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Peligro latente: el mapa de las termoeléctricas en Chile PAÍS

Peligro latente: el mapa de las termoeléctricas en Chile

Alejandra Carmona López
Por : Alejandra Carmona López Co-autora del libro “El negocio del agua. Cómo Chile se convirtió en tierra seca”. Docente de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile
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Son 28 las que existen en el país, pero su impacto se concentra solo en 5 comunas: Tocopilla, Mejillones, Huasco, Puchuncaví y Coronel. En todas estas zonas, según un informe que elaboró Chile Sustentable, este tipo de energía golpea de forma importante la salud respiratoria y cardiovascular de la población. Un nivel de contaminación que perdurará por 20 años si es que las centrales siguen en operación.


Puchuncaví vive en una emergencia constante. Los vecinos cuentan que la contaminación no les da tregua e incluso ayer en la tarde un grupo de niños del colegio Santa Filomena volvió a ingresar al consultorio de Quintero. El lunes, el Cesfam de Ventanas recibió nuevamente a otras 20 personas aquejadas de lo mismo. Siempre es lo mismo: dolores de cabeza, mareos, náuseas e interminables signos de interrogación sobre una industria que produce energía, pero también zonas de sacrificio.

El carbón es el culpable en Chile de varios episodios de alarma y aunque produce cerca del 44% de la generación eléctrica bruta anual del país, también es el responsable de casi el total de las emisiones contaminantes del sector. Según un último informe de Chile Sustentable, las 28 carboneras que operan actualmente en el país, son responsables del 91% de las expulsiones totales de dióxido de carbono (CO2), el 88% de la totalidad de material particulado (MP), el 97% de las emisiones totales de dióxido de azufre (SO2) y el 91% de las emisiones totales de óxidos de nitrógeno (NOx).

Respecto de la concentración de estos contaminantes, la relación en 2017 fue la siguiente, dependiendo de la zona: el 32% del total de las emisiones del parque carbonero se aglutinó en Mejillones, 22% en Puchuncaví, 17% en Tocopilla, 15% en Huasco, 11% en Coronel y 3% en Iquique, de acuerdo a la información elaborada por la organización, basada en KAS consultores.

La fundadora del Movimiento Zona de Sacrificio Quinteros, Katta Alonso, dice que escenas de niños llegando a consultorios en la zona en la que vive, no paran. “Esto siempre sigue y todavía no tenemos respuesta”, señala.

Parque industrial

De las 28 termoeléctricas a carbón, 15 son propiedad de AES-Gener (de capitales norteamericanos), 8 de la francesa Engie; 3 de la italiana Enel y 1 de cada una de las siguientes empresas nacionales: Colbún y Compañía de Generación Industrial. De estas, la más antigua tiene 57 años de operación (Tocopilla), y se han transformado en los principales agentes de contaminación atmosféricos locales.

De acuerdo a porcentajes de participación en la torta energética, Aes Tener tiene un 52%, seguida por Engie, con 28% y Enel con 10%.

Mapa de las termoeléctricas en Chile by El Mostrador on Scribd

“Si uno se fija en la cronología, las termoeléctricas tuvieron un boom a partir de 2005”, dice Claudia Fuentes, de Chile Sustentable. Explica que, después de la crisis del gas con Argentina, el carbón se convirtió en un producto rentable para las empresas. 14 de ellas fueron construidas en los últimos 10 años y, a pesar del nivel de contaminación en Mejillones, este fue el último lugar que recibió una de estas plantas.

Fuentes dice que también es necesario que desde el Gobierno y las autoridades existan señales para descarbonizar la matriz. «Las termoeléctricas más viejas funcionan menos de la mitad del año, ya cumplieron su vida útil y no es necesario que sean parte del sistema», añade.

En estas cinco comunas donde se concentra la contaminación de termoeléctrica, también se producen otros efectos de las empresas, ya que, para funcionar, este tipo de compañías necesitan grandes cantidades de agua para enfriar las turbinas en funcionamiento. «Dada la localización de las termoeléctricas, en Chile el agua es extraída del mar, succionándose con ella gran cantidad de zoo y fitoplancton marino», reza el informe de la organización.

Aunque la matriz energética chilena ha empezado a sentir de a poco el impacto positivo del ingreso de energías renovables, aún los combustibles fósiles ocupan la mayor parte del escenario. Por ejemplo, mientras en el SING (Sistema Interconectado del Norte Grande) el 94% de la capacidad instalada corresponde a generadores sobre la base de combustibles fósiles, solo el 6% son plantas de energías renovables.

De no cambiar la matriz energética, el nivel de contaminación de las centrales seguirá su curso por 20 años más, si es que las centrales de carbón continúan en operaciones.

Cámara de gases

La contaminación de las centrales térmicas de carbón nacionales y del resto de Europa fueron responsables de 1.170 muertes prematuras en España en 2013, una cifra similar a los fallecidos en accidentes de tráfico ese año (1.128), de acuerdo a un informe de WWF, apoyado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El estudio «La nube negra sobre Europa: efectos de la quema de carbón sobre la salud y la economía de la UE», publicado por WWF junto a la Alianza para la Salud y el Medio Ambiente (HEAL) y la Red de Acción por el Clima en Europa (CAN), dio cuenta de que los efectos del carbón son globales y no se trata de una queja medioambiental que solo ocurre en Chile. Analizó los impactos en la salud de la contaminación del aire provocada por las plantas de carbón de las que se tenían datos en la Unión Europea. Es decir, 257 de las 280 que existen.

De no cambiar la matriz energética, el nivel de contaminación de las centrales seguirá su curso por 20 años más si es que las centrales de carbón continúan en operaciones.

La investigación determinó que el año 2013 las emisiones provenientes de carbón fueron responsables de más de 22.900 muertes.

En Chile, las organizaciones medioambientales apuntan al carbón como el responsable de serias repercusiones en los aparatos respiratorio y cardiovascular. En cuanto al primer ámbito, el estudio de Chile Sustentable da cuenta de mayores cuadros de tos, sibilancias, esputos sin resfríos, menor desarrollo de la función pulmonar y disminución del flujo máximo respiratorio. Los niños están más vulnerables a padecer asma y los adultos fumadores pueden llegar a desarrollar cáncer de pulmón o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

En cuanto al impacto del carbón en el sistema nervioso central, las poblaciones más vulnerables y con posibilidades de padecer arritmias cardíacas son los hipertensos y diabéticos.

Claudia Fuentes señala que el problema mayor de las termoléctricas es que su impacto no está solo en el aire, sino también en la cadena del negocio: en el trasporte y las cenizas que se depositan. Explica que hay efectos que no salen en las noticias, pero los habitantes deben convivir con ellos cotidianamente: “Hemos visto que a veces hay varamiento de carbón, porque llegan a las playas en los puertos y es difícil hacerse cargo de esos impactos que no son tan visibilizados”.

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