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El cónclave entre Larroulet, Correa y Tironi para destrabar la agenda legislativa del Gobierno


Los vieron llegar juntos. En medio de la fría tarde de este martes, el ex ministro Enrique Correa y el sociólogo Eugenio Tironi cruzaron rápido el patio de los Naranjos de La Moneda y enfilaron al despacho del ministro secretario general de la Presidencia Cristián Larroulet donde sostuvieron un largo encuentro reservado.

El motivo: según fuentes de Palacio que supieron el contenido de la conversación, Larroulet está muy preocupado por el nivel de encrispamiento que existe en el Congreso por la decisión del Presidente Piñera de cuestionar la administración Bachelet por supuestos casos de corrupción y mala administración. Esta situación tiene parada la agenda legislativa que el «Boëninger de la derecha» debe conducir. El clima que debe enfrentar es tal, que el senador PS Camilo Escalona graficó el estatus de Larroulet, diciendo que el ministro de la Segpres cuando va a Valparaíso es «un alma en pena».

Sin mayoría parlamentaria oficialista, con comisiones investigadoras y ministros que fustigan al antiguo gobierno cada vez que pueden, Larroulet ha chocado con la dura señal de que la oposición no está para colaborar con el gobierno ni dar sus votos en ningún caso, si no hay muestras de un interés para negociar los proyectos y hacer gestos a los diputados y senadores opositores que los apoyen. Un ejemplo emblemático de esto se vio hace menos de dos meses cuando los parlamentarios concertacionistas rechazaron la creación de la Superintendencia de Educación, idea propuesta por la propia Michelle Bachelet a raíz de las recomendaciones de una comisión ad hoc.

El año 2008 Correa, desde el think tank ProyectAmerica, y Larroulet, desde Libertad y Desarrollo, sostuvieron una serie de encuentros que desembocaron en una propuesta de estudio de reformas del Estado que incluyó a los más influyentes centros de estudio como el CEP, Chile 21, la fundación Jaime Guzmán, Expansiva y Cieplan, que preside Tironi. De ahí que en la cita se puso especial énfasis en la necesidad de retomar «la democracia de los acuerdos» instaurada por la Concertación y anunciada por Piñera como un eje de su gobierno junto a la «unidad nacional».

Desde que asumió la administración Piñera, Tironi se ha dedicado a su consultora, la publicación de su polémico libro «Radografía de una derrota» y a escribir columnas y posteos en su blog. En uno de sus últimos textos Tironi advierte el escenario que tiene complicado a Larroulet: «(Piñera) Debe negociar y alcanzar consensos, así, abierta y limpiamente, para hacer al menos algunas de las reformas que quiere emprender; pues de lo contrario se va a dar contra la pared, y lo que es peor, va a tornar el clima político del país irrespirable. ¡Hay que aprender de Allende!!! No basta con los resquicios. Tampoco con alcanzar mayorías circunstanciales en base a uno que otro tránsfuga. Esto sirve para una vez, pero no para desarrollar un plan coherente de reformas».

Correa, en tanto, ha mantenido un bajo perfil, centrado en sus negocios en Imaginacción. Sin embargo, a nivel político, también está promoviendo en la sede de Proyectamerica, ubicada en el barrio de Pedro de Valdivia Norte, una serie de desayunos donde figuras de la Concertación analizan junto a invitados las causas de la derrota electoral de enero pasado. A ello se agregan los almuerzos reservados de los miércoles donde se juntan los socialistas Pancho Aleuy, Ricardo Solari y Carlos Correa, el PPD René Jofré, el ex asesor de segundo piso Víctor Maldonado (DC) y el independiente Cristóbal Aninat para definir la estrategia opositora con miras a las próximas elecciones municipales y parlamentarias.

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