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El jazzista favorito del bacheletismo duro

El director de comunicaciones del gobierno, Juan Carvajal, es conocido por su carácter reservado y su afición por la música. Melómano y guitarrista amateur, Carvajal también es un fanático del jazz y un asiduo al bar El Perseguidor. En el reducto dedicado a la música negra, ubicado en el barrio Bellavista, ha sido visto en varias ocasiones acompañado de su pareja, la asesora política de Hacienda, Ximena Aldana


El director de comunicaciones del gobierno, Juan Carvajal, es conocido por su carácter reservado y su afición por la música. Melómano y guitarrista amateur, Carvajal también es un fanático del jazz y un asiduo al bar El Perseguidor. En el reducto dedicado a la música negra, ubicado en el barrio Bellavista, ha sido visto en varias ocasiones acompañado de su pareja, la asesora política de Hacienda, Ximena Aldana, y otros miembros del gobierno. El 27 de marzo, mientras la presidenta Bachelet oficiaba de anfitriona de la Cumbre Progresista, Carvajal y Aldana asistieron a un concierto del trompetista Cristián Cuturrufo. El jazzista coquimbano tocó nuevamente en el lugar el pasado viernes 12 y entre el público estaban otra vez Carvajal y su pareja. En la mesa de ambos, también destacaba el ministro de Salud Álvaro Erazo, quien tras una larga semana marcada por la declaración de pandemia de la influenza humana, botó el estrés bailando y riéndose con las bromas «porcinas» de los músicos. Según afirman testigos, en un minuto Erazo se habría parado sobre su silla para «vacilar» la tocata, algo que es desmentido rotundamente por el ministro. La noche siguiente Cuturrufo volvió a tocar en El Perseguidor y Erazo se repitió el plato. Carvajal y Erazo no son los únicos fans del jazz de Cuturrufo en el gobierno. El embajador Heraldo Muñoz y otros altos funcionarios de Cancillería también asisten a sus conciertos cada vez que pueden.

 

 

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