Gendarmería había dado un ultimátum hasta las 21 horas, luego que el Ministerio de Justicia, a través de un comunicado, hiciera un llamado al gremio a reunirse con la Directora Nacional de la institución, Claudia Bendeck.
Se acabó el plazo y la presión rindió sus frutos. El Gobierno cedió a la solicitud de los gendarmes, quienes desde el lunes pidieron reunirse con el ministro de Justicia, Hernán Larraín.
Fue finalmente el martes en la noche cuando Larraín cedió y recibió a los funcionarios, según confirmó a CNN Chile el secretario nacional de la Asociación Nacional de Funcionarios de Gendarmería (Anfup), Marcos Aburto, quien aclaró, respecto al llamado a «acuartelamiento» que hicieron más temprano, que «no se va a deponer ninguna acción en ninguna unidad penal mientras no tengamos la respuesta concreta que hoy día nos entreguen nuestros presidentes a partir de la reunión que se está sosteniendo al interior de este ministerio».
El conflicto entre el Gobierno y Gendarmería ocurre tras la formalización a Héctor Palma, gendarme al que se responsabilizó como cómplice de las torturas que sufrieron los dos ecuatorianos imputados por el asesinato de una mujer en el Barrio República.
En ese marco, los funcionarios pidieron el lunes una reunión urgente con el titular de Justicia, dando plazo hasta las 16:00 de este martes para recibir una respuesta, de lo contrario, amenazaron con irse a paro.
La respuesta que recibieron no fue la que esperaban, pues, a través de una carta, Larraín hizo un llamado al diálogo de los gendarmes con la Directora Nacional de la institución, Claudia Bendeck, motivo por el cual dieron un nuevo plazo hasta las 21 horas, amenazando otra vez con un paro nacional si no se accedían a su petición.
Entre las peticiones se considera incrementar la dotación de cada una de las plantas, para absorber la necesidad actual y se proyecte a futuro, además de la construcción de nuevas cárceles. «Si no nos reciben hoy, mañana nos vamos a paro nacional. Es un ultimátum de 24 horas al Ministerio de Justicia, porque la realidad carcelaria colapsó», advirtió Patricio Baquedano, presidente de la Anfup.
