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Varela no deja de abrir nuevos flancos: el perfil del polémico jefe jurídico del Mineduc y el ruido en el oficialismo PAÍS

Varela no deja de abrir nuevos flancos: el perfil del polémico jefe jurídico del Mineduc y el ruido en el oficialismo

Macarena Segovia
Por : Macarena Segovia Periodista El Mostrador
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El nombramiento del fundador de la ONG Comunidad y Justicia, Tomás Henríquez, como jefe de la División Jurídica del Ministerio de Educación, es considerado uno más de los “errores” del ministro Varela y hasta en el oficialismo aseguran que el abogado no puede estar en dicho cargo, porque “persigue a personas concretas de la diversidad sexual”. La designación estaría marcada por la intervención directa del ex candidato presidencial José Antonio Kast.


Toda la gestión  del ministro de Educación, Gerardo Varela, ha estado en el ojo del huracán por salidas de libreto poco acertadas y un estilo político que le ha costado hacer cuajar con el perfil de un secretario de Estado. Pero ahora la elección de Tomás Henríquez como jefe de la división jurídica del Mineduc, abre un  nuevo foco de conflicto del Gobierno con la agenda de derechos del mundo de la diversidad sexual, a pesar de los intentos de la administración de Sebastián Piñera por acomodar esa piedra en el zapato con el apoyo a la Ley de Identidad de Género y las voces en respaldo a los derechos de los niños trans.

El nombramiento de Henríquez se suma al de Cristóbal Aguilera en el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, como encargado del Departamento de Reformas Legales. Se trata de dos ex importantes miembros de la ONG Comunidad y Justicia que cumplieron funciones como director ejecutivo y coordinador legislativo; dicha organización es reconocida por mantener una postura en contra de leyes como identidad de género, matrimonio igualitario y aborto en tres causales.

La mencionada ONG realizó acciones en contra de dictámenes judiciales que van en favor de reconocer los derechos de la diversidad sexual, como la presentación de una querella por parte de Henríquez, por prevaricación, en contra de un juez que respaldó la solicitud de una menor de edad que buscaba, junto a sus padres, cambiar su nombre registral y poder vivir su identidad de género.

Fue asimismo el abogado que presentó un recurso en contra de la distribución del libro Nicolás tiene dos papás,  junto con una serie de iglesias evangélicas y el ex candidato presidencial José Antonio Kast,

La situación de Aguilera tendría como atenuante, a diferencia de Henríquez, que no habría jugado un rol tan de punta de lanza en contra de los derechos de la diversidad sexual en la ONG, sino que más se habría dedicado al asesoramiento legislativo, dando apoyo a distintos parlamentarios de derecha, lo que lo llevó a ser contratado por la cartera que dirige Isabel Plá.

Este currículo de los dos nuevos asesores gubernamentales inevitablemente causó molestia en las organizaciones de diversidad sexual y en la oposición, pero también al interior del oficialismo.

En la oposición dijeron que estas contrataciones demuestran el avance de los sectores más conservadores al interior de la administración de Piñera. “Es la punta del iceberg de cómo este Gobierno se está armando con los sectores más conservadores de la derecha, de cómo intentan maquillar, con una derecha más social y más preocupada de los problemas en cuanto a los derechos sociales, una realidad que no existe”, aseguró la diputada Natalia Castillo (RD), miembro de la Comisión de Familia y Adulto Mayor de la Cámara Baja.

[cita tipo=»destaque»]Desde el círculo político del abogado reconocen que la estampa por el resguardo de los derechos de los niños y el cuidado de la familia como institución “es parte de su sello”. Aseguraron que sus opiniones, intervenciones judiciales y activismo social no son “extraños en nuestro mundo” y que él no ha atentado “contra el derecho de nadie”. Recalcaron que su perfil de opiniones duras es hasta “similar” al del ministro Varela y que hace años se le ha visto escribiendo columnas y dando opiniones en medios.[/cita]

Las principales críticas apuntan al rol que tendría Henríquez en el Mineduc, una cartera sensible para la derecha, dada su experiencia en el primer mandato de Piñera con el movimiento estudiantil del 2011. “El ministro sabe que debe elegir con guante a su gabinete”, apuntaron hace semanas desde La Moneda.

El perfil público de Henríquez y sus duras declaraciones en contra del mundo LGTB es lo que hace que su contratación en el Mineduc sea vista como «un descuido» de Varela, un error de parte del ministro.

Fuentes del Ejecutivo afirmaron que Henríquez es el brazo “armado” en el Mineduc de este sector más conservador del oficialismo y que habría sido el mismo J.A. Kast el que le solicitó a Varela que pusiera al abogado en la referida división, donde habría más miembros de ese núcleo duro.

El secretario de Estado ha aseverado que el abogado tiene un rol estrictamente técnico, pero la influencia política que tendría Henríquez “es real”, como recalcan al interior del ministerio.

La «trayectoria»

Los antecedentes de Henríquez han sido más que conocidos y su estampa de activista era una marca al interior de los círculos de la derecha Sub30. Su cercanía con J.A Kast se habría gestado en el marco de la campaña presidencial del año pasado.

Sus acciones a través de la ONG Comunidad y Justicia también tocaron el tema educacional. En el año 2016, el abogado patrocinó un recurso de protección, presentado por un grupo de apoderados del Instituto Nacional y que buscaba que la entonces alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, y el rector del señalado establecimiento educacional, Fernando Soto, aseguraran las clases en caso de tomas y paralizaciones votadas por los estudiantes. Dicho recurso fue respaldado por la Corte Suprema.

En mayo de 2017, Henríquez defendió al dueño de una imprenta que se negó a imprimir las invitaciones para el acuerdo de Unión Civil de una pareja homosexual. El abogado señaló que el recurso presentado por la pareja atentaba en contra de la libertad del propietario de la imprenta.

Desde el círculo político del abogado reconocen que la estampa por el resguardo de los derechos de los niños y el cuidado de la familia como institución “es parte de su sello”. Aseguraron que sus opiniones, intervenciones judiciales y activismo social no son “extraños en nuestro mundo” y que él no ha atentado “contra el derecho de nadie”. Recalcaron que su perfil de opiniones duras es hasta “similar” al del ministro Varela y que hace años se le ha visto escribiendo columnas y dando opiniones en medios.

Una de estas intervenciones la dio en una entrevista a El Demócrata, donde afirmó que reconocer a una persona trans como hombre o mujer es “una convicción subjetiva” y añadió que el Estado no debe «forzar a la población a tener que llamar y reconocer como mujer a quien es constitutivamente varón, pues mujer no es”.

Consultado por El Mostrador por su polémico jefe jurídico, el ministro Varela respondipo que «es un abogado y está viendo temas jurídicos dentro del ministerio, no ve temas de género o de inclusión” y sentenció que la conocida visión de su asesor en materia de derechos para las personas trans «no debería» influir en la línea de la cartera que dirige. Acto seguido, el jefe del Mineduc agregó que ha tenido reuniones con el Movilh “para ver temas de inclusión y género, que es lo que nos preocupa, para seguir siendo un ministerio abierto y tolerante”.

En la UDI también respaldaron a Henríquez. El diputado Patricio Melero precisó que «el que se haya trabajado en una ONG determinada no los inhabilita para trabajar en este gobierno, porque además son abogados que tienen trayectoria y mérito suficientes”.

A pesar de este apoyo, desde algunos sectores de Chile Vamos insisten en considerar el nombramiento de Henríquez como un “error” y ningún parlamentario quiso reconocerlo públicamente. En tal sentido, la historiadora y activista trans, Valentina Verbal, dijo que la designación del abogado “es negativa”.

La militante de Evópoli y directora de formación del centro de pensamiento Horizontal, señaló, “a título personal”, que no le “extraña que haya personas conservadoras que incluso se opongan a las demandas de la diversidad sexual y que estén en el Gobierno, eso no me escandaliza, pero el caso de Tomás Henríquez es diferente”. Explicó que “no es que solo sea un persona conservadora y contraria a la diversidad sexual, sino que va más allá. Él ha sido activista, ha intentado afectar la vida personal de miembros de la diversidad sexual y sus familias”.

Verbal hizo hincapié en que su accionar profesional demuestra que “no solo tiene una postura en contra, sino que persigue a personas concretas de la diversidad sexual, se mete en un caso en particular, va más allá, porque no da cuenta de una mera opinión, sino que en este caso hay persecusión”. En esa línea, precisó que Henríquez persigue “a seres humanos diferentes”, lo que “en términos éticos dificulta su labor” en el Mineduc y, por lo mismo, “esa persona no debería estar en ese cargo”, porque esta cartera debería velar por la inclusión de los niños y niñas de la diversidad sexual, lo que está consagrado en una ordenanza de la Superintendencia de Educación.

“Es contradictorio que existan políticas de inclusión y tengan a esta persona que es contraria a la diversidad sexual”, apuntó.

La arremetida opositora

En el oficialismo reconocen que este tipo de designaciones son autogoles y regalan en bandeja a la oposición flancos donde apuntar al Gobierno por errores que se pueden evitar.

El senador Alejandro Guillier aseguró que el actual Gobierno tiene en el Mineduc a “un ministro que defiende el lucro”, junto con  “un subsecretario que se opone a la gratuidad” y a “un jefe jurídico que rechaza la diversidad sexual”. Para el ex presidenciable eso es una muestra de que “la derecha cavernaria, como diría Vargas Llosa, está entrando de lleno al Ministerio de Educación”.

Para Castillo, “el caso de Aguilera y sobre todo de Henríquez” son complejos, principalmente “en medio de la discusión de la Ley de Identidad de Género, cuando probablemente van a quedar muchas materias a cargo del Mineduc, como el respeto a los derechos de los niños que están en el colegio, y ¿qué va a hacer el Ministerio de Educación?”. Agregó que esto es “una señal más de que el gobierno de Piñera es el de la derecha más conservadora”.

Desde la Comisión de Educación, el diputado Gonzalo Winter sentenció que “Tomás Henríquez es un activista de las cavernas” y enfatizó que el Gobierno “tomó posición” con su designación “y nos está dando una señal muy clara: excluyendo es muy difícil dialogar y llegar a acuerdos».

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