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Caso Harvard: el eclipse de Felipe Larraín

Este lunes la pauta de Hacienda estaba tomada por los anuncios pro inversión que buscan sacar al jefe de las arcas fiscales del incómodo foco del conflicto en que se instaló. Una actividad que encabezó el Presidente Piñera, en pleno patio de La Moneda, pero que, a pesar del intento gubernamental por dar vuelta la página, el PS eclipsó con una nueva presentación ante la Contraloría. Aunque en Teatinos 120 insistieron en que no es así, en el seno del Gobierno precisaron que la idea es blindar al ministro y que por lo mismo se decidió «sumergirlo».


Por más intentos que ha hecho La Moneda en estos días para bajar el perfil a la polémica en la que se ha visto envuelto durante la última semana el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, por su cuestionado viaje a Harvard con fondos públicos, en el Gobierno asumen que ha sido innegable que el jefe de la billetera fiscal no ha podido salir del foco de conflicto y, más aún, que no ha podido hacer brillar su propuesta para poner a Chile de nuevo en un lugar de mayor holgura económica, eje clave de la administración de Sebastián Piñera.

A diferencia del manejo total que tuvo de la agenda pública en el primer mes de Gobierno, con el golpe a la administración de Michelle Bachelet por el déficit fiscal y el anuncio de su plan de austeridad, en estos días Larraín no ha podido sacar punta a ninguno de los logros concretos que hay en su área: en mayo el Indicador Mensual de Actividad Económica creció 4,6%, lo que se ha visto además adornado por cifras como las del desempleo en marzo, que cayó 7,6% en la Región Metropolitana, y el aumento con fuerza de la participación en el mercado laboral, a lo que se suma una primera parte del año con cifras récords en aspectos como la venta de autos y casas.

En el seno del Ejecutivo confiesan que desde el día uno del caso Harvard hubo un mal manejo de Larraín, que era fundamental fijar una posición única y que más grave aún fue involucrar al Mandatario en el conflicto, con lo de la firma de los viáticos. «El ministro tiene que bajar sus revoluciones», sentenciaron en el piñerismo histórico.

Quienes conocen la trastienda de la administración piñerista explicaron que el titular de Hacienda volvió en marzo a Teatinos 120 con «exceso de soberbia», sin escuchar la opinión ni consejos políticos ni comunicacionales de nadie y que precisamente esa actitud es la que lo llevó a manejar mal la polémica del viaje.

No solo eso, fuentes gubernamentales aseguraron que en Palacio se tomó la decisión de «sumergir» por un rato a Larraín, para así blindarlo hasta que se aplaque totalmente el conflicto y que por eso, agregaron, se optó entre otras cosas por que no viajara a México al encuentro del Grupo de Lima que se realiza en estos días en el país azteca y se mandó en su reemplazo al subsecretario del ramo, Francisco Moreno Guzmán.  En el círculo de Larraín descartaron esa versión y afirmaron que el viaje se hallaba organizado hace tres semanas y que desde esa fecha estaba decidido que fuera el abogado de la Universidad Católica y no el ministro el que asistiera a dicha cita internacional.

En las conversaciones privadas en la derecha se evidencia una molestia con el ministro del Hacienda por el error en que incurrió, porque consideran que con este episodio perdió credibilidad pública y, peor aún, quedó neutralizado para insistir en su discurso de la austeridad fiscal.

Por eso, en el entorno del Gobierno y en el seno del piñerismo reconocieron que Larraín en estos momentos está con «tarjeta amarilla», lo que no significa que su permanencia esté en tela de juicio, recalcaron, sino que debe dejar de estar tan expuesto en la primera fila, como había sido la tónica hasta que se desató la tormenta por el viaje a Harvard. En el oficialismo añadieron que Piñera tiene plena confianza en la gestión de su ministro de Hacienda y que esa certeza incide en que los mercados se han mantenido estables y no se han visto afectados por la polémica política que atraviesa Larraín.

[cita tipo=»destaque»]A diferencia del manejo total que tuvo de la agenda pública en el primer mes de Gobierno, con el golpe a la administración de Michelle Bachelet por el déficit fiscal y el anuncio de su plan de austeridad, en estos días Larraín no ha podido sacar punta a ninguno de los logros concretos que hay en su área: en mayo el Indicador Mensual de Actividad Económica creció 4,6%, lo que se ha visto además adornado por cifras como las del desempleo en marzo, que cayó 7,6% en la Región Metropolitana, y el aumento con fuerza de la participación en el mercado laboral, a lo que se suma una primera parte del año con cifras récords en aspectos como la venta de autos y casas.[/cita]

Por eso, el objetivo de La Moneda estos días es tratar de bajar el nivel de la polémica, sacar a Larraín del foco e intentar retomar el control de la agenda. Sin ir más lejos, ayer la pauta principal del Gobierno apuntó precisamente a eso: «10:45 hrs. Ministro de Hacienda, Felipe Larraín, participa en firma de medidas pro inversión. Lugar: Palacio de La Moneda», una actividad que encabezó el Presidente Piñera, en la que también participó el ministro de Economía, José Ramón Valente, que fue asimismo quien anunció la creación de una Oficina de Proyectos Sustentables, para destrabar inversiones que estén paralizadas por temas burócraticos, entre otras medidas.

Durante la actividad en Palacio, Piñera llamó a recuperar el diálogo y dejar a un lado la confrontación política. Además, se puso el acento en que la excesiva burocracia está entrampando y asfixiando la inversión en el país, que los proyectos tardan más de 4 o 5 años en ver la luz y los inversionistas en algunos casos deben realizar más de mil trámites para conseguir permisos. También se recalcó que el exceso de burocracia y la lentitud de los procesos ha llevado a que Chile presente los peores niveles de complejidad regulatoria dentro del grupo de países OCDE, por la cantidad de permisos que se deben tramitar y la mala calidad de la información con que se cuenta.

El eclipse

Pero a pesar del despliegue del Gobierno, en medio de lo que parecía una pauta de buenas noticias para la economía y sobre todo para que Larraín brillara después de su turbulenta semana, el Partido Socialista estaba nuevamente en las puertas de la Contraloría General de la República, para hacer una nueva presentación contra el jefe de las arcas fiscales por su polémico viaje, lo que en cierta medida eclipsó el lanzamiento de las medidas pro inversión.

La bancada de diputados PS, encabezados por Manuel Monsalve y Leonardo Soto, presentaron un documento en el que se establece la «grave omisión del Ministro de Hacienda en la Declaración de Patrimonio e Intereses», ya que no reconoció en ella su calidad de miembro del Alumni Council (Concejo de la Asociación de ex alumnos) de la Universidad de Harvard, en el marco de la Ley N° 20.880.

El diputado Soto dijo que esperan un gesto de Larraín tendiente a reconocer su equivocación y advirtió que aún «faltan piezas del puzle por resolver».

El timing de la nueva presentación del PS no fue casual, ya que si bien se venía preparando hace días, la entrevista que dio el titular de Hacienda en El Mercurio este domingo 13 de mayo fue entendida como un intento por dar por cerrada la polémica de su viaje, con lo que la bancada de oposición –comentaron– encontró el momento propicio para jugarse esta nueva carta.

«Mi participación en esta conferencia es parte del trabajo que estamos haciendo desde el Ministerio de Hacienda por fortalecer la imagen de la economía chilena en el escenario internacional, para lo cual hemos participado en diversas reuniones y presentaciones en el marco del G20, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Chile Day. La U. de Harvard ofreció desde un principio cubrir parte de los costos del viaje. En el día de ayer llegó el reembolso de la Universidad y con eso se pudo saber el detalle de los gastos asumidos por esta. Hoy se liquidaron los dólares y se ingresaron a la Subsecretaría de Hacienda. Con ello, el costo neto del viaje para la Subsecretaría quedó en la suma de $1.792.930», dijo Larraín en dicha entrevista, donde también argumentó que «la austeridad no significa que los ministros tengamos que quedarnos encerrados».

Tras la ceremonia de ayer en La Moneda , el presidente de la CPC, Alfonso Swett, dijo que lamenta mucho la polémica por el viaje de Larraín, porque «la verdad que nosotros no podemos dejar de mirar los desafíos grandes que tenemos como país hacia adelante, hemos perdido semanas discutiendo ese tipo de asuntos y espero que sea un tema cerrado, porque lo que tenemos por delante es un desafío de proporciones».

La ministra vocera, Cecilia Pérez, trató de responder el nuevo golpe del PS a Larraín. «Llama la atención que hoy día fiscalizan, particularmente el Partido Socialista, que se ha caracterizado por restarse de toda mesa de diálogo, de todo acuerdo en favor de los niños, y de todo acuerdo por la seguridad y la tranquilidad ciudadana de nuestro país. (…) Ese Partido Socialista que va una y otra vez a la Contraloría no reclama, no le llama atención, no se cuestiona, por ejemplo, el viaje de un ministro de su propia militancia, el ex ministro de Energía Andrés Rebolledo, que viaja a Argentina a ver una carrera de autos. Eso nosotros lo encontramos poco riguroso, mezquino y pequeño”.

Pero no es solo la oposición la que tiene a Larraín entre ceja y ceja. En una breve nota que se difundió este lunes en La Segunda, se informó que el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, también viajó a Estados Unidos para reunirse con sus ex compañeros, pero con la gran diferencia de que, en su caso, el secretario de Estado se pagó de su bolsillo el pasaje en avión y los costos de su estadía.

En el oficialismo y en los círculos de Gobierno no pasó inadvertida la información y fue entendida como parte de un gallito de poder interno en el seno del Ejecutivo, un intento de Moreno de marcar diferencias con el cuestionado ministro de Hacienda.

El que se sumen nuevos antecedentes es algo que provoca nervios a una parte del oficialismo, ya que la Contraloría no es el único flanco del titular de Hacienda: el abogado Luis Mariano Rendón presentó una querella contra Larraín por malversación de caudales públicos, por el caso Harvard, la cual fue acogida a trámite la semana pasada por el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago. Así, los antecedentes están ahora en manos de la fiscal Ximena Chong y la persecutora puede decidir citar al ministro a declarar, lo que complicaría la estrategia gubernamental de querer dar vuelta la página de este caso.

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