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Corruptia: el juego que sacará ronchas en el Senado PAÍS

Corruptia: el juego que sacará ronchas en el Senado

Cristian Leighton
Por : Cristian Leighton Periodista. Coordinador de Mesa Periodística y Redes Sociales de El Mostrador
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Basado en la Cámara Alta, este juego de mesa busca generar debate y conversación, sobre un tema que cada vez parece estar más presente en la actividad política en todo el mundo, no por nada el juego ya esté en negociaciones para ser licenciado en Brasil y Alemania. A fin de año es el turno de Chile.


Que te acusen de ser corrupto es algo grave. Pero que se inspiren en esa hipotética corrupción tuya para crear un juego debe ser peor. Eso es lo que buscaron crear Cami Muñoz y Feño Casals, de la Editorial ZXG, al diseñar el juego de mesa “Corruptia”.

Con ilustraciones del dibujante político Malaimagen, el juego toma lugar en un escenario ficticio, con personajes ficticios: “Tratamos de hacerlo lo más inventado, que no tengan referencia a nadie. Pero igual la gente dibujada se parece a otra gente, que es como el estereotipo del senador corrupto”, señala Muñoz.

“Lo hicimos así para que ningún personaje de la realidad se sienta identificado, más allá de la connotación que le puedan dar los propios usuarios”, agregó Casals.

En “Corruptia”, cada jugador asumirá el rol de un senador de alguno de los cinco partidos ficticios como “Partido Particular Pluralista”, “Conjunto Colectivo Cooperativo” o “Integración Ideológica Independiente”.  En cada una de las cinco rondas los jugadores robarán cartas e intentarán agregar leyes a la mesa para asignarles presupuesto. Las leyes corresponden a diferentes áreas como Educación, Defensa y Medio Ambiente.

Pero, como pueden imaginar, la motivación de los jugadores para colocar estas leyes será la de cumplir sus propios intereses. Cada jugador contará con una serie de cartas que formarán su Agenda Secreta, que representa sus intereses privados. Los jugadores deben procurar no solo hacer que sus intereses estén representados en las leyes de este Congreso, sino que además tengan la cantidad suficiente de trabajadores asignados.

¿Dónde está presente la corrupción, que le da el nombre al juego? El problema es que no es llegar y bajar una ley, para que esta sea aprobada hay que votar y éstos se negocian. En la fase de votación todo es válido: comprar votos, chantajes e incluso, usar el apoyo popular para obligar a pasar una ley. Los creadores indican que gente que ha jugado el juego ha ofrecido incluso dinero real para aprobar una ley.

En sus inicios, este juego se llamaba “Cámara del Senado”, pero Cami Muñoz y Feño Casals indicaron que “el nombre pegaba muy poco” y que a pesar de estar inspirado en el Senado chileno, “uno lo podía llevar a todos los ámbitos de la política nacional”, como subraya Muñoz. Hasta que decidieron por “Corruptia”, que hace referencia a “país de los corruptos”.

La dificultad del tema

El gran temor que tuvieron durante su puesta en marcha fue que a la gente no le gustara el juego por ser demasiado político. Sin embargo, Casals indica que el inconveniente fue otro: “la mayoría de las personas que lo probaba lo jugaba de manera correcta y se preguntaban por qué no lo hacían al revés, que el más bueno ganara. Pero eso no es entretenido, no genera debate”, a lo que Cami Muñoz agrega que “la idea no era hacer un juego de mesa educativo, sino uno que te generara una conversación posterior, que te provocara a conversar”.

“La gente podría pensar que es un juego de Gobierno que te enseña cómo es la política, y no es nuestra idea. No enganchan tanto”, agregaron.

“La política en Chile es un tema tabú y la educación actual en el país no incentiva a debatir sobre eso. A hacer debates no desde una trinchera, porque ahí se ponen a pelear, y no conversar. Por eso queríamos hacer un juego de política del que nadie se sintiera identificado, a pesar de que uno puede asociar a los personajes, para que la gente conversara y se divirtiera, pero que no se enojara”, apuntó Muñoz.

“Los políticos se toman la política a la ligera, nosotros buscamos lo mismo con el juego político: que se lo tomen a la ligera”, acotó Casals.

Aunque también lo hicieron ficticio por otra razón: las posibles represalias de los políticos: “Igualmente la gente se puede sentir tocada. Si amanecemos muertos, ya saben por qué fue”, bromea Muñoz.

A pesar que en primera instancia el juego tiene personajes ficticios, debido a que el juego está negociando la licencia en el extranjero, como en Brasil y Alemania, planean una expansión “chilena” a futuro. El juego saldrá a la venta a fines de año, con una preventa, entre agosto y septiembre, de 100 unidades, las que vendrán firmadas por Malaimagen. Los puedes encontrar tanto en Facebook como en Instagram.

En El Mostrador intentamos contactar a senadores, pero ninguno quiso referirse al tema.

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