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¿Isabel versus Cecilia? PAÍS

¿Isabel versus Cecilia?

De origen similar, ninguna surge de la élite de la derecha y sus carreras tienen como hitos claves el primer Gobierno de Sebastián Piñera y el trabajo realizado en la Fundación Avanza Chile durante los últimos cuatro años antes de regresar a La Moneda. Ambas han cultivado perfiles diferentes. La vocera mucho más encasillada en su rol de portavoz de Palacio, lo que ha dejado el espacio para que la ministra de la Mujer brille con luz propia, de la mano de una agenda transversal a todos los espacios gubernamentales. Distinciones que las han llevado a mantener varias posiciones contrarias, algunas a nivel público y otras en el seno del Ejecutivo.


Las ministras Isabel Plá y Cecilia Pérez son las mujeres anclas del actual Gobierno. Para nadie es un secreto que ambas juegan un rol relevante en el oficialismo, aunque de formas muy distintas. Mientras la titular de la cartera de La Mujer e Igualdad de Género ha tomado un papel protagónico desde la derecha ante la irrupción de la cuarta ola feminista, a la vocera de La Moneda se le ve mucho más “silenciosa y cautelosa” al interior del Comité Político de Palacio y en la coordinación con Chile Vamos.

Tienen orígenes similares, ninguna proviene de la denominada aristocracia de la derecha política, razón por la cual les ha costado hacerse un espacio al interior del oficialismo. Son amigas “muy cercanas”, reconocen desde Palacio, y estrecharon lazos durante su paso por la Fundación Avanza Chile durante los últimos años como oposición, donde desarrollaron una dinámica de trabajo y cercanía con el actual Presidente Sebastián Piñera. Fue allí donde Pérez consolidó su lugar en el círculo de hierro del Mandatario y Plá se ganó su puesto en el gabinete ministerial.

Toda esa cercanía entre ambas, que se traduce en un diálogo permanente y un intercambio de consejos, no ha evitado –según cercanas a las dos ministras– las diferencias, las que se expresan en el perfil que cada una ha cultivado.

Para el analista Gonzalo Müller, la vocera es mucho más “pausada y empoderada” y sin la ansiedad “por aparentar y aparecer en la prensa de algunos ministros nuevos”, mientras que su par del Ministerio de la Mujer ha desarrollado una mayor visibilización, debido a la transversalidad y articulación que ha tenido la equidad de género.

Para Camila Miranda, analista de Fundación Nodo XXI, la figura de la ministra Pérez cuenta con más tiempo de instalación y se le advierte “atrapada en la mera administración de su cargo”, posición que se ve contrapuesta con la habilidad que ha tenido Plá a la hora de “proyectar su figura, más allá del ministerio que conduce”, aprovechando el vacío que ha dejado la oposición para tomar el debate feminista.

De todas formas, recalca Miranda, ambas contribuyen a la lógica del gubernamental de instalar liderazgos femeninos que “contribuyen a la reposición de los roles tradicionales, promoviendo patrones propios de la política neoliberal: empresarias exitosas, madres emprendedoras”.

La extensión de Plá

La ministra Plá ha sido una suerte de revelación del actual Gobierno, eclipsando la potencia de Pérez, como también el debut del titular de la Segpres, Gonzalo Blumel, quien debía ser una suerte de carta para la renovación del elenco en la derecha y que en la práctica se le ha visto “bastante ausente» en las últimas semanas, según recalcan desde el Congreso, y en general con poca influencia política durante los últimos cuatro meses y medio.

El lanzamiento de la agenda de 12 propuestas en materia de género dejó una postal política para el recuerdo y que aumentó los dividendos de Plá.

En medio del momento más álgido de tomas, marchas y paros, La Moneda intentó subirse a la ola feminista a su manera y, mientras el Presidente Piñera anunciaba la propuesta, justo a su espalda, en un perfecto tiro de cámara, en primera línea estaba la ministra Plá y, al otro lado, la primera dama, Cecilia Morel. Las seguían la presidenta de la Cámara de Diputados, Maya Fernández (PS); la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe; junto a las diputadas comunistas Camila Vallejo y Karol Cariola.

La operación para lograr dicha transversalidad política es otorgada a Plá. Desde Chile Vamos y la oposición reconocen que ella fue quien gestionó con cada parlamentaria su asistencia y apeló a que, frente a un tema país tan relevante, “nadie se podía restar”.

Otra de sus gestiones personales exitosas, fue la bajada pública del Gobierno ante la agresión que sufrieron tres mujeres que habían asistido a la marcha por el aborto libre el 25 de julio. La ministra Plá fue la primera en salir vía Twitter a condenar los actos de violencia y junto con la intendenta de Santiago, Karla Rubilar, habrían presionado para que desde La Moneda se criticaran esos actos de violencia y los discursos de odio contra las feministas. Eso sí, no lograron que el Presidente Piñera se refiriera públicamente al tema.

[cita tipo=»destaque»]Desde un sector de la derecha, aseguraron que las palabras de Plá son vistas como “un error no forzado más” del gabinete, aunque, desde el otro bando oficialista no descartan incluso que sea un intento de un “eventual perfilamiento presidencial”. Una intención que estaría totalmente descartada, de acuerdo a los cercanos a la ministra, a quien se le conoce por aplicar como doctrina política el “aquí y ahora”. La vocera Pérez tampoco quedó indiferente y dejó entrever su distancia. “Todas las respuestas son subjetivas (…). Podemos tener diferencias, qué duda cabe, entre todos nosotros, sobre cuál es la mujer más importante”, precisó, para luego concordar en un punto que también expuso Plá en esa entrevista, el de la distancia política e ideológica con Bachelet.[/cita]

La ministra Pérez “se subió tarde a ese carro, no hizo ninguna gestión”, recalcaron desde Palacio. Y es que quien tenía la sartén por el mango “en esta pasada” era el ministro del Interior, Andrés Chadwick, ya que –recalcaron en el oficialismo– “todos saben que difícilmente se puede pasar por encima de él”. Por lo mismo, finalmente el tema se zanjó desde la arista de la seguridad, razón por la cual las vocerías oficiales se las tomaron la intendenta y el titular de la cartera de Interior, con lo que se dio por cerrado el tema.

Este nexo y guiño constante con los “más progresistas” de parte de la ministra de la Mujer tuvo su máximo apogeo hace una semana. “La Presidenta Bachelet es la mujer más importante en la historia de Chile”, señaló categórica Plá a La Tercera, en una entrevista que se publicó solo un par de días después que la encuesta Cadem determinara que Cecilia Morel era la mujer más importante del país, grupo selecto en el que también se incluyó a la ministra Pérez.

Esa frase fue un verdadero balde de agua fría para el sector de Chile Vamos, que les hizo recordar los tiempos “aliancistas-bacheletistas” del alcalde UDI, Joaquín Lavín. Con esa declaración, el cetro intocable que se había ganado la ministra Plá tambaleó, sus palabras no cayeron nada de bien al interior del oficialismo y, no por nada, fue un tema discutido en el último comité político de Chile Vamos.

Desde un sector de la derecha, aseguraron que las palabras de Plá son vistas como “un error no forzado más” del gabinete, aunque, desde el otro bando oficialista no descartan incluso que sea un intento de un “eventual perfilamiento presidencial”. Una intención que estaría totalmente descartada, de acuerdo a los cercanos a la ministra, a quien se le conoce por aplicar como doctrina política el “aquí y ahora”. La vocera Pérez tampoco quedó indiferente y dejó entrever su distancia. “Todas las respuestas son subjetivas (…). Podemos tener diferencias, qué duda cabe, entre todos nosotros, sobre cuál es la mujer más importante”, precisó, para luego concordar en un punto que también expuso Plá en esa entrevista, el de la distancia política e ideológica con Bachelet.

Hasta la ex senadora Lily Pérez –la mejor amiga histórica de la vocera– salió al baile criticando los “desaguisados” y “desaciertos” de varios miembros del gabinete de Piñera y, en el caso particular de los dichos de Plá, sentenció que «comparto la frase» y que fue «un error político”.

Cercanos al gabinete ministerial aseguran que este rol bisagra o cercano con la oposición de Plá no es distinto al carácter que cultivan otros miembros del gabinete, como Blumel, Pérez, Chadwick e, incluso, el titular de Desarrollo Social, Alfredo Moreno. Así, recalcan que no es exclusivo de la ministra de la Mujer, pero que tampoco es algo casual, ya que fue el Presidente Piñera quien habría diseñado su gabinete con esta característica.

Pero la suerte de «veranito de San Juan» de Plá con la oposición habría tocado techo. Se instaló una abierta distancia con el aborto libre, que se tomó la agenda desde la masiva marcha de la semana pasada, y en el Congreso se registró un quiebre, ya que desde la oposición consideran que la falta de respaldo a las indicaciones presentadas a la reforma constitucional para consagrar la igualdad de género, dejó al descubierto que no existe un ánimo real del Gobierno para construir en conjunto en esta materia. En la oposición agregaron que la ministra Plá “no respaldó con hechos su discurso por la igualdad de derechos”, el que ha sido un eje central de su agenda.

El bajo perfil de Cecilia

Si hay rasgos que se le reconocen transversalmente a Cecilia Pérez Jara son su inteligencia, su capacidad para formar buenos equipos de trabajo y el buen trato con los mismos. Su carrera en la política se puede describir, sin complejos, como un fiel reflejo de la meritocracia.

En su partido, Renovación Nacional, al que ingresó el 2005, ha cumplido funciones desde la presidencia de directiva en La Florida, pasando por la presidencia regional, el consejo general de la colectividad, la vicepresidencia y la secretaria general el 2010.

Hoy cuesta encasillarla en un solo sector de la tienda, pero sí se sabe que nació al alero de Manuel José Ossandón, en la Municipalidad de Puente Alto, cuando ejerció como directora de comunicaciones, momento en que el hoy senador era el alcalde. Con el “Cote”, la historia de la actual vocera es de dulce y agraz, ya que, si bien volvieron a hacer las paces, gente conocedora de aquella relación ha descrito sin tapujos que en su peor momento el estado entre ambos es de “guerra”.

Y es que, aunque el trabajo de ambos cuajó de manera casi natural en el municipio, los saltos en la vida política de Pérez –acusan cercanos– la han hecho cambiar, “pasó de ser una persona humilde, a una diva”, una definición que no todos los que la conocen comparten, y la defienden reconociendo exactamente lo opuesto: que es «la misma Cecilia» de siempre.

La actual ministra de la Segegob es una reconocida piñerista, donde su lealtad con el Mandatario es a toda prueba y superior a la que profesa a RN. Desde que entró a trabajar en el primer Gobierno de Piñera, nunca más ha dejado de ejercer funciones a su alero.

El 2011 dejó su tercer período consecutivo como concejala de La Florida para aterrizar como subdirectora del Sernam, luego asumió como intendenta de la Región Metropolitana y, desde allí, arribó a La Moneda como vocera, en reemplazo de Andrés Chadwick. Luego, al terminar esa administración, se fue a la Fundación Avanza Chile como vicepresidenta durante los cuatro años del Gobierno de Bachelet y ahora regresó a la Segegob.

Pero no siempre fue así de piñerista y en sectores de la derecha se le «achaca» que, durante su paso por la Municipalidad de Puente Alto, fue la ideóloga de la campaña comunicacional “anti-Piñera” que usó Ossandón en su momento.

Respecto de su relación más íntima con la ministra de la Mujer, fuentes al interior de Palacio se refieren a las similitudes entre ambas. Las dos comenzaron su recorrido político al alero de una mujer, en el caso de Plà, junto a la ex diputada UDI María Angélica Cristi, y en el de la vocera, con la ex senadora Lily Pérez. También ambas fueron concejalas en comunas estratégicas para la derecha, La Florida y Las Condes.

Una Cecilia Pérez más empoderada que en su anterior pasada, habla con propiedad en el comité político con el Presidente Piñera. Si bien, como se sabe, no tiene la influencia del ministro Chadwick, de igual manera el Jefe de Estado la escucha, afirman sus cercanos.

Según Carla Moscoso, socióloga y magíster en Comunicación Política de la Universidad de Chile, a pesar de los esfuerzos, “ninguna de las dos ha demostrado un liderazgo político relevante en la conducción ni del Gobierno ni de su coalición”. Recalca que las ministras “son funcionarias de Gobierno, por lo que tienen poco espacio para innovar más allá de la línea definida por Piñera respecto de la agenda política”.

Recalca que a la ministra Pérez se le ve acotada a la agenda del Presidente, “su capacidad de establecer un lineamiento político propio es más bien nula, lo que resulta entendible si consideramos que cumple un rol en la vocería”, lo que reduciría su margen para ser una verdadera dirigenta política. Por otra parte, la ministra Plá ha logrado un mayor grado de autonomía, “sin duda ha demostrado tener una mejor lectura del escenario político (…). A pesar de ello, sigue sosteniendo propuestas conservadoras respecto del rol de la mujer en la maternidad y en la sociedad que representan el sentir de una minoría en el país”.

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