En un dictamen publicado el 8 de enero pasado, el organismo fiscalizador despejó las dudas sobre la legalidad del periódico Chile Contigo, conducido por el director de comunicaciones de La Moneda Juan Carvajal.
En un dictamen publicado el 8 de enero pasado, el organismo fiscalizador despejó las dudas sobre la legalidad del periódico Chile Contigo, conducido por el director de comunicaciones de La Moneda Juan Carvajal. La publicación de carácter mensual que edita 200 mil ejemplares distribuidos gratuitamente en reparticiones públicas y también se incluye junto a la edición dominical del diario La Nación, había sido fuertemente cuestionada desde su lanzamiento. La primera edición del periódico gubernamental, con un presupuesto mensual de más de 10 millones de pesos, apareció el domingo 17 de enero de 2008, justo después de que el poderoso jefe de la Secretaría de Comunicaciones (Secom) lograra concitar el apoyo del vocero de gobierno Francisco Vidal, quien vio con buenos ojos la creación de un diario para promocionar las obras del Ejecutivo, pese a que en privado se refería al mensuario como «El carvajalino». Una visión contrapuesta a la de su predecesor Ricardo Lagos Weber, quien se había resistido a la propuesta y ordenó detener la licitación en el portal Chilecompra.
De esta forma, la Contraloría zanjó un requerimiento interpuesto por parlamentarios de la Alianza (Evelyn Matthei, Andrés Allamand, Jorge Arancibia, Carlos Cantero, Andrés Chadwick, Juan Antonio Coloma, Alberto Espina Otero, José García, Antonio Horvath, Carlos Kuschel, Hernán Larraín, Jovino Novoa, Jaime Orpis, Víctor Pérez Varela), y el independiente Carlos Bianchi. Estos se habían dirigido al contralor Ramiro Mendoza manifestándole que Chile Contigo podría tener visos de ilegalidad a «por cuanto se excederían las funciones encomendadas a la mencionada Secretaría de Estado». La respuesta de Mendoza, sin embargo, no tuvo lugar a discusión: se ajusta a derecho.
