No es la primera vez que la prensa especula sobre cuan metrosexual es el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, tal como lo hizo la portada de LUN esta semana. En Febrero de 2003, la periodista Marcela Ramos, en un artículo publicado en La Nación Domingo, hablaba de la debilidad del hoy popular jefe de las finanzas públicas por el estilo y el fashion
No es la primera vez que la prensa especula sobre cuan metrosexual es el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, tal como lo hizo la portada de LUN esta semana.
En Febrero de 2003, la periodista Marcela Ramos, en un artículo publicado en La Nación Domingo, hablaba de la debilidad del hoy popular jefe de las finanzas públicas por el estilo y el fashion: La ropa y las texturas son el punto débil de Velasco. Una amiga de años cuenta que gozaba escuchándolo hablar de Borges, pero lo odiaba cuando lo veía tocar su ropa. «Tiene una obsesión con la calidad de las telas y si le regalas algo tiene que ser 100% algodón», resume, divertida. Según ella, Velasco puede tardar fácilmente media hora en decidir si se pone una camisa verde, o una azul. «Es que le preocupa mucho su imagen. Trota todos los días y si es verano, toma sol», agrega.
Esa vez el reportaje también indagaba en las actividades de Expansiva, por entonces un grupo que buscaba identidad y espacio a través de exclusivos seminarios, uno de los cuales se realizó en Valle Nevado: «Buena parte de los convocados a estos encuentros tienen una religión: las políticas públicas, pero entendidas como una disciplina científica, neutra y por lo tanto lejos de la política tradicional que representan hombres como Camilo Escalona o Andrés Zaldívar. Un escándalo del tipo Coimas-Tombollini-Rebolledo simplemente les descompone el estómago a economistas como Andrés Velasco o Jorge Marshall».
