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La compleja ambigüedad de Frei Ruiz-Tagle en la arremetida DC para sacar al subsecretario Castillo PAÍS

La compleja ambigüedad de Frei Ruiz-Tagle en la arremetida DC para sacar al subsecretario Castillo

Macarena Segovia
Por : Macarena Segovia Periodista El Mostrador
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Si bien se sabe que el ex Mandatario siempre ha tenido una posición más “reservada e institucional” ante el magnicidio de su padre, el ex Presidente Eduardo Frei Montalva, y que ha sido su hermana Carmen la que históricamente ha llevado adelante la lucha por el esclarecimiento del caso, aún así en la DC muchos esperaban que renunciara a su cargo como embajador en la misión especial para el Asia-Pacífico, que ocupa desde el 2014 y en el que fue ratificado por Piñera.


El silencio de Eduardo Frei Ruiz-Tagle tras el nombramiento de Luis Castillo como subsecretario de Redes Asistenciales, ha llamado la atención entre las huestes de la Democracia Cristiana. Para nadie es una sorpresa que el ex Mandatario mantenga un “perfil más moderado” que su hermana, Carmen Frei, quien es la que ha liderado por años la lucha por el esclarecimiento de la muerte en dictadura de su padre y ex Presidente, Eduardo Frei Montalva, pero aun así ha generado preocupación desde las bases falangistas hasta los propios parlamentarios de la colectividad.

Aseguran que el embajador en la misión especial para el Asia-Pacífico siempre se ha desplegado de forma “institucional” respecto al tema y que sus intervenciones siempre han tratado de respetar el proceso judicial de la causa por el magnicidio del Frei Montalva, que hoy está en manos del ministro en visita Alejandro Madrid.

Para el mundo falangista y de los Derechos Humanos hay claridad absoluta respecto a que la lucha por el esclarecimiento de la muerte de Frei Montalva ha sido liderada casi en solitario, desde la década del 2000, por Carmen Frei. “Es ella quien en un discurso en la Sala de Cámara abrió el debate por el magnicidio de don Eduardo (…) ella es la que ha peleado por su papá, Frei (hijo) lo ha hecho pero de forma más institucional”, reconoció un ex colaborador del ex Mandatario.

Esto no significa que el ex senador no “se la ha jugado firme por el caso”, pero siempre de una forma más recatada, “manteniendo las relaciones y equilibrios con el sistema de justicia y político”, agregó un dirigente de la falange.

Pero no siempre fue así de cauto. En 2010 tomó una posición distinta cuando Castillo fue nombrado por primera vez como subsecretario de Redes Asistenciales en el primer Gobierno de Sebastián Piñera. «Quiero manifestar mi preocupación, porque el nuevo subsecretario de Salud que han nombrado (Castillo) es una persona que negó sistemáticamente en la Universidad Católica que existió una seudoautopsia al Presidente Frei, cosa que vino a descubrirse casi 20 años después que fue falsificada en los libros del año 92, 10 años después de su muerte», dijo en ese momento Frei Ruiz-Tagle en Cooperativa.

Es por eso que ahora llama la atención al interior de la DC su pasiva reacción ante el nuevo nombramiento del ex médico de la Universidad Católica. En medio del velorio de Andrés Aylwin, en el Salón de Honor del Congreso en Santiago, el lunes, Frei Ruiz-Tagle coincidió con el Presidente Piñera, se saludaron afectuosamente en un contexto en que hace más de una semana la DC, su partido, presiona públicamente a La Moneda para que Castillo sea removido de su cargo, puntualmente por su relación con el magnicidio de Frei Montalva, su padre.

Ese día el ex Jefe de Estado se limitó a sentenciar que “no es el lugar ni el momento para hacer ese análisis”, que cuando termine el proceso judicial y “el ministro Madrid entregue el fallo» sobre el caso de Frei Montalva se referirá al tema y, luego, concluyó pidiendo “verdad y justicia para Frei”. Palabras que fueron tomadas como “frías” en el seno de la falange.

La actitud de Frei es vista entre dirigentes de la DC como una forma de querer “poner paños fríos” al conflicto con el Gobierno y reconocen que no son pocos los que en el partido los que esperaron que el ex Mandatario renunciara al cargo de embajador especial que ostenta desde 2014 y que fue ratificado por Piñera, lo que no ha ocurrido hasta el momento. Es que una señal de este tipo –agregaron en la colectividad– habría sido una “posición de fuerza con el Gobierno” y podría haber “movido la balanza» a favor de una demanda que tiene un sentido profundo en la falange, «como es es el caso de la muerte de don Eduardo”.

[cita tipo=»destaque»]No siempre fue así de cauto. En 2010 tomó una posición distinta cuando Castillo fue nombrado por primera vez como subsecretario de redes asistenciales en el primer gobierno de Sebastián Piñera. «Quiero manifestar mi preocupación, porque el nuevo subsecretario de Salud que han nombrado (Castillo) es una persona que negó sistemáticamente en la Universidad Católica que existió una seudo autopsia al Presidente Frei, cosa que vino a descubrirse casi 20 años que fue falsificada en los libros del año 92, 10 años después de su muerte», dijo Frei Ruiz-Tagle en Cooperativa en ese momento.[/cita]

A nivel parlamentario, afirmaron que las palabras de Frei Ruiz-Tagle “podrían tomar sentido” después de las declaraciones de ayer del juez Madrid, quien no descartó que tras la resolución del caso pudiera abrir nuevas indagatorias que incluyeran al subsecretario Castillo. “Hay que esperar la sentencia (…) puede aparecer en la sentencia algún hecho que origine que se tenga que incorporar otra causa (…) ahí se verá si se hace efectiva alguna responsabilidad o no”, comentó el magistrado.

Es precisamente la ausencia de una acusación judicial en contra de Castillo el principal argumento que ha tenido el Gobierno de Piñera para mantener en su cargo al nuevo subsecretario de Redes Asistenciales, como lo precisó el propio Presidente el domingo en medio de la ronda de entrevistas que dio ese día. “No tuvo participación”, recalcó en ‘El Informante’, de TVN, y agregó que las declaraciones del superior de Castillo en la Universidad Católica exculparon “totalmente” al doctor.

Los pasos de la falange

Tras el cambio de gabinete y el nombramiento de Castillo, se prendieron las alarmas en la familia Frei y en la Democracia Cristiana. Piñera se había comprometido con el jefe de la bancada de diputados de la DC, Matías Walker, a que Castillo no ostentaría el cargo de ministro, lo que fue cumplido, aunque en los pasillos de La Moneda algunos afirman que su ascenso a secretario de Estado estaría pensado para unos cuatro meses más.

Inmediatamente tras el nombramiento, la directiva de la falange y parte de su bancada de diputados iniciaron un proceso de congelamiento de relaciones con el Gobierno, acompañado de un despliegue en el Congreso, que trajo consigo el veto a Castillo en la Comisión de Salud, decisión que fue respaldada por otros partidos de oposición, como el PS. Ello va unido estrechamente a la posibilidad de que se frenen algunos proyectos importantes que La Moneda quiere llevar a buen puerto en el Parlamennto.

La arremetida DC ha sido liderada por el presidente del partido, Fuad Chahin y el diputado Walker, debido a que fue la propia Carmen Frei y parte de los nietos del fallecido Jefe de Estado quienes solicitaron expresamente al partido hacerse parte de la cruzada para lograr la salida de Castillo.

Hay quienes en la DC consideran “sobregirada” la postura asumida por el timonel Chahin y cuestionan que trate de manejar los tiempos y funciones parlamentarias. No por nada, en la colectividad contaron que los senadores falangistas, a pesar de estar “muy comprometidos” con la causa de la familia Frei, han mantenido cierta distancia estos días de la presión pública a La Moneda, la que en buena medida estaría marcada y explicada por la mala relación que tendría el jefe de bancada de senadores, Jorge Pizarro, con Chahin.

El congelamiento DC con el Ejecutivo, hasta ahora, ha sido más un tema de presión comunicacional que de acciones políticas concretas, ya que en el Congreso –recalcaron– el trabajo legislativo se mantiene como siempre, con excepción de las comisiones de Salud en ambas cámaras. Eso sí, también se mantiene el restarse de actividades oficiales convocadas por el Gobierno, como por ejemplo un encuentro solicitado por el ministro de la Segpres, Gonzalo Blumel, con distintos senadores, instancia de la que se restarían Ximena Rincón y Francisco Huenchumilla.

No hay una orden de partido de cortar relaciones en todo nivel con La Moneda, pero en el Congreso sí han recibido solicitudes de parte de la familia Frei.

El despliegue DC en pos de la salida de Castillo seguía en pie para esta semana. De hecho, para el lunes 20 estaba fijado originalmente un Consejo Nacional en el que se discutiría el tema, pero la muerte de don Andrés Aylwin llevó a la directiva del partido a aplazar la cita una semana, para ver “cómo se comporta el Gobierno” ante las presiones políticas, razón por la que esperarían hasta la próxima semana.

Es más, ante la respuesta pública que dio el domingo el Presidente Piñera, voces desde la DC comenzaron a señalar que sería bueno intentar un acuerdo con el Gobierno, amarrar una salida a futuro de Castillo y, así, evitar que se consolide su ascenso a ministro. Pero las declaraciones del juez Madrid habrían marcado un punto de inflexión y se estaría readecuando el diseño establecido.

El senador Francisco Huenchumilla dijo ayer que “el Gobierno debe tomar una posición definitiva respecto al rol del señor Castillo” y agregó que el juez Madrid “no descarta la imputación al señor Luis Castillo, lo que llama la atención es que él dice que hay que esperar la sentencia y él está redactando la sentencia, por lo que abre una posibilidad cierta de que ocurra algo”.

El blindaje a Castillo

A pesar de que la tensión con la DC ha sido tomada como un conflicto “conciencia”, desde La Moneda han optado por separar aguas respecto de lo que sucedió con el ex ministro de Cultura, Mauricio Rojas, quien tuvo que dejar el cargo a los cuatro días de ser nombrado. Enfatizan que en su caso hubo una presión social grande, pero que sobre Castillo la presión es de los partidos políticos de la oposición y que “ante eso no se cede”.

En el Gobierno plantearon que sacar a Castillo de la subsecretaría significaría un duro golpe para el control interno de la administración piñerista, que ve con preocupación la baja de su apoyo en las encuestas y por lo cual el propio Presidente respondió tan rotundamente a la demanda de la familia Frei, para dar una señal de control.

En la derecha dicen que el subsecretario Castillo es una figura de consenso en las huestes del oficialismo y “aunque esté generando problemas”, tiene piso político suficiente para resistir esta presión. Y es que el médico es militante de RN, miembro de los núcleos gremiales duros en salud que se fortalecieron en el Minsal durante el primer mandato de Piñera, además de tener una muy buena relación con el ex ministro Jaime Mañalich, quien fuera médico personal de la primera dama, Cecilia Morel.

Recalcan que esa es la razón por la que los gremios y los funcionarios del Minsal no se hayan sumado a las críticas por su nombramiento. Pero con quien no mantendría una buena relación es con el actual ministro de Salud, Emilio Santelices, quien no le ha dado piso público a su nombramiento y ni siquiera “han salido juntos en una pauta de prensa”.

La tensión entre ambos se debería a que el subsecretario Castillo estaría intentando armar un núcleo de poder en el ministerio: llegó con el ex asesor de Santelices, Mario Villalobos, quien había sido desvinculado por el ministro por “falta de confianza”, y nombró como jefe de gabinete a Nicolás Duhalde, quien fue removido de la Segpres por tener constantes desencuentros con Blumel. Es más, el nuevo subsecretario es cercano al ex presidente del Colegio Médico, Enrique Paris, quien no escatimó esfuerzos por sacar a Santelices del Minsal.

Desde Palacio aseguran que el subsecretario mantiene constantes comunicaciones con los ministro del Interior,  Andrés Chadwick, y la vocera, Cecilia Pérez, y que mientras cuente con el respaldo de ambos y del Presidente Piñera, se “mantendrá en su cargo”. El único problema podría ser, advierten, la preocupación del ministro de Hacienda, Felipe Larraín, quien tiene en carpeta cuatro proyectos que deben ser aprobados por el Congreso en el corto plazo, uno de los cuales se vota este miércoles en el Senado: el reajuste al salario mínimo, el que necesita de los votos del PPD, el PS y la DC para ser aprobado.

La señal que dio el juez Madrid cayó ayer como balde de agua fría en La Moneda, porque “desarmó el plan” original, según reconoció un funcionario de Gobierno. Eso, porque Piñera queda “preso de sus propias palabras” y, en caso de que se abra una investigación que involucre al subsecretario, “deberá sacarlo del cargo”.

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