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Errázuriz en caída libre: el verdadero escenario tras su “bajada” de la cita en Roma

Alejandra Carmona López
Por : Alejandra Carmona López Co-autora del libro “El negocio del agua. Cómo Chile se convirtió en tierra seca”. Docente de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile
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No va a la reunión con el Papa, a realizarse entre los días 14 y 17 de mayo. Aunque su círculo más cercano explicó que su ausencia se debe a una decisión personal por cansancio y querer evitar el exceso de polémicas, están quienes señalan que lo que hay de trasfondo es que el ocaso de la influencia del cardenal dentro de la jerarquía vaticana es un hecho. Francisco ya no le tiene la confianza de antes y el paso de los denunciantes de Karadima por Santa Marta lo dejó en la cuerda floja.


A fines de abril, el Consejo de Cardenales nombrados por el Papa para reformar la curia, el C9, entregó el primer borrador de la nueva Constitución que Jorge Mario Bergoglio les encomendó en 2013. Fue una jornada simbólica, porque la nueva Carta, que hará referencia a la “Iglesia en salida», podría representar precisamente eso para algunos de los gestores de dicho documento, entre los que se cuenta a Francisco Javier Errázuriz.

Al interior de la Iglesia católica chilena los comentarios no son pocos ni aislados. Dicen que hay molestia en el Vaticano con Errázuriz por el rol que, desde un comienzo, desempeñó en el silencio y la protección que rodearon por años a los abusos cometidos por Fernando Karadima. Y, también, por la información que empujó la permanencia del obispo de Osorno, Juan Barros.

“Se sabe lo de la molestia del Papa con Errázuriz y es más probable que esa molestia lo hiciera desistir del viaje”, señaló una fuente de la Iglesia sobre su decisión de último minuto de no asistir a la cita convocada por Francisco para reunirse con los obispos chilenos y que se llevará a cabo en Roma entre los días 14 y 17 de mayo.

Fuentes cercanas a Errázuriz hicieron circular, durante todo este miércoles 9 de mayo, la versión de que su ausencia de la cumbre en el Vaticano se debería a motivos personales y, sobre todo, a querer evitar la polémica que se ha generado, pero lo más probable es que el cardenal esté al tanto de la molestia que provoca su nombre al Papa.

[cita tipo=»destaque»]Es por esta pérdida de poder que ya se comenta en Roma que la presentación del borrador que reemplazará a la actual Constitución podría ser el marco de las últimas reuniones de Errázuriz en los círculos vaticanos más influyentes y que, esa cita número 24 con el C9, podría ser el comienzo de su adiós al interior de la jerarquía eclesiástica.[/cita]

Desde un comienzo la participación de Errázuriz no fue vista como obligatoria, sobre todo porque en la carta dirigida a los obispos chilenos se mencionaba a la Conferencia Episcopal como receptora. Sin embargo, la semana pasada, desde el Vaticano clarificaron la información y se precisó que la invitación también corría para los obispos eméritos, por lo tanto, se vio como lo más conveniente que Errázuriz asistiera, lo que ayer se descartó.

Tampoco estará presente András Arteaga, obispo auxiliar de Santiago y parte del círculo formado por el párroco de El Bosque. Su ausencia es distinta: un avanzado Parkinson le impediría viajar.

Adiós cardenal

La confirmación de no estar presente en la cita con el Papa da cuenta de cómo se ha desdibujado el poder que ostentó el cardenal y obispo emérito de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, quien, lo mismo que el cardenal Jorge Medina, gozaba de altos niveles de influencia en el Vaticano. Pero eso ya cambió.

El 20 de marzo, cuando Charles Scicluna, arzobispo de Malta, y Jordi Bertomeu, oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, le entregaron al Papa más de 2.300 páginas contando todo lo que habían recogido en Chile sobre los casos de abuso sexual en la Iglesia, se podría haber empezado a incubar en Bergoglio algo parecido a la decepción, según altas fuentes de la institución católica.

Sin embargo, el golpe de gracia provino de los denunciantes de Karadima, José Andrés Murillo, James Hamilton y Juan Carlos Cruz, quienes en la reunión con el Papa Francisco –organizada en su propia residencia en Santa Marta– le repitieron lo que han dicho públicamente respecto al arzobispo de Santiago: no tomar en cuenta sus denuncias, un hecho que quedó en evidencia después de que se publicara una serie de correos entre el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, y Errázuriz, donde este último dejaba en claro su rechazo a Cruz.

Después de la reunión de los denunciantes con el Papa, Hamilton incluso fue más allá. «Nos encantaría meterlos a todos a la cárcel», planteó, refriéndose a Ezzati y Errázuriz, quienes después de la cita de Roma deberían comenzar a desdibujar su poder dentro de la jerarquía de la Iglesia chilena que enfrentará su propio Concilio Vaticano II y deberá empezar a abrir las ventanas y las puertas de la institución para que entre aire fresco.

Es por esta pérdida de poder que ya se comenta en Roma que la presentación del borrador que reemplazará a la actual Constitución podría ser el marco de las últimas reuniones de Errázuriz en los círculos vaticanos más influyentes y que, esa cita número 24 con el C9, podría ser el comienzo de su adiós al interior de la jerarquía eclesiástica.

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