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«El Museo de la Memoria es un valioso testimonio que debe ser preservado; pero es un ‘museo montaje’ porque deja sin explicación el cómo se pudieron llegar a cometer esas atrocidades”, señaló Mónica Mullor a través de su cuenta de Twitter, donde acostumbra aplaudir al Gobierno y criticar a Michelle Bachelet.
Mónica Mullor, la esposa de Mauricio Rojas, es muy activa en Twitter, donde ha manifestado sus opiniones acerca del Museo de la Memoria, las cuales siguen la misma línea de lo planteado por el efímero ministro de Cultura.
«El Museo de la Memoria es un valioso testimonio que debe ser preservado; pero es un ‘museo montaje’ porque deja sin explicación el cómo se pudieron llegar a cometer esas atrocidades”, señaló a través de su cuenta de Twitter @mmullor2016.
En otra publicación, escribió que «sería un gesto de sentido democrático que el Museo de la Memoria ofreciese al visitante una idea sobre el clima político existente los años previos al golpe militar exponiendo diversos puntos de vista, hechos históricos, apreciaciones personales expresadas en cartas, vídeos, fotos”, dijo, graficando la postura compartida por muchos en la derecha de que el museo incluya material de los hechos previos al Golpe de Estado.
En otro tuit, publicado el jueves 16 de agosto, prosiguió con la idea: “¿Por qué es importante que el M. de la Memoria sea un montaje completo? Porque hay una generación más joven que no vivió ese periodo que reclama honestidad. Buscan comprender sobre las prácticas y discursos que generaron ese clima que deterioró irreparablemente la convivencia cívica”.
“Es un excelente montaje que debiese ser preservado, pero no da respuesta a cómo llegamos a odiarnos tanto. Es importante contarlo para advertir desde antes cuando la sociedad comienza a polarizarse”, agregó en otro tuit, apelando a la “contextualización” de las violaciones de derecho humanos.
Según la Revista Capital, Mullor «nació y vivió en Chile hasta los 29 años, cuando se trasladó a Suecia. Allá ejerció como gerenta general de Citibank –tras una carrera en el mismo banco en Chile–, luego se trasladó a Madrid y desde 2012 vive entre Suecia y Chile, junto a su marido Mauricio Rojas».
En su cuenta en Twitter, se presenta como “columnista en distintos medios. Investigadora en temas migratorios (URJC)” y opina de diferentes temas. Así, aplaude medidas gubernamentales como la propuesta de salario mínimo y la expulsión de inmigrantes con antecedentes, y además critica a Michelle Bachelet, sobre todo tras su nombramiento como Alta Comisionada de DDHH de la ONU: “ Hora de que Michelle Bachelet sancione, sin rodeos, las violaciones a los DDHH en China, Corea del Norte, Nicaragua, Venezuela, Cuba. De lo contrario, ¿qué respeto podrá tener como representante de DDHH en la ONU?”, indicó.
