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La guerra santa en RN que complica a Desbordes PAÍS

La guerra santa en RN que complica a Desbordes

Macarena Segovia
Por : Macarena Segovia Periodista El Mostrador
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La denominada «bancada evangélica», liderada por los diputados Leonidas Romero, Eduardo Durán y Francesca Muñoz, ha sacado ronchas al interior de la colectividad más grande de la derecha. Aseguran que antes de la Ley de Identidad de Género se habían acostumbrado a vivir con las diferencias internas y «la rica diversidad del partido», pero que la «beligerancia» de este nuevo grupo ha tensionado a un nivel innecesario las relaciones con el Gobierno.


El fracaso tras la operación para ingresar el requerimiento al Tribunal Constitucional (TC) que buscaba frenar la promulgación de la Ley de Identidad de Género, tiene en pie de guerra a una fracción de la derecha compuesta por gran parte de la UDI y el sector más conservador de Renovación Nacional.

Tras la aprobación del proyecto a mediados de septiembre, los diputados Juan Antonio Coloma (UDI) y Miguel Mellado (RN) han desplegado todas sus conexiones para tratar de frenar la ley. Al interior de RN el despliegue “ha sido duro”, reconoce un parlamentario, sobre todo por la presión de la denominada “bancada evangélica” que se ha dejado caer al interior de la colectividad y que ha recurrido a todos los argumentos posibles para lograr convencer a los diputados más liberales de la bancada de apoyar –inicialmente el requerimiento que no prosperó– el “téngase presente” ante el TC.

La «bancada evangélica», liderada por los diputados Leonidas Romero, Eduardo Durán y Francesca Muñoz, es la más activa en esta verdadera cruzada en contra de la Ley de Identidad de Género. Desde RN aseguran que su insistencia causa molestia y que hasta han sacado más de alguna roncha al interior del partido más grande de la derecha. Eso, porque se habían acostumbrado a vivir con las diferencias internas y «la rica diversidad» que caracterizaba a la colectividad, pero la «beligerancia» de este nuevo grupo ha tensionado a un nivel innecesario la convivencia interna y las relaciones con el Gobierno.

Una lógica de trabajo que ha dividido la «cueca en paz que llevábamos», precisó un parlamentario, a pesar de las evidentes tensiones entre los grupos internos del partido. Y que ha tornado, en varias ocasiones, cuesta arriba la conducción del timonel del partido, Mario Desbordes.

En la búsqueda por sumar más detractores a la aplicación de la ley, también se ha añadido parte de la bancada cristiana de RN, los llamados “socialcristianos”, aquellos militantes que son extremadamente conservadores y católicos en la denominada “área moral”, pero que se alejan del liberalismo económico como modelo. Este sector ha sido históricamente identificado con el senador Manuel José Ossandón, pero en la Cámara Baja son reconocidos al alero del diputado Diego Schalper, quien respaldó la solicitud para acudir al Tribunal Constitucional, previo a que el requerimiento se cayera por falta de firmas.

[cita tipo=»destaque»]Pese a que el tema valórico enciende pasiones, ya no desata conflictos o no tanto como los que genera llevarle “la contra al Gobierno o filtrar información a la prensa”, reconocen desde RN. Y es que la llamada diversidad interna ha significado más de algún dolor de cabeza para el Ejecutivo, tanto así que desde La Moneda reconocen que el manejo de la bancada de RN “aún es una tarea pendiente”.[/cita]

En este proceso de convencimiento, desde el sector evangélico y socialcristiano han desplegado una estrategia de reuniones con distintos parlamentarios, como algunos DC, han formulado informes y elaborado argumentos que han llegado hasta las bandejas de entrada del correo de los diputados indecisos. “Nos han visitado hasta en la casa y han reclamado ante la directiva por la falta de apoyo, así en su forma, como son ellos”, recalca un parlamentario. Pero, al parecer, desde los sectores más liberales de RN no se daría el brazo a torcer.

En los sectores más conservadores “existe molestia”, agregan en RN, ya que todo su despliegue y búsqueda por llevar al TC un proyecto que se convirtió en fundamental para el Gobierno, a pesar de que no estaba originalmente en el programa, ha ido de “fracaso tras fracaso”.

Lo anterior, no solo por la caída del requerimiento ante el TC, sino porque no han logrado tensionar la interna de la bancada, como lo esperaban, porque “tras la votación de la Ley de Identidad de Género el almuerzo fue normal, dijeron que iban a hacer una presentación ante el Tribunal Constitucional y ni siquiera fue tema”, contó el diputado Andrés Celis.

Y es que al parecer los diputados de RN se cansaron de pelear por temas valóricos, porque la consideran “una pelea perdida”.

El diputado Gonzalo Fuenzalida reconoce que la composición de la bancada es “bastante densa y congrega a parlamentarios de distintas líneas de pensamiento, lo que hace difícil el trabajo de los temas denominados como valóricos, porque nunca se sabe si habrá totalidad de respaldo”. Pero agrega que “no hay conflictos, ni peleas, hay distintas miradas en el partido, pero finalmente uno no está en este puesto por el partido”.

Falta de liderazgo

Pese a que el tema valórico enciende pasiones, ya no desata conflictos o no tanto como los que genera llevarle “la contra al Gobierno o filtrar información a la prensa”, reconocen desde RN. Y es que la llamada diversidad interna ha significado más de algún dolor de cabeza para el Ejecutivo, tanto así que desde La Moneda reconocen que el manejo de la bancada de RN “aún es una tarea pendiente”.

Al interior de la oposición reconocen que la bancada de RN es un verdadero “cumpleaños de mono”, que es imposible pactar un acuerdo con ellos, visión que es compartida y respaldada desde la vereda de enfrente, por un histórico diputado gremialista. “No hay un Andrés Allamand, un Espina o un nuevo Sebastián Piñera”, reconoce el diputado Celis.

Un problema que es más que latente en el Gobierno, agregaron desde el entorno del ministro de la Segpres, Gonzalo Blumel, quien debe llevar las negociaciones con el Congreso. También lo reconoce el diputado Fuenzalida: “Al Gobierno le incomoda esta dispersión, lo he hablado con el ministro Blumel, a diferencia de la UDI, que logra cuadrar sus votos de forma más eficiente”.

“Con RN puede pasar de todo, es una caja grande de Pandora, llena de toda la diversidad que tiene la derecha”, agrega Fuenzalida, además de recalcar que “RN no es un regimiento que responde al toque de las trompetas, pero nadie pretende ir en contra del Gobierno”.

Esta sería la principal razón de la molestia por el despliegue de los sectores más religiosos de RN ante la Ley de Identidad de Género. Desde la oposición recalcan que es innecesario continuar peleando “ante una batalla perdida”, que es hacerle un “daño innecesario al Gobierno” y que el “fanatismo religioso se debe dejar afuera del Congreso”.

La multipersonalidad

Para nadie es un secreto que Renovación Nacional tiene una variopinta integración de sectores de derecha. Liberales, conservadores, evangélicos, socialcristianos, conservadores morales y liberales económicos, la renovación femenina y los conciliadores, son algunas de las fracciones de la bancada más grande de la Cámara de Diputados.

Los diputados del mundo evangélico “son los más conservadores y los más parados en la hilacha”, bromea un parlamentario de oposición. Varios recuerdan el despliegue que ha tenido el diputado Romero, “muy firme en contra de las agendas más progresistas del Gobierno”, además de la interpelación directa que le hizo en mayo al Presidente Sebastián Piñera, cuando le gritó que “si insiste en que Daniela Vega es mujer, me equivoqué en apoyarlo”.

Pero desde la bancada de RN afirman que, a pesar de ser un grupo “reconocido y bastante peculiar”, no cuenta con un o una gran líder “que venga con la agenda evangélica bajo el brazo a iluminar el camino de nuestro partido”. Una falta de liderazgo que parece ser expansiva a los otros grupos entre los parlamentarios.

También están “los antiguos”, entre los que destacan a Fernando Berger y René Manuel García, aquellos diputados que elección tras elección han logrado mantenerse en su escaño, “viven su mundo, nadie tiene idea si son liberales o conservadores”, relata un parlamentario.

El sector “conciliador”, es el grupo de diputados que intentan mantener una lógica de equilibrio, “ese tenso statu quo que sobrevive en RN”, son “la crema de la torta, lo que nos une”, agregaron desde la bancada. En dicho grupo destacan a los diputados Mario Desbordes, el “liberal” Sebastián Torrealba, como también Leopoldo Pérez, quien es reconocido como un “conservador-moderado”.

Asimismo, hay un grupo “medio híbrido y extraño”, dicen en el partido, al tiempo que recalcan que nunca esperaron que desde los parlamentarios del ala joven llegaría un nuevo impulso al núcleo más “conservador y duro” de RN. Allí hay dos rostros que llaman la atención: Camila Flores y Paulina Núñez, quienes destacan porque “son más jugadas”, y el diputado Schalper, quien le habría dado –agregaron– mayor “profundidad intelectual a un sector que se perdía en el eslogan sin sustento” y al que sus pares de la bancada reconocen como “detallista”, pero no como un nuevo líder emergente,  ya que “por lo general está solo”.

Otro grupo importante es el del “núcleo femenino”, el cual está compuesto por una dualidad entre conservadoras y liberales. Dominado históricamente por la diputada Marcela Sabat, desde RN reconocen que “le ha salido competencia” con la llegada de Núñez y Flores. Aunque todas cumplen roles distintos, son varios los que reconocen en la posición más “conciliadora” de Sabat un liderazgo que puede sobresalir, ya que la diputada sería más hábil “a la hora de acumular poder”.

Punto aparte es la diputada Ximena Ossandón, la parlamentaria es “como nuestro perro bomba, va y lanza lo que nadie se atreve a decir, aunque muchas veces se salga del libreto establecido”, destacan desde el partido. Agregan que se ve un tanto aislada en la bancada, razón por la cual costaría verla en un rol más activo o de comandancia.

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