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De Gregorio y sus colegas del MIT: mejores que Chicago Boys para enfrentar la crisis

José de Gregorio, quien tuvo las riendas del Banco Central de Chile por cuatro años, fue alumno de Ben Bernanke cuando el presidente de la Reserva Federal fue profesor visitante del Massachussets Institute of Technology, donde el chileno hizo su doctorado.


En un reportaje titulado “El rescate de Europa comienza con la confianza que existe entre los hombres del MIT”, Bloomberg -el medio más influyente en el mundo de las finanzas- dice que los economistas de Massachusetts están liderando el rescate de la crisis Europea y parecen tener mejores herramientas que los economistas de Chicago para enfrentar este tipo de desafíos. Entre los citados está José de Gregorio, quien fue presidente del Banco Central de Chile hasta hace poco más de un mes, y cuya gestión enfrentó la crisis del 2008/2009.

El artículo señala que “enfrentados a la peor crisis financiera desde la Gran Depresión, Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos; Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo; y Marvyn King, gobernador del Banco de Inglaterra, sacudieron la caja de herramientas estándar de la política monetaria. Los tres bajaron las tasas de interés a mínimos sin precedente e inyectaron extra liquidez en sus economías”. El común denominador de los tres: todos pasaron por el mítico Massachussets Institute of Technology.

El medio agrega, «cuando la turbulencia financiera en Europa amenazó con aplastar a los bancos de la región en noviembre pasado, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, organizó ‘conference calls’ con los banqueros centrales más poderosos del mundo para decidir qué medidas tomar.  El resultado: seis de las principales autoridades monetarias se pusieron de acuerdo para que a las instituciones financieras — aparte de la Reserva Federal de los Estados Unidos- les resultara más barato pedir dólares prestados en emergencias. Se alivió la crisis de liquidez de los bancos europeos y las bolsas del mundo se recuperaron. El plan del 30 de noviembre sólo pudo ser ideado y anunciado rápidamente debido a que ‘confiamos unos en otros’, dijo King a los periodistas al día siguiente en su carácter de presidente del grupo de banqueros».

El reportaje explica que «para algunos, esa confianza tiene un origen común: tres de los seis bancos centrales son encabezados por economistas que estudiaron o enseñaron en el MIT a fines de los años 70 y 80. De modo que, igual que ahora, el énfasis estuvo puesto en lo que el ex profesor del MIT y actual gobernador del Banco de Israel, Stanley Fischer, describe como ‘políticas económicas aplicables al mundo real’. Los banqueros centrales del MIT representan un ‘nivel extraordinario de influencia en materia de políticas comparado con cualquiera escuela de economía’, dijo James Poterba, presidente de la Oficina Nacional de Investigación Económica, quien es responsable oficial de dictaminar el inicio y el fin de de las recesiones estadounidenses. Poterba fue responsable del departamento de economía de MIT entre el 2006 hasta 2008 y aún forma parte del cuerpo docente».

Asimismo, explica cómo en la década de los ochenta, Mervyn King y el profesor Ben Bernanke, tenían oficinas contiguas en el MIT, y pasaron los primeros tiempos de sus carreras académicas en un entorno donde la economía se consideraba una herramienta para establecer políticas públicas. Anteriormente, Bernanke y el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, habían obtenido sus doctorados en la misma universidad a fines de los años 70.

La nota destaca que Fischer asesoró la tesis de Bernanke y fue profesor de Draghi. También, el primer ministro griego y ex vicepresidente del Banco Central Europeo, Lucas Papademos, y Olivier Blanchard, actualmente economista jefe del Fondo Monetario Internacional, hicieron sus doctorados en el MIT en la misma época.

El artículo menciona que José de Gregorio, quien tuvo las riendas del Banco Central de Chile por cuatro años, es parte de esos lazos: fue alumno de Bernanke, cuando el presidente de la Reserva Federal era profesor visitante del MIT, donde De Gregorio hizo su doctorado. En el artículo, de Gregorio explica que el énfasis de la universidad era tratar de entender «fenómenos reales y cómo funciona el mundo”,  y no pasar mucho tiempo buscando desarrollar teorías elaboradas o tratando de mejorar técnicas económicas.

El  enfoque de MIT es casi diametralmente opuesto al de la Universidad de Chicago. Bloomberg explica que en el MIT los profesores creen que existe un rol para el Estado en desarrollar e implementar políticas públicas para ayudar a la economía. Esa visión la representa fielmente Paul Samuelson, el primer economista norteamericano en ganar el premio Nobel.  El “approach” de la Universidad de Chicago, personificado por Milton Friedman, es escéptico acerca del rol que el gobierno puede y debe tener en la economía.

Entre otros destacados economistas chilenos que estudiaron en el MIT, se encuentran Ricardo Caballero, actual jefe del departamento de economía de la institución, el académico de la Universidad de Yale y asesor concertacionista, Eduardo Engel, y el ex-ministro de Hacienda, Andrés Velasco, quien obtuvo un post-doctorado ahí.

De la escuela de Chicago no hay mucho que agregar: sus ideas fueron los cimientos de las reformas económicas del régimen militar, y son todavía la base ideológica de la derecha ortodoxa. Hernán Büchi es su líder indiscutido y su más fiero defensor. Entre los más influyentes políticos de esa institución se encuentra el ministro, Joaquín Lavín, y el actual titular de la Segpres, Cristián Larroulet. También, quien fue hasta hace unos meses ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine.

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