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Por 90 días se extenderá una mesa de trabajo donde se tratarán los problemas denunciados por los uniformados, entre las que destacan cambios a la carrera funcionaria, definiciones legales sobre el sistema de pensiones, mejora en las condiciones de las cárceles y poner fin a la criminalización en contra de los funcionarios. Este último punto surge luego de que uno de sus compañeros fuera formalizado y quedara con prisión preventiva, a raíz de las agresiones que sufrieron dos internos ecuatorianos, imputados por la muerte de Margarita Ancacoy en Barrio República.
Luego de varias horas de negociaciones con el ministro de Justicia, Hernán Larraín, los gendarmes lograron llegar a un acuerdo con el Ejecutivo por lo que decidieron deponer el paro que tenían programado iniciar ayer.
La medida anunciada por las agrupaciones gremiales fue un ultimátum luego que el gobierno descartara la principal petición de estas organizaciones que era sentar al ministro Larraín a negociar. Sin embargo, la movilización no se concretó ya que durante la madrugada los dirigentes alcanzaron un principio de acuerdo con el Gobierno que desactivó el paro.
Por 90 días se extenderá una mesa de trabajo donde se tratarán los problemas denunciados por los gendarmes, entre las que destacan cambios a la carrera funcionaria, definiciones legales sobre el sistema de pensiones, mejora en las condiciones de las cárceles y poner fin a la criminalización en contra de los funcionarios.
Este último punto surge a raíz de la formalización a Héctor Palma, uniformado al que se responsabilizó como cómplice de las torturas que sufrieron los dos ecuatorianos imputados por el asesinato de una mujer en el Barrio República, y que hoy se encuentra en prisión preventiva.
Finalmente el dirigente de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (Anfup), Andrés Segovia, se refirió al ministro Larraín y sostuvo que “él está consciente de la problemática, y a nosotros nos inspira confianza el ministro. Por eso queríamos hablar con él, porque tiene las competencias y tiene, de alguna u otra forma, mayores posibilidades que la directora del servicio. Si nos pasaban con la directora pensábamos, y lo mirábamos de esa forma, que el gobierno estaba invisibilizando la problemática penitenciaria”.
En esa línea agregó que el gobierno “tiene la posibilidad de hacer grandes cosas en el sistema penitenciario chileno”, concluyó.
