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El making off del debut de «Chile Debate» en Canal 13

A esta altura de las campañas los electores más ilusos que se quedaron en la Guerra Fría y creen que los candidatos de la derecha y la Concertación se odian a muerte, no se dirigen la palabra o que es muy difícil que se pongan de acuerdo, se sorprenderían al saber que aunque tienen posturas discrepantes en tópicos trascendentes como la «píldora del día después», las reformas laborales o el cambio al sistema electoral binominal, sí son capaces de coincidir justo en aquellos temas que no implican un aporte sustancial para su electorado, pero en los que ellos se sienten perjudicados.


A esta altura de las campañas los electores más ilusos que se quedaron en la Guerra Fría y creen que los candidatos de la derecha y la Concertación se odian a muerte, no se dirigen la palabra o que es muy difícil que se pongan de acuerdo, se sorprenderían al saber que aunque tienen posturas discrepantes en tópicos trascendentes como la «píldora del día después», las reformas laborales o el cambio al sistema electoral binominal, sí son capaces de coincidir justo en aquellos temas que no implican un aporte sustancial para su electorado, pero en los que ellos se sienten perjudicados. Ahí sí que se ponen de acuerdo al tiro.

Un caso así se produjo en el primer programa de la temporada de «Chile Debate» de Canal 13, transmitido los días lunes a las 23:45 horas. Para iniciar invitaron a los candidatos a la Cámara Alta de la Quinta Región Costa Joaquín Lavín (UDI), Ricardo Lagos Weber (PPD), Francisco Chahuán (RN) y Hernán Pinto (DC). En esa zona la disputa ha sido muy peleada, particularmente entre los candidatos de la derecha que parecen estar disputándose cada voto. A pesar de la multiplicidad de colores políticos, la transmisión habría estado a un pelo de naufragar puesto que los invitados rechazaron de plano exponerse a una votación final en la que el público presente en el estudio evaluaría quién había salido mejor parado del debate.

Las versiones sobre lo que ocurrió abundan, pero aquí van aquellas con las que logramos reconstruir lo más certeramente posible lo sucedido esa noche. Al llegar a la estación católica, la producción les explicó a los candidatos al Senado que al comienzo se realizaría una votación sobre los presidenciables y que al final se efectuaría otra en que los 30 asistentes al programa votarían por cuál de los cuatro aspirantes a la Cámara Alta había tenido un mejor desempeño. Aquí es donde se habría generado el impasse, porque los cuatro postulantes se habrían negado al unísono, dado que cuando se los invitó no se les habría explicado el punto y eso no estaba contemplado en las reglas del juego.

Acto seguido, el ex vocero de La Moneda habría consultado cuántas de las personas del público eran electores de la Quinta Región Costa y para sorpresa de todos se le respondió que ninguna de ellas. Por lo que los aspirantes al Senado se negaron a aceptar la votación final, argumentando entre otras cosas que no tenían certeza de la imparcialidad del público, impasse que se habría solucionado cuando los conductores ya estaban instalados y el programa a punto de comenzar.

Otra versión responsabiliza a los candidatos de la Concertación de lo sucedido. Se entronca con la anterior en que sindica a Lagos Weber como uno de los responsables del impasse y señala que él y el DC Hernán Pinto se habrían negado de plano a ser evaluados por el público presente en el estudio y que de no haber mediado un acuerdo con la producción del programa debutante, éste habría salido al aire sin los aspirantes oficialistas. Y la última versión, sostiene que efectivamente todos se negaron a ser evaluados por el público y que finalmente se acordó quitar ese segmento del programa para evitar las bajas. Para rematar, concluido el programa el candidato de RN Francisco Chahuán habría manifestado que «se nota que hay preferidos».

 

 

 

 

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