En serios aprietos podría estar la campaña de vacunación contra la influenza humana (A-H1N1) que el ministerio de Salud (Minsal) inició el pasado lunes 22 de marzo y que se realizará en dos etapas: la primera hasta el 9 de abril y la segunda desde el 10 al 30 de ese mes.
El problema, es que según una minuta interna de la cartera liderada por Jaime Mañalich, se había planificado comprar cerca de 2 millones de vacunas que permitirían atender al personal de salud, niños entre 6 y 23 meses, embarazadas desde la 13 semana de gestación y enfermos crónicos.
Pero, según detalla el comunicado, “de las dosis inicialmente solicitadas a la OPS -Organización Panamericana de la Salud-, llegaron a Chile 600.000” unidades.
Escenario complejo, sobre todo porque las nuevas autoridades decidieron ampliar la población objetivo a vacunar a los mayores de 65 años en todo el país y niños hasta los 15 años en zona de catástrofe, por lo que deberán adquirirse 2.038.923 dosis extra.
Lo que significa que existiría un déficit de casi 3 millones y medio de vacunas.
Además, este año, explica la circular, “tiene componentes diferentes a los anteriores, no sólo porque por primera vez vacunaremos contra el virus pandémico, sino también por las circunstancias que obligan a comenzar la vacunación en determinadas zonas producto del terremoto que azotó a nuestro país hacer algunos días”.
