En el debate de los precandidatos presidenciales oficialistas, que a esas alturas parecía más una nueva versión de The Truman Show, las gradas estaban llenas de dirigentes políticos concertacionistas, algunos históricos y otros que creíamos muertos. Entre ellos, el ex ministro y parlamentario PPD Víctor Manuel Rebolledo.
En el debate de los precandidatos presidenciales oficialistas, que a esas alturas parecía más una nueva versión de The Truman Show, las gradas estaban llenas de dirigentes políticos concertacionistas, algunos históricos y otros que creíamos muertos. Entre ellos, el ex ministro y parlamentario PPD Víctor Manuel Rebolledo. El «manco», como se le conoce en política, se sentó estratégicamente fuera del alcance de las cámaras de televisión. No quiso estar cerca de los flashes, a diferencia del radical Patricio Tombolini, otro de los protagonistas del «Caso Coimas», que se sentó en las primeras filas.
A medida que avanzaba el foro, Rebolledo se entusiasmó. Escuchó atentamente cada pregunta de los periodistas y las respuestas de Frei y Gómez. Pero Rebolledo, político diestro, no sólo oyó el diálogo sino que fue aportando sus ideas y la forma en cómo los candidatos deberían responder. De hecho, por momentos se molestaba cuando algo le parecía equivocado. Así lo hizo durante toda la noche, incluso elevando el tono de su voz en algunas ocasiones, lo que llamó la atención de quienes lo rodeaban (la mayoría periodistas). El único momento en que «el manco» guardó estricto silencio fue cuando el senador Gómez habló de terminar con la corrupción e hizo alusión al «triste» episodio vivido en Rancagua y al ya mencionado «Caso Coimas»… cric cric….
