señaló: «En las últimas horas he leído y escuchado algunas opiniones en las que se hace referencia al valor de la lealtad. Sinceramente, creo que la lealtad no es sinónimo de obsecuencia, servilismo u obediencia ciega e irreflexiva. Asimismo, estoy convencido de que es leal quien advierte a los que corresponde la inconveniencia o ilegalidad de un acto e impide la materialización de sus perniciosas consecuencias. De igual modo, considero desleal al que sugiere la ejecución de acciones a sabiendas de sus nefastas derivaciones y se cubre con el manto de la irresponsabilidad que genera el hecho de no suscribirlo, procurando dejar en quienes están llamados a hacerlo la obligación de asumir sus resultados, para luego transformarlo en una suerte de chivo expiatorio».

En esa línea, Campos manifestó que «¡Hasta el sentido común indica que eso no se hace y, si ocurre, al menos debiese provocar reproches de conciencia! Si no fuese así, cualquier invocación ética carecería de sentido. Además, es imprescindible armonizar la lealtad con la verdad, puesto que, de contrario, no se manifiesta la una ni la otra y solo confundimos más a la ciudadanía».

Finalmente el ex secretario de Estado especificó que «con posterioridad al término de mis funciones como ministro de Justicia y Derechos Humanos, he tenido el particular cuidado de no revelar a medio de comunicación alguno lo que han sido y son mis conversaciones privadas, tanto las concernientes a mi actividad pública como la particular, y si ellas han trascendido, fueron filtradas o corresponden a conjeturas, no es de mi responsabilidad que suceda», concluyó.

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