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En su reunión con los laicos, el enviado papal aprovechó la oportunidad para transmitir el arrepentimiento del Papa Francisco por sus comentarios de 2015, cuando calificó de «tontos y zurdos» a los críticos de Barros.
Los enviados papales Charles Scicluna y Jordi Bertomeu se reunieron este jueves con la Agrupación Laicos y Laicas de Osorno, en su primer día en la ciudad del sur del país para indagar el encubrimiento del ex obispo Juan Barros en los casos de abuso de Fernando Karadima.
En su reunión con los laicos, Bertomeu aprovechó la oportunidad para transmitir el arrepentimiento del Papa Francisco por sus comentarios de 2015, cuando calificó de «tontos y zurdos» a los críticos de Barros. «Hemos tratado aquí, primero, escuchar y también, por otra parte, transmitir lo que el santo padre en aquel momento con la información que tenía, que era escasa, y él habló que hacía falta información veraz y equilibrada, pues que no la tenía», dijo el sacerdote, quien aseguró que el Papa tenía información que no era «veraz ni equilibrada», y que se «arrepentía tantísimo» de sus afirmaciones.
Al ser consultado sobre la posibilidad de crear un símil de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, más conocida como Comisión Rettig, conformada luego del retorno a la democracia para investigar los crímenes cometidos por la dictadura militar, el religioso respondió que sí.
“Evidentemente sí, podría ser, esta oficina que intentamos implementar estos días en Chile tiene que servir para ayudar a los obispos a que puedan recoger la verdad (…) podría ser, pero en el fondo no será la única solución, acá hay buenos profesionales del derecho que puedan trabajar, que puedan actuar y acoger a la víctimas (…) que ayuden, es un deber que tienen, que informen a las víctimas de sus derechos de denunciar civilmente sus abusos”.
Los anuncios de Bertomeu dan a entender el inicio de la necesaria transformación en el seno de la Iglesia Católica chilena, sacudida por un terremoto de escándalos de abusos sexuales que ya tuvo como resultado la aceptación por parte del Papa de la renuncia del ahora ex obispo de Osorno, Juan Barros.
Previo a la reunión de Scicluna y Bertomeu con los laicos de Osorno, el sacerdote español informó que se habían entrevistado con 94 víctimas y asomó la posibilidad de indemnizarlas económicamente, asegurando que es «un derecho». A ello, se le suma la posible creación de la comisión de la verdad.
Los laicos han insistido en la necesidad de escuchar a las víctimas de esta ciudad, y aunque valoraron positivamente el encuentro, insistieron en que esta “no es la finalización de una etapa, ni todos levantamos las manos para decir que este problema se solucionó. El problema recién se está identificando y las personas iniciando un camino de sanación”.
