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Las deudas de la mujer que lucha por el aborto terapéutico

Cuando el año 2008 supo que su hijo venía con una serie de malformaciones que le harían difícil sobrevivir, Karen Espíndola llevó su caso hasta los parlamentarios y quien la quisiera escuchar para pedir que casos como el de ella no se repitieran. Su hijo Osvaldo murió y ella se pregunta dónde estuvieron las organizaciones pro vida que «jamás me tendieron una mano».


Cuando el año 2008 supo que su hijo venía con una serie de malformaciones que le harían difícil sobrevivir, Karen Espíndola llevó su caso hasta los parlamentarios y quien la quisiera escuchar para pedir que casos como el de ella no se repitieran. Así se convirtió en uno de los emblemas de la lucha por el aborto terapéutico en Chile.

El 25 de julio de 2011de este año, su pequeño hijo Osvaldo, quien había nacido con una malformación en su cerebro llamada holoprosencefalia semilobar, murió. Tenía 2 años 4 meses.

En las discusiones por el tema, Karen siempre insistió en la calidad de vida de su hijo, que diferentes organizaciones pro-vida se encargaron de soslayar.

La larga enfermedad de Osvaldo y el nulo apoyo e inexistentes redes en Chile la hicieron quedar con un dolor profundo, pero también con una gran deuda. Debe 5 millones de pesos que se arrastraron producto de la enfermedad de su hijo.

“No hay pensiones para estos niños, no hay rehabilitación integral. No hay nada que sirva para ayudar a su calidad de vida. Hay organizaciones pro vida pero son puros discursos. Si ellos creen en el cielo y en Dios, esto se gana con hechos no con discursos. Hablo de toda la gente y organizaciones que me criticaron públicamente –y que aún lo hacen– y que jamás me tendieron una mano: Chile unido, Isfem, Proyecto Esperanza, Siempre por la Vida, el senador Carlos Larraín, el ministro Jaime Mañalich y el diputado Giovani Calderón”.

Crédito de foto: Humanas.cl

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