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«La comparación que puede haber reflejado la prensa, al superponer mapas argentinos y chilenos de diferentes escalas (1:100.000 y 1:50.000 respectivamente), produce distorsiones y conduce a percepciones erróneas», dijo la directora general jurídica del ministerio de Relaciones Exteriores, Mariana Durney. El tema fue analizado en secreta de la comisión de RR.EE. de la Cámara de Diputados, mientras el senador RN Francisco Chahuán anunció que “vamos a pedir formalmente a la Cancillería una carta protesta”.
El Gobierno de Chile descartó que haya «inconsistencias» en relación con un inventario nacional de glaciares de Argentina publicado el pasado 15 de mayo y aclaró que envió oportunamente, el pasado junio, una nota al Ejecutivo argentino sobre esta materia.
Según la directora general jurídica del ministerio de Relaciones Exteriores, Mariana Durney, «se ha señalado que existiría una superposición de las zonas que dicho inventario incluye en territorio argentino, con partes del territorio chileno en toda la extensión de la frontera con Argentina, incluyendo sectores como Antofagasta, Río Puelo, Monte Tronador, entre otros».
En esta línea, Durney señaló que «debe precisarse que, habiéndose revisado en forma cuidadosa y permanente, las publicaciones sobre la zona limítrofe, incluyendo aquélla que contiene glaciares, no se han constatado inconsistencias en la representación del territorio argentino y del territorio chileno en las zonas mencionadas».
«La comparación que puede haber reflejado la prensa, al superponer mapas argentinos y chilenos de diferentes escalas (1:100.000 y 1:50.000 respectivamente), produce distorsiones y conduce a percepciones erróneas», añadió.
La nota de la Cancillería agrega que «en relación a la zona de Campo de Hielo Sur, y la forma en que ésta es representada en el inventario nacional de glaciares de Argentina, el Gobierno de Chile desea aclarar que, según se desprende de las fuentes de dicho inventario, éste se ha basado en cartografía interna de Argentina previa al ‘Acuerdo entre la República de Chile y la República Argentina para precisar el recorrido del límite desde el Monte Fitz Roy hasta el Cerro Daudet’, de 1998.
Durney señaló que el Gobierno, de la manera diligente y responsable con la que actúa en estas materias, envió oportunamente, en el mes de junio, y conforme al procedimiento correspondiente, una nota al Gobierno de Argentina sobre esta materia, recordando los elementos esenciales de la misma.
Afirmó que Argentina ha transmitido que utiliza esta representación cartográfica mientras no se complete la cartografía oficial mixta, sobre la base del trabajo de la Comisión Mixta de Límites.
Concluyó destacando que «el Gobierno de Chile desea destacar una vez más el excelente estado en que se encuentran las relaciones bilaterales, haciendo un llamado a abordar estos temas con altura de miras y responsabilidad, de parte de todos los actores».
El tema motivó reacciones en el Congreso. “Vamos a pedir formalmente a la Cancillería una carta protesta”, explicó el senador Francisco Chahuán (RN), quien además apuntó a otros hechos recientes respecto a la situación limítrofe con Argentina.
«No es el primer caso. Ya había ocurrido algo similar con un sello postal argentino, con los deslindes del territorio antártico, donde se superponían con el territorio antártico chileno. Y este es un segundo elemento, en términos de generar este primer inventario de glaciares, incorporando hielos en una zona aún no delimitada», dice el senador Chahuán.
La polémica por el inventario trasandino fue analizada por la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Carolina Valdivia, en una sesión secreta de la comisión de RR.EE. de la Cámara que se extendió por casi una hora. «Muchos de los temas que les expliqué están en el comunicado de la Dirección Jurídica de la Cancillería y entramos un poco más en profundidad al respecto. Tenían algunas dudas los parlamentarios y querían saber la visión de la Cancillería», dijo la autoridad de Cancillería a El Mercurio una vez finalizada la sesión.
Según el estudio argentino, hay 16.968 cuerpos de hielo cuya superficie, cercana a los 8.484 kilómetros cuadrados, equivale a 41 veces la ciudad de Buenos Aires.
Para Gonzalo Barcaza, quien por 10 años fuera jefe de la Unidad de Glaciología y Nieves del Ministerio de Obras Públicas y autor del Inventario de Glaciales de Chile, el problema «es grave».
«El problema es grave, porque distorsiona el área glaciarizada de los Andes Patagónicos. En la práctica, están contando dos veces 202 kilómetros cuadrados en el recorrido del tramo ‘A’ y 107 kilómetros cuadrados de la cuenca del Pío XI, del sector ‘B’, que sin duda mira al Pacífico», sostuvo.
En el mapa en cuestión, hay hielos eternos que están en suelo chileno o en la zona del polígono pendiente de demarcación desde 1998, en Campo de Hielo Sur.
