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Pamela Pereira y el tiempo que se merece la gente

Una de las acusaciones más corrientes que se lanzan contra los políticos es la pred


Una de las acusaciones más corrientes que se lanzan contra los políticos es la predilección que muestran algunos de ellos por los focos, sobre todo las de la TV, hasta el punto que varios son calificados soto voce con el nada halagador apodo de polillas por su propensión a dar codazos a quien sea con tal de ponerse al frente cuando ven el lente de una cámara.



No obstante, hay actos espontáneos que desmienten ese lugar común sobre los políticos. Una de esas acciones que demuestran más preocupación por las personas que por los medios la protagonizó ayer en la tarde la vicepresidenta del PS Pamela Pereira, quien concurrió a La Moneda para participar en una reunión.



Cuando entraba a las oficinas del Ministerio del Interior, la abogada enfrentó el tradicional corrillo de la prensa que la rodeó de cámaras, grabadoras y micrófonos para consultarle los últimos temas de la agenda. En ese momento, varias personas que caminaban por el pasillo central de La Moneda -abierto al público- la reconocieron en medio de los periodistas, y la saludaron desde lejos. Somos de la Novena Región, le decían, y queremos conocerla.



Apenas las vio, Pamela Pereira dejó tranquilamente a un lado a la prensa con la frase «espérenme un momentito», y se dirigió a saludar cordialmente al grupo de señoras, las que la recibieron con abrazos, breves conversaciones y la infaltable petición de una foto como recuerdo.



El episodio, que dejó felices a las paseantes de la Novena Región, deja una inquietud que se suma a que la abogada tiene a su favor una figuración pública respetada por todos los sectores. ¿No habrá allí el guiño lejano de una posible candidatura, quizá en esa sureña región?

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